Un pequeño ejército de voluntarios de organizaciones no gubernamentales recorre Birmania para vacunar a 3,4 millones de niños contra una rara cepa del virus de la poliomielitis que ha resurgido tres años después de que el país se declaró libre de la enfermedad. Unos 12.000 voluntarios corren contra el tiempo para llegar a cerca de […]
Un pequeño ejército de voluntarios de organizaciones no gubernamentales recorre Birmania para vacunar a 3,4 millones de niños contra una rara cepa del virus de la poliomielitis que ha resurgido tres años después de que el país se declaró libre de la enfermedad. Unos 12.000 voluntarios corren contra el tiempo para llegar a cerca de 115 de los 325 municipios de esta nación del sudeste asiático.
Autoridades sanitarias locales y funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) quieren que los niños menores de cinco años reciban la vacuna oral antes de que se desate el Monzón, a fines de mayo. Pero los voluntarios enfrentan otras dificultades: muchas de las comunidades son inaccesibles, y la salud no es una prioridad para el gobierno birmano. «Llegar a poblaciones dispersas y móviles y a áreas de difícil acceso será todo un desafío», dijo Tin Htut, especialista en inmunización infantil de la oficina birmana del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) . «Se realizarán los mejores esfuerzos para llegar a cada niño, mediante visitas casa por casa», señaló.
La poliomielitis, que se transmite a través de los excrementos humanos, ataca el sistema nervioso y «puede causar parálisis irreversible en un plazo de horas» y «los niños son los más vulnerables», según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La actual campaña masiva de vacunación en Birmania tiene lugar cuando un nuevo gobierno reemplaza a una sucesión de regímenes militares opresivos que han estado en el poder durante casi 50 años.
El nuevo gobierno, que asumió luego de las elecciones generales de noviembre –las primeras en 20 años–, todavía está ampliamente pautado por los militares, aunque ostenta una fachada civil. Los críticos de los líderes militares birmanos no esperan que el nuevo gobierno se interponga en el camino de la campaña de inoculaciones, pero se preguntan si el presidente Thein Sein inyectará más fondos al sistema de la salud pública. El último presupuesto nacional, anunciado en enero, había asignado casi 25 por ciento para las fuerzas armadas, de unos 450.000 efectivos, y apenas 1,3 por ciento para la salud.
La preocupación por el resurgimiento del virus salió a la luz en diciembre, luego de que un bebé de siete meses fue infectado en el central municipio de Yamethin. El caso alentó al Departamento de Salud a inmunizar inmediatamente a 10.000 niños que viven en los alrededores. Y también puso fin al periodo 2007-2010 en que agencias de la ONU declararon a Birmania «libre de polio». «La aparición de un solo caso de polio en un área previamente libre de la enfermedad se considera una emergencia sanitaria que requiere respuestas rápidas y de alta calidad», dijo Ramesh Shreshta, quien está al frente de la oficina birmana de Unicef, antes de lanzarse la actual campaña de vacunación.
El breve brote de polio que tuvo lugar en 2007 ocurrió siete años después de que Birmania fue declarada libre de este mal.
La Iniciativa Mundial de Erradicación de la Poliomielitis, liderada por la OMS, Unicef y Rotary Internacional, entre otros, está por vencer, finalmente, a este virus. «Desde 1988 (cuando se lanzó la Iniciativa Mundial), la incidencia de la polio se redujo más de 99 por ciento», dijo Patrick O’Connor, de la oficina regional de la OMS para Asia sudoriental, con sede en Nueva Delhi. De más de 350.000 niños paralizados en 125 países endémicos en 1988, la incidencia cayó a 974 niños en 2010, destacó O’Connor en una entrevista. «Apenas cuatro países siguen siendo endémicos: Afganistán, India, Nigeria y Pakistán», agregó.
Pero la reaparición de la rara cepa del virus en una comunidad donde algunas personas han sido inmunizadas y otras no sirve como llamado de alerta a los expertos en salud pública.
En ocasiones, la vacuna «puede cambiar genéticamente y propagarse, causando parálisis en comunidades que no están totalmente inmunizadas, especialmente en áreas con saneamiento de mala calidad y hacinamiento», según la OMS. «Todos los países de la región que tienen comunidades mal inmunizadas son susceptibles a todas las formas del virus de la polio y están potencialmente en riesgo», explicó O’Connor. «Más recientemente, Nepal, Indonesia y Bangladesh» importaron el virus «luego de un periodo libre de polio», agregó.
Autoridades locales y agencias de la ONU están ahora abocadas de lleno a la campaña contra la enfermedad. «La primera ronda (de vacunaciones) estaba planeada para la primera semana de abril y la segunda (empezará) la primera semana de mayo», dijo Tin Htut, de Unicef. «Si este nuevo gobierno es sincero, debería gastar dinero para mejorar el sistema de salud», dijo a IPS un médico radicado en Rangún que pidió no ser identificado. «Será más asistencia extranjera que fondos locales lo que pagará campañas como la de erradicación de la polio», sostuvo.