El viejo mundo se ve superado por los hechos.
En medio de los ecos de la pandemia que siguen resonando y condicionan muchos sectores de la actividad cotidiana, la necesidad de conceptualizar “el mañana” parece imprescindible. Y también urgente, según los promotores del “Manifiesto 2020”, que una veintena de personalidades sociales presentaron en Suiza la última semana de junio.
Las y los firmantes se autodefinen como “individuos preocupados por el futuro de la humanidad”, y con sus reflexiones intentan alimentar un movimiento planetario que busca, luego de la crisis del coronavirus, “construir un mundo mejor y armonioso”.
Entre ellos, por citar alguna-os, el ex experto de las Naciones Unidas, Jean Ziegler; Jacques Dubochet, investigador y Premio Nobel de Química 2017; el oncólogo Franco Cavalli, ex presidente de la Unión Internacional contra el Cáncer, así como las dirigentes sindicales, sociales, ambientalistas y feministas Cora Antonioli, Liliane Christinat, Amanda Ioset, Anne Papilloud y Ana Ziegler. Dos de los más destacados dibujantes políticos del país, Thierry Barrigue y Vicent L’Epée, enriquecen con su arte el Manifiesto 2020.
“El viejo mundo mostró sus límites”
“Lo denominamos Manifiesto, como lo podríamos llamar Declaración o Convocatoria”, explica el cantante y escritor helvético Michel Bühler, uno de los promotores que lanzaron la iniciativa (https://www.manifeste2020.ch/)
No pretende ser un documento ni cerrado ni perfecto, aclara. “Es perfectible, es un espacio de reflexión nacido a partir de nuestra responsabilidad ciudadana”. Ante la crisis, había dos actitudes: cruzarse de brazos y esperar, o bien, promover una reflexión colectiva sobre el día después, puntualiza.
Todos los que contribuimos con nuestros aportes, explica Michel Bühler, provenimos de un espacio amplio, con diversidad de visiones, progresistas. Y compartimos la convicción que las sociedades son creaciones humanas. Y la nuestra no escapa a la regla. Está basada, en una concepción que acepta el poder ilimitado de la economía, la explotación de la naturaleza y la competencia entre los seres humanos. “Esta sociedad favoreció la aparición y el desarrollo de la crisis sanitaria que desembocó en una importante crisis económica y social”, enfatiza.
El documento subraya que “volver a la organización de la sociedad que prevalecía antes de la pandemia, sería reproducir las condiciones que favorecerán la emergencia de nuevas crisis. Esto sería irresponsable y suicida”.
¿Se aprenderá algo de esta situación, se interroga el Manifiesto 2020? Y la respuesta es inmediata: “el viejo mundo mostró sus límites, es necesario imaginar el de mañana, centrado en lo humano, solidario y respetuoso del medio ambiente”.
Reflexiones y aportes
“Suprimir inmediatamente y de forma radical la deuda externa de los países más pobres del planeta”, es una de las propuestas enarboladas por el sociólogo Jean Ziegler, ex – Relator Especial da las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación
El Premio Nobel de Química 2017 Jacques Dubochet, avanza iniciativas concretas y recomendaciones “para salvar la biodiversidad y asegurar un futuro durable”.
La joven militante a favor de los derechos de los migrantes, Amanda Ioset, sugiere la regulación inmediata de todos los extranjeros presentes en territorio suizo desde hace tres años.
En tanto el doctor en medicina y fundador de Médicos del Mundo/Suiza, Nago Humbert, – promotor de la iniciativa junto con Michel Bühler-, insiste en una reivindicación histórica de la sociedad civil helvética: destinar el 0.7% del Producto Nacional Bruto a la cooperación internacional.
Humbert, junto con el prestigioso oncólogo Franco Cavalli, ex presidente de la Unión Internacional contra el Cáncer, se pronuncian a favor del reforzamiento del sistema de salud pública, del freno a la privatización de este sector y de la creación de una Caja de Salud única, donde cada habitante cotice proporcionalmente a sus ingresos.
Anne Papilloud, secretaria general del sindicato suizo (región francófona) del espectáculo, da pistas a favor de una cultura durable, local, abierta, inclusiva y portadora de esperanza. “Sostener las culturas y no *la* cultura”, enfatiza.
Un reto fundamental de futuro es priorizar y favorecer a los jóvenes, enfatiza Pierre-Yves Maillard, diputado nacional y presidente de la Unión Sindical Suiza, la más importante organización confederal de los trabajadores. Y reivindica, en todas partes del mundo, los derechos fundamentales a la formación profesional y a un primer empleo, para evitar así, el impacto creciente del desempleo.
“Un impuesto a las grandes fortunas y a los grandes salarios”, propone el profesor de Economía de la Universidad de Friburgo Sergio Rossi. Las políticas fiscales, presupuestarias y monetarias “deben permitir dar respuesta a las necesidades del conjunto de la población” apostando a la sostenibilidad social y ambiental.
Ana Ziegler, joven estudiante y activista de la «Huelga del Clima”, enumera 9 puntos para repensar el nuevo mundo luego de la pandemia. El más universal, tal vez, el reemplazo del concepto Producto Interno Bruto (PBI) por el de Índice de Desarrollo Durable (IDD), en tanto “indicador decisivo de la calidad de vida y la prosperidad a nivel internacional”.
“Botella al mar”
El Manifiesto 2020 es, en cierta forma, una botella lanzada al mar. Ejercitando, colectivamente, el deber ciudadano de participar en la elaboración de propuestas alternativas, reflexiona Michel Bühler.
Casi misión imposible elaborar una síntesis exacta de propuestas tan ricas como originales. No tendría sentido, argumenta el escritor y cantante. “Lanzamos esta propuesta como una construcción de tela de araña. Invitando a amigos y personalidades de diferentes sectores, acumulando y reuniendo, pero sin pensar en que lograremos dar respuesta a todos los desafíos de la sociedad y del mundo post pandémicos”.
Y recuerda que fue importante convocar, elaborar y reunir los materiales aceleradamente. “Lo hicimos en la urgencia. En medio de una situación de semi confinamiento y con el objetivo de estar presentes con nuestras primeras reflexiones a corto plazo”, aclara.
Lo más significativo de este Manifiesto es que “nadie de las personas que contactamos respondió negativamente”. Todas y todos demostraron su disposición a participar. Hay una fuerza motora de edades diferentes, de mujeres y hombres comprometida-os, “conscientes que no podemos volver a la anormalidad del mundo anterior. Y convencidos en la necesidad de soñar y diagramar aportes para otra sociedad suiza y para otro mundo posible, concluye.