Hoy hay dos grandes pueblos en el mundo sin Estado, los kurdos y los baluchis. Baluchistán es un territorio de un tamaño superior a España con una población de unos diez millones de habitantes distribuidos entre tres países Pakistán, Irán y Afganistán. El Baluchistán pakistaní tiene una extensión de 347.190 km2, con una población que […]
Hoy hay dos grandes pueblos en el mundo sin Estado, los kurdos y los baluchis.
Baluchistán es un territorio de un tamaño superior a España con una población de unos diez millones de habitantes distribuidos entre tres países Pakistán, Irán y Afganistán.
El Baluchistán pakistaní tiene una extensión de 347.190 km2, con una población que ronda los siete millones de habitantes, es decir, escasamente poblado. Es un terreno árido y muy montañoso con una gran escasez de agua. Su capital es Quetta, situada en un valle cerca de la frontera de Afganistán. Diseñada para 50.000 habitantes, hoy sobrepasa el millón. Su escasez de agua es muy preocupante, porque se abastece de 2.000 pozos que bombean agua fósil no renovable de acuíferos muy profundos y a punto de agotarse.
El Baluchistán iraní tiene una extensión de 181.785 km2 y una población de dos millones y medio de habitantes. Es una zona siempre azotada por vientos y muy árida. Su capital es Zahedan. Un trozo del sur de Afganistán también pertenece al Baluchistán.
La mayoría de su población pertenece a la etnia baluchi, los cuales hablan el idioma baluchi. En este territorio se encuentra uno de los primeros asentamientos agrícolas del sur de Asia, siendo el más conocido el de Mehrgarh, del año 6.500 a. C. Los baluchis habitaron la región desde tiempos antiguos. Procedentes de Siria en los inicios de la era cristiana, están divididos en dos grupos, los Makrani y los «negros» de Kalat.
Cada una de estas tribus se bifurcan en varias ramas, donde el Sardar, jefe tribal juega un papel fundamental en su funcionamiento.
En el siglo XVIII, Baluchistán era conocido como el reino de Kalat siendo gobernada por un Khan. Con la llegada de los ingleses a la península del Indostán su situación cambia radicalmente. En un principio se respeta su independencia, pero se acaba dominando al Khan y poniéndolo al servicio de los intereses británicos.
A lo largo del siglo XIX asistimos a su división entre Irán, Pakistán y la India inglesa. Cuando en 1947 se procede a la descolonización, surgen dos países la India y el Pakistán con dos territorios el occidental y el oriental que posteriormente se transformará en Bangla Desh. No se tuvo en cuenta los intereses del pueblo baluchi y aunque el Khan de Kalat se declara independiente, rápidamente el ejército paquistaní toma el control y pasa a ser una provincia más del Pakistán occidental.
Desde 1947, que pasa a manos paquistaníes se han producido algunas revueltas como las de 1948 y 1958 que fueron fuertemente reprimidas. Ya en los inicios del siglo XXI, Baluchistán ha sido protagonista de numerosos incidentes, son el surgimiento de fuertes movimientos independentistas.
¿Por qué es importante Baluchistán en la geoestrategia mundial?
A pesar de ser un territorio muy árido, en sus tierras se encuentran enormes riquezas en gas y petróleo, pudiendo ser el tercer productor mundial de energía, en un momento en que la escasez empieza a ser evidente.
Este territorio dispone también de grandes recursos mineros como oro, carbón, cobre, plata, platino, aluminio y sobre todo uranio. Sin embargo, estas riquezas no benefician a su población lo que provoca una gran hostilidad hacia el poder central.
Baluchistán es una posible zona de salida de las riquezas petroleras del mar Caspio y de las repúblicas del centro de Asia. Actualmente, se está construyendo el puerto de Gwadar para tener otra salida al mar (solo tiene Karachi) lo que permitirá a la armada paquistaní diversificarse, siendo además la salida de los recursos energéticos de medio continente. Este puerto es construido con la ayuda de China
Baluchistán está en la encrucijada, porque por un lado lucha por su independencia, la cual afecta de forma importante a tres países y por otro lado tiene el problema de ser utilizados por otras potencias para debilitar a estos países. Veamos.
La India siempre ha apoyado al movimiento baluchi con el objetivo de debilitar a Pakistán, su enemigo tradicional y con el que está inmerso en una carrera armamentística y militar sin fin, con numerosos problemas territoriales (Cachemira) y étnicos.
China apoya a Pakistán como elemento disuasorio contra la India su enemigo tradicional, además como fuentes de energía para abastecer la cada vez mayor demanda que provoca el desarrollo chino.
El otro gran actor de la zona es los Estados Unidos, que juegan un papel importantísimo. Los neoconservadores de Bush están planteando un reordenamiento de todo el Oriente Medio que les asegure las fuentes energéticas para su economía, En sus proyectos está la creación de Baluchistán, que quedaría bajo sus protección y que le permitiría disponer de grandes reservas de gas, petróleo y uranio, así como la salida al mar de las riquezas energéticas de las repúblicas centroasiáticas.
Con la posible creación del Baluchistán presiona a dos países como Pakistán e Irán con los que ha tenido desencuentros frecuentes. Pakistán siempre ha sido un país poco fiable, por eso los norteamericanos juegan con el a que este con ellos, a cambio de no apoyar el movimiento independentista y que les ayuden en el problema afgano. Sin embargo, los norteamericanos también apoyan a la India en su programa nuclear, lo cual genera mucho resquemor en los paquistaníes. Respecto a Irán, los Estados Unidos lo presionan con la amenaza de los baluchis, como hace con los kurdos por el occidente iraní. Pero este apoyo es interesado y circunstancial, utilizándolos como ariete para debilitar en este caso a Irán y Pakistán
Los baluchis se dividen en dos grupos, uno de tendencia independentista, mientras que el otro es panislamista que goza del apoyo norteamericano y que esperan que desestabilice la región china del Xingchiang.
Hay un refrán que utilizan los viejos de la zona «tu hogar sólo va a estar seguro cuando dejes de tirarles piedras a los hogares de los demás».
Ni Pakistán ni Irán pueden permitir la separación de sus provincias baluchis, porque además de la pérdida económica que supondrían, provocarían la revuelta de otras regiones y su desaparición como Estado.
Hasta ahora el movimiento baluchi ha tenido un claro contenido secular y las influencias del islamismo radical no han tenido eco entre sus filas. Baluchistán tiene derecho a ser un Estado libre, pero corre el peligro que una demanda justa, sea utilizada por potencias extrañas, con otros fines que no tengan que ver con sus intereses. Los kurdos pueden hablar mucho de ello, donde han sido utilizados muchas veces y otras tantas abandonados. Apoyemos el derecho de autodeterminación de este pueblo pero sin ingerencias de las potencias mundiales.