El tema del trabajo infantil se ha venido abordando desde distintas visiones, muchas veces se ha hecho desde la perspectiva de la lástima y de la caridad, o desde la prohibición con un exceso de normas y medidas que más que beneficiar a niñas, niños y adolescentes que trabajan, los perjudican. Según la Organización Internacional […]
El tema del trabajo infantil se ha venido abordando desde distintas visiones, muchas veces se ha hecho desde la perspectiva de la lástima y de la caridad, o desde la prohibición con un exceso de normas y medidas que más que beneficiar a niñas, niños y adolescentes que trabajan, los perjudican. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el mundo existen cerca de 165 millones de niños, niñas y adolescentes, con edades comprendidas entre 5 y 14 años, que trabajan, de los cuales 190 millones realizan labores peligrosas. De ellos, 20 millones son latinoamericanos.
Cada año, el 12 de junio, Día Mundial contra el Trabajo Infantil, se centra en una de las peores formas de trabajo infantil citadas en la Convención No. 182 de la OIT.
En este artículo voy a presentar diferentes perspectivas sobre la realidad de los niños trabajadores.
Isaac Ruiz Sánchez, CESIP y Coordinador Global March, ha declarado al Observatorio SELVAS desde Lima que «el Día Mundial contra el Trabajo Infantil es una fecha en la que queremos hacer un llamado de atención a los gobiernos y sociedades sobre la grave problemática que atraviesan los niños y niñas que se ven obligados a trabajar desde muy temprana edad, muchas veces en trabajos peligrosos, principalmente por la situación de pobreza de sus familias. Vemos con preocupación como este fenómeno crece en la mayor parte de nuestros países, mientras la niñez sigue sin ser una prioridad en las políticas de los estados. El trabajo a muy temprana edad, y no me refiero al trabajo de los y las adolescentes de 14 o 15 años en adelante, ni a aquellos niños y niñas que ayudan por ratos a sus padres y madres, estando protegidos y sin que se perjudique su proceso educativo, así como el trabajo peligroso (sea por su naturaleza o por sus condiciones), es una vulneración de derechos; es injusto que nuestras sociedades y estados se desentiendan de dar atención a esta problemática y obliguen a niños y niñas a ser responsables de su propio mantenimiento, de su educación, de su salud. Es una situación por demás discriminatoria que unos niños y niñas tengan que trabajar para subsistir, mientras otros niños y niñas tengan mejores oportunidades para estudiar, jugar, crear. Queremos, como dice la Convención sobre los derechos del Niño, «Todos los derechos para todos los niños» y no podemos admitir situaciones que generan exclusión en una parte de nuestra niñez.
Es contra esta situación que el Día Mundial hace un llamado; y lo hace en defensa de los derechos de millones de niños y niñas que tienen que trabajar desde muy corta edad y en trabajos peligrosos. Nos movilizamos en esta fecha no contra los niños y niñas, menos contra su dignidad, si no todo lo contrario, a favor de una vida digna; valoramos el tremendo esfuerzo que tienen que hacer niños y niñas para subsistir junto a sus familias, para combinar la asistencia a la escuela con el trabajo, doble jornada, que sabemos tiene consecuencia en su rendimiento escolar, en el menor tiempo que les queda para recrearse y jugar, en mayor cansancio. Estamos concientes que esta es una realidad, que no va a desaparecer de la noche a la mañana, pero no es una realidad deseada, no por ser parte de nuestra realidad podemos aceptarla o valorarla como positiva; no por eso vamos a dejar de señalar la responsabilidad que tienen nuestros gobiernos, que hacen tan poco para enfrentar esta problemática; no por eso vamos a conformarnos con la situación, ni a justificarla, ni a decir «qué vamos a hacer, no se puede hacer nada»; tampoco vamos a justificar esta situación de inequidad pensando que esa es nuestra realidad histórica. El Día Mundial contra el Trabajo Infantil es un llamado (tal vez utópico, es cierto, pero en la mejor acepción de la utopía) a la reflexión y a la acción, que hacemos no sólo adultos, sino también muchos niños y niñas que trabajan, y que no están de acuerdo con esta situación de vulneración de sus derechos que les toca vivir; se trata de un llamado a los gobernantes y también a las personas en general, a mirar con otros ojos el problema, a no seguir viendo a niños y niñas en las calles, realizando trabajos riesgosos, hasta altas horas de la noche y pasar impasibles, como si los niños y niñas que trabajan fueran parte del paisaje.
Cuando decimos que queremos eliminar o erradicar el trabajo infantil, lo que queremos decir es que los estados y gobiernos tienen que tener políticas económicas y sociales que permitan a los padres y madres de familia generar ingresos suficientes para vivir dignamente, sin que los niños y niñas tengan que trabajar; que tengan oportunidades de acceder a una educación de calidad, a servicios de salud adecuados, etc.; de ninguna manera queremos medidas que perjudiquen a los niños y niñas Entendemos que esto es un proceso. Finalmente, quisiera decirles que estamos también por una sociedad con igualdad de oportunidades, y que es mucho lo que nos une, más que lo que nos separa, y que ojala que en un futuro no tan lejano, podamos coincidir en esta lucha», concluye Isaac Ruiz Sánchez.
Francisco Estigarribia – Coordinación Nacional de Niños/as y Adolescentes Trabajadores CONNATs/Paraguay, desde Asunción responde a Isaac Ruiz Sánchez subrayando que «para entender lo que implica el día internacional contra el trabajo infantil, necesitamos entender, primero, quienes son lo que imponen esta celebración. En este sentido la Organización Internacional del Trabajo (OIT) desde su fundación (1919) tiene como objetivo mejorar las condiciones de trabajado de todos los trabajadores. Hoy a casi a un siglo de su fundación las realidades de la mayoría de los trabajadores y sus familias es de mayor explotación y utilización, se han perdido las grandes conquistas del sector de los trabajadores, que se habían conseguido con lucha y sangre, y es la OIT la que no tiene como justificar su inacción ante esta realidad. Segundo, estos organismos internacionales, sus proyectos y aliados (UNICEF, CONAETI, LAS ONGs, etc.) son parte de las Políticas de las Naciones Unidas, organismos que responden a intereses económicos de potencias mundiales que buscan esclavizar cada ves mas al sector de los trabajadores y presionan a los estados para firmar convenios y los castigan, si no lo firman, sin hacerles prestamos. Y los estados mismos se excusan con esas presiones para que los convenios como el 138 y 182 de la OIT, criminalicen las únicas formas de resistencia de las familias empobrecidas del mundo. Y los resultados son la mayor persecución a los Niños. Niñas y Adolescentes Trabajadores que se ven obligados a trabajar clandestinamente, y los padres son encarcelados por estas situaciones, como si fuese que los padres son los únicos responsables del bienestar de los Niños, niños y adolescentes. Las legislaciones garantizar la responsabilidad del estado cuando los padres no tienen las condiciones de brindar eso a sus familias, condiciones que han sido arrebatados por el propio sistema, la cual muchos de los estados defienden.
Tercero, defendiendo estos intereses la concepción o el modelo de Niño que defienden es una concepción europea, un modelo que no se adecua con nuestra realidad y niega las realidades históricas y actuales de nuestros pueblos. Un modelo que asume a los Niños, Niñas y Adolescentes como objeto y no como sujetos sociales y políticos de derechos.
Cuarto, este elemento es fundamental para entender la propuesta político pedagógico de nuestros movimientos en esta lucha. Nos preguntamos ¿Qué es el trabajo? Y vemos que estas organizaciones dicen que la prostitucion infantil, la explotación sexual infantil, el trafico de de drogas, la guerra armada son trabajos. Desde esta perspectiva podemos entender su concepción de trabajo y su negación de construcción histórica de este concepto. Además confunden delitos, porque todo eso es delito, cometido por adultos y el los propios estados que responden a esos intereses, con trabajo, eso es terrorismo de estado y es terrorismo imperialista. Las organizaciones de NATs entendemos que el trabajo es un valor cultural y un medio por la cual podemos transformar la naturaleza, que nos posibilita poder formarnos como personas responsables, que nos posibilita entender el mundo de otra forma y hacemos una valoración histórica. También es la identidad social, política y de clase.
Por ultimo, estos organismos internacionales, lo digo con respeto, no han tenido la capacidad y mucho menos la apertura de sentarse a discutir con respeto las posiciones que venimos construyendo. Nos han cerrado las puertas y no entienden que los propios Movimientos conformados por Niños, Niñas y Adolescentes, defendemos, desde nuestras practicas, una mirada diferente y colocamos reivindicaciones políticas y sociales, con propuestas, en todos los espacios en las cuales podemos actuar.
Quizás estos elementos les permitan conocer lo que defendemos los Movimientos de NATs, entender que nuestras visiones y propuestas cuestionan de fondo, y no de forma, el sistema económico y político en la cual nos encontramos los pueblos. Y por eso decimos que seguiremos luchando, con nuestros pares, para conquistar un mundo diferente, un mundo más justo.
Por estas razones, explicadas de forma general, rechazamos la celebración internacional contra el trabajo infantil. Por estas posiciones expuestas creemos que es necesario repensar los planteamientos, para nosotros vacíos, de los que defienden esas propuestas, carentes de responsabilidad para con el pueblo», concluye Francisco Estigarribia.
LA DIGNIDAD DE LOS NIÑOS TRABAJADORES
La Presidenta Mundial M. Marie-Lanoë del BICE ha declarado al diario «Le Monde» de Paris que «en Latinoamerica existe una verdadera cultura de la participacion de los niños en sus decisiones. Ellos conocen la Convencion y luchan para defender sus derechos y reivindicaciones». Nacida en Peru 30 años atras, el movimiento de niños trabajadores, que no defienden el trabajo de los niños mas que los niños puedan trabajar y han lanzado su semilla en todos los paises de Latinoamerica y en formas diferentes en Africa y Asia», concluye el articulo De plus en plus d’enfants déracinés et abandonnés dans le monde (http://www.lemonde.fr/planete/article/2009/06/02/de-plus-en-plus-d-enfants-deracines-et-abandonnes-dans-le-monde_1201164_3244.html).
Este protagonismo de los movimientos sociales NATs es bien visible en toda Latinoamérica.
El Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Niñ@s Adolescentes Trabajadores (www.molacnats.org), desde el Secretariado del Molacnats en Barquisimeto (Venezuela) ha difundido una declaración donde evidencia que «hoy 12 de Junio día en que organismos internacionales como la OIT-IPEC tratan de montaron teatro para decirle al mundo que nosotros los niños, niñas y adolescentes no debemos trabajar, enmarcando este día como el día internacional por la erradicación de quienes día a día aportan al país, una nueva alternativa de vida con su trabajo mientras ellos, los organismo internacionales con sus convenios oculta una realidad que es palpable. La crisis financiera mundial, es el resultado de estos organismo, gobiernos y empresas transnacionales y decimos que desde hace tiempo estos señores se vienen embolsillando dolares a costa de los trabajadores y cuando hablamos de trabajadores también incluimos o todos los NATS, ya que representamos una gran parte de la población. Crisis mundial que no la creó «Pedrito» que lustra botas en Perú ni «juanita» que trabaja en casa de su tía en Colombia; fueron ellos los señores que con sus medios de dominación destinaron a explotar a los países pobres pero en algunos casos el recetario neoliberal que aplicaron no les funcionó ¡Qué difícil vivir y trabajar en un país neoliberal ya que el Estado está simplemente al servicio de la injerencia del capital o prácticamente no existe!
Que importante es para nosotros los Nats rechazar el 12 de Junio como el día de nuestra eliminación, ya que el propósito de ésta es hacer creer al mundo que la OIT- IPEC tiene razón porque mientras ellos dicen: No al trabajo infantil, nosotros decimos y ratificamos: Sí al trajo digno de Niñ@ y Adolescentes; por un lado dicen que no nos dejen trabajar pero por otro entramos en crisis y el desempleo sube el costo de la vida también, van a haber mas pobres y mas niños en situación de calle y por lógica u otra vez los niñ@s y adolescentes tenemos que sacar la cara a través de nuestro trabajo contribuir para que nuestras familias no caigan en pobreza, pero esta campaña de estos señores de la OIT- IPEC simplemente sirve para estigmatizarnos y criminalizarnos y no aportar soluciones efectivas, ya que queda demostrado una y otra vez que el problema no es el trabajo si no que son las condiciones de explotación en la que precisamente el sistema económico neoliberal obliga a trabajar a millones de hombres, mujeres y niños en el mundo.
Hay nos unimos como una sola voz, los miles de Nats que en América Latina, Asia y África nos venimos organizando para hacer presente nuestras denuncias contra todo de forma de discriminación, de explotación y maltrato. Reivindicamos todos los derechos de todos y todas los niños y niñas del mundo entero, defendemos e impulsamos la creación de alternativas de vida y trabajo dignos para todos y todas los y las trabajadores», concluye el MOLACNATs.
Cristiano Morsolin, operador de redes internacionales para la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Trabaja en Latinoamérica desde 2001. Co-Fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS.