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Pobre Mundo Rico

Fuentes: Rebelión/Altermundo

Pues sí, pobrecito él, o pobriño -como dicen los gallegos. El mundo rico claro. El actual orden mundial, esa vil jerarquía global sostenida por la globalización, por el Dios dinero, por la barbarie económica y la imposición necrosocial; la que hizo crecer las desigualdades entre los moradores del orbe hasta superar lo insoportable -la mitad […]

Pues sí, pobrecito él, o pobriño -como dicen los gallegos. El mundo rico claro. El actual orden mundial, esa vil jerarquía global sostenida por la globalización, por el Dios dinero, por la barbarie económica y la imposición necrosocial; la que hizo crecer las desigualdades entre los moradores del orbe hasta superar lo insoportable -la mitad de la población mundial vive bajo el umbral de la miseria-, hace que los olvidados, los oprimidos, los de abajo, padezcan en la carne lo que los ricos sufren en sus perturbadas mentes. Unos mueren a millones, cada día, por carencias en la sanidad, en la paz, en la comida… Los otros, se ahogan en la decadencia de un repugnante sistema formado por humanos que no tiene nada de humano. Y carencia y decadencia siempre fueron de la mano. Al fin y a la postre, todos agonizan.

Pobre mundo rico, que paradógicamente tiene recursos de sobra para asegurar una vida digna a todos sus hijos e hijas, a todas las especies y a todos los ambientes; y pobre mundo el de los ricos también, que pasa por el indomable tiempo en una suerte de catarsis, de felicidad virtual, que permanecerá como uno de los períodos más espantosos, más terroríficos de la historia natural, y de la humana. Algún día se hablará de aquellos siglos oscuros que antaño dominaron las indecentes sectas de la corrupción, de los billetes impresos con sangre, de la insensibilidad más absoluta.

Desde el día 2 de octubre se celebra en Galicia, periferia en el centro del sistema, el simposio internacional «Pobre Mundo Rico», un macroevento repleto de conferencias, debates, teatro de calle y proyecciones audiovisuales parido desde la dirección del Club Internacional de Prensa de Galicia (CIP). Más de ochenta personajes del mundo, expertos en el estudio y en la atenuación de la desigualdad y de la pobreza, harán que esa pequeña tierra atlántica se convierta durante dos meses en el altavoz de los de abajo. De ahí su importancia. Por la platea pasarán desde Carmelo García a Fray Betto, Pierre Schori, Mbuyi Kabunda, François Houtart, Carmen Velasco, Xosé Manuel Beiras, Bernard Cassen, Carlos Taibo, o Idalice Nunes, alma Sem Terra.

Cuándo Carme Carballo, la directora del CIP y madre del simposio, anunció la creación de este grito colectivo liberó a los cuatro vientos una pregunta: ¿Por qué Pobre Mundo Rico? Respondo. Porque nuestra sociedad va cayendo poco a poco en la insensibilidad de lo cotidiano, y lo cotidiano es la desigualdad y la pobreza de la humanidad. La monotonía del mirar para los pobres diría yo. Y con mirar nada hacemos. Levantar la voz y exigir soluciones, justicia social global, es lo que toca. Aquí, en el corazón de la decadencia. A lo mejor así también nos salvamos nosotros.

* Manoel Santos es biólogo y director de Altermundo