El Papa Francisco viajará desde Cuba a Estados Unidos el próximo martes 22, una decisión sin precedentes que quizá desborda la logística hacia el apoyo al entendimiento entre dos «enemigos» que puedan parecer «irreconciliables». En la práctica, no ha habido aún lo que pueda llamarse propiamente una reconciliación entre la primera potencia del mundo y […]
El Papa Francisco viajará desde Cuba a Estados Unidos el próximo martes 22, una decisión sin precedentes que quizá desborda la logística hacia el apoyo al entendimiento entre dos «enemigos» que puedan parecer «irreconciliables».
En la práctica, no ha habido aún lo que pueda llamarse propiamente una reconciliación entre la primera potencia del mundo y la pequeña nación de sistema inspirado en conceptos comunistas. Aún son fuertes la desconfianza, los antagonismos políticos, y está activo el embargo, que ya dura casi 60 años.
Pero el «deshielo» ha roto sin dudas el «hechizo» de un conflicto «sin fin» entre enemigos que se odian «hasta el último suspiro». El Pontífice nacido en Argentina, con conceptos que no marginan el ser latinoamericano, participó en este proceso de normalización, según reconocieron ambos presidentes, el de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro.
El Papa llegará a La Habana este sábado y permanecerá en la isla hasta el martes. Algunos analistas sostienen que el del día 22 no será un simple viaje de avión para el Pontífice. Les parece un solo proyecto pastoral. La idea tiene una dosis de ingenuidad, pero también otra, quizá, de esperanza.
Tanto La Habana como Washington han dejado claro que no abandonarán sus posiciones ideológicas que actúan como obstáculos bilaterales, y ello brinda al «deshielo» un singular encanto.
«Puede ser quizá un ejemplo al mundo, donde, en otras regiones, las personas han dejado toda «comprensión» entre sí y la han sustituido por las más sangrientas contiendas», dijo a ANSA Hilda Pérez, doctora en Medicina.
Una idea de Pérez es que Francisco, que ha comenzado sus giras por países pobres, tiene ya una ganada reputación de mostrar preferencias por los humildes, «estén estos donde estén, algo en consonancia con las más primitivas enseñanzas de la doctrina cristiana. Ahora cumplirá primero su estancia pastoral en Cuba y después viajará a Washington. Eso es muy bueno», afirmó.
La decisión logística de hacer el viaje desde la sureña y cubana Santiago de Cuba hasta la norteña y espectacular Washington llama la atención. Con tal acción, el Papa Francisco rompió una «tradición» causada por el conflicto entre Estados Unidos y Cuba de más de medio siglo, de planear distantes entre sí las visitas de los Sumos Pontífices a los dos países, desde que el Papa Juan Pablo II vino a la isla en enero de 1998, y Benedicto XVI en abril de 2012.
Como sucedió en las dos anteriores estancias pastorales, ahora se anuncia que cientos de cubanos residentes en Estados Unidos vendrán a Cuba para «seguir» ambas visitas.
También se esperan peregrinos de muchas partes del mundo. El diario oficial cubano Granma ya les dio la bienvenida hoy en un editorial dedicado al Papa Francisco. Para Rolando Rodríguez, un católico de La Habana, «todo esto es un excelente ejemplo. La buena gente de todas partes está feliz con estas cosas. Yo creo que el mundo ha cambiado. Es más complicado y siniestro en muchos aspectos, pero eso lleva a las buenas personas a seguir señales de entendimiento», afirmó. Su conclusión fue que «el Papa Francisco, con su viaje directo a Washington desde Santiago, va a poder comparar de primera mano que lo respetamos y queremos tanto aquí como allá», subrayó.
Fuente: http://www.ansa.it/ansalatina/notizie/fdg/201509151555461425/201509151555461425.html