El reciente ataque de la OTAN contra un hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz es un crimen de guerra que lamentablemente no puede sorprendernos. Desde que la OTAN invadió Afganistán en 2001 son innumerables los ataques contra personas e infraestructuras civiles. Desde la Plataforma Anti OTAN de Zaragoza queremos denunciar que en las intervenciones […]
El reciente ataque de la OTAN contra un hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz es un crimen de guerra que lamentablemente no puede sorprendernos.
Desde que la OTAN invadió Afganistán en 2001 son innumerables los ataques contra personas e infraestructuras civiles. Desde la Plataforma Anti OTAN de Zaragoza queremos denunciar que en las intervenciones de la mal llamada alianza atlántica el principal objetivo es la población civil. A pesar del intento de silenciar lo que ocurre en lugares como Afganistán o Pakistán es imposible esconder sucesos como el reciente ataque contra la misión humanitaria de Médicos Sin Fronteras, o el ataque en 2008 contra la comitiva de una boda en Deh Bala donde 3 bombardeos consecutivos acabaron con la vida de 47 miembros de la familia y amigos de la novia. Los asesinatos conocidos como «daños colaterales» son la norma, la excepción es que dichos crímenes salgan a la luz.
Como resultado de este bombardeo todas las agencias humanitarias han salido de Kunduz. Nos preguntamos si no sería ese el verdadero objetivo del ataque ya que la OTAN conocía de antemano las coordenadas del hospital. MSF es conocida no sólo por prestar ayuda humanitaria en zonas de conflicto o desastres naturales, sino también por denunciar violaciones de derechos humanos y del derecho internacional. Actividades, sin lugar a dudas, incómodas para aquellos cuyo modus vivendi es la muerte y el expolio de las naciones más pobres.
La ISAF, Fuerza de Asistencia para la Seguridad, es la coalición de países para la invasión de Afganistán cuyo mando fue asumido por la OTAN en el año 2003. En la actualidad está compuesta por unos 13.000 soldados de los cuales 10.000 son norteamericanos. El bombardeo del hospital de Kunduz ha sido llevado a cabo por aviones estadounidenses que forman parte de la ISAF, por lo tanto, toda la responsabilidad de este crimen debe atribuirse a la OTAN y no a un único país. Reducir la autoría de este bombardeo a las fuerzas estadounidenses es un claro intento de evitar responsabilidades para países miembros de la OTAN que, a diferencia de los EE.UU, sí han firmado la adhesión al Tribunal Penal Internacional habilitado para juzgar los crímenes de guerra.
El hecho de que la misma coalición que asesina civiles y destruye hospitales en Kunduz esté a punto de comenzar unas maniobras militares en nuestra ciudad es desde cualquier punto de vista inaceptable. Nos negamos a tolerar que la OTAN, una organización con un extenso historial de crímenes de guerra, se pasee impunemente por nuestra ciudad, o por cualquier otra.