Sólo en esta capital unos dos mil niños hondureños viven en la calle expuestos a los peligros del narcotráfico, las enfermedades, el hambre y la falta de políticas que los protejan, reveló hoy una investigación. Según el estudio, realizado por el diario local El Heraldo, esos menores se refugian debajo de los puentes, en edificios […]
Según el estudio, realizado por el diario local El Heraldo, esos menores se refugian debajo de los puentes, en edificios viejos, e incluso algunos sólo tienen las aceras.
Redes de traficantes de drogas lucran con esos infantes y adolescentes y, sin embargo las autoridades, particularmente la policía, se muestran tolerantes a ellas e incluso, actúan con violencia hacia los menores, asegura la pesquisa.
Añade la investigación que estos pequeños en situación de riesgo, en el mejor de los casos, son expulsados por las autoridades metropolitanas para no afear el centro capitalino, y reciben únicamente el desprecio y el olvido de la sociedad.
Para sobrevivir, piden limosnas, recogen basura, limpian parabrisas entre otras «labores» y no asisten a la escuela.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 300 mil niños trabajan en Honduras.