El primer ministro nepalí, Girija Prasad Koirala, izó hoy la bandera nacional en el Palacio Real, en un acto simbólico de abolición de la Monarquía, después de que el ex rey Gyanendra abandonara el edificio el pasado día 11. «La bandera nacional está ondeando ahora en las manos del pueblo en el Palacio Real», dijo […]
El primer ministro nepalí, Girija Prasad Koirala, izó hoy la bandera nacional en el Palacio Real, en un acto simbólico de abolición de la Monarquía, después de que el ex rey Gyanendra abandonara el edificio el pasado día 11.
«La bandera nacional está ondeando ahora en las manos del pueblo en el Palacio Real», dijo el octogenario Koirala tras izar la bandera en el edificio, que está previsto que se convierta en un museo.
A la ceremonia acudieron varios líderes políticos, diplomáticos y dignatarios del país del Himalaya.
«La bandera da el mensaje de la unidad de Nepal», proclamó el primer ministro interino.
El secretario del Ministerio de Interior, Umesh Mainali, dijo a Efe que el palacio era hasta ahora un lugar «prohibido» para el pueblo, que ahora tendrá acceso a él.
Sin embargo, Mainali no especificó cuándo se abrirá el museo al público, una medida que forma parte de la resolución de cinco puntos aprobada el pasado 28 de mayo por la Asamblea Constituyente, y por la cual Nepal proclamó la República y dejó atrás 240 años de Monarquía.
El ex rey Gyanendra abandonó el Palacio de Narayanhiti prometiendo seguir trabajando para el «bienestar» del pueblo nepalí, justo 15 días después de la declaración de la República.
«Siempre contribuiré al bienestar y a la tranquilidad del país. Espero que todo el mundo me ayude» en esta tarea, dijo Gyanendra en su despedida.
En todo caso, el Gobierno interino ha acordado ceder a Gyanendra como residencia el que ha sido hasta ahora su palacio de verano, el de Nagarjuna, situado en lo alto de una colina en las afueras de Katmandú.
El Gobierno nepalí se halla en situación de interinidad, a la espera de que se forme un nuevo Gobierno que deberían encabezar los maoístas, que vencieron en los comicios del pasado mes de abril.
La antigua guerrilla, enemiga del ex monarca, aún tiene que negociar con los otros dos principales partidos -entre ellos el Partido del Congreso del aún primer ministro Koirala- sobre la reintegración de los ex combatientes maoístas en el Ejército y sobre si el Gobierno podrá ser disuelto con una mayoría simple del Parlamento o con dos tercios de los votos de la cámara.