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¿Por qué el mundo está en guerra?

Fuentes: Rebelión

Padecemos una gran guerra de alcance global. El inicio de la escalada puede situarse a fines de la década de 1990, momento en que la agresión de la OTAN a Yugoslavia dio paso al modelo de violencia feroz e inacabable que ha prevalecido desde entonces. Inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, los neoconservadores straussianos estadounidenses iniciaron la demolición de países completos en Oriente Medio y África1, con el propósito de mantener los privilegios financieros y territoriales del grupo oligárquico que domina en Occidente.

Los conflictos militares en Ucrania, Palestina, Líbano, Siria, Somalia, Yemen, Myanmar o Sudán, las decenas de revoluciones de colores auspiciadas por la CIA, como es el caso actual de Georgia y Rumania, así como la inestabilidad política generada por el Pentágono y las agencias estadounidenses en decenas de países, desde Pakistán o Armenia hasta Perú, Colombia o México2, son fenómenos que se explican fundamentalmente por las mismas razones, esto es, preservar la hegemonía financiera y hacer negocio con la guerra.

Una transformación como la que experimenta el mundo no se da todos los días. El orden unipolar que ha dominado por más de trescientos años está cediendo el paso inexorablemente al orden multipolar emergente, integrado por un amplio grupo de países que se articula en torno a los BRICS y a la Iniciativa de la Franja y la Ruta liderada por China.

Nacimiento y auge del hegemón político-financiero

Desde que formalmente apareció en el año 1694 con la fundación del Banco de Inglaterra, la supremacía del poder financiero está siendo cuestionada después de 328 años de dominio prácticamente absoluto. El hegemón político-financiero comenzó por controlar al rey Guillermo III al sacar a su gobierno de la bancarrota provocada por años de guerra, mediante un millonario y oneroso crédito. A cambio, los dueños del dinero exigieron como pago la creación de un banco privado, que fuese legitimado por la corona, con el privilegio de emitir dinero creado de la nada para prestarlo al propio gobierno y al público en general.

Quienes encarnan el hegemón son despiadados por naturaleza, pues uno de sus más grandes y lucrativos negocios son las guerras. Primero las provocan y las sostienen financieramente, para luego apropiarse de las empresas, los bienes y los recursos de vencedores y vencidos. Financian a los bandos enfrentados, que venden su alma al diablo al contratar toda la deuda que consideran indispensable para imponerse a sus adversarios. Los bancos nunca pierden porque los préstamos suelen estar condicionados a que el vencedor honrará las deudas del vencido, como fue el caso cuando financiaron por igual a los bolcheviques y a quienes invadieron al poco tiempo la Unión Soviética, o cuando apoyaron al mismo tiempo a Hitler y a los aliados.

Tiempo después de la fundación del Banco de Inglaterra, el clan de la Casa Rothschild (originario de Frankfurt) fundó bancos centrales privados por toda Europa. Uno de los hijos de su líder se trasladó a Manchester y luego a la City de Londres, donde poco a poco consiguió convertirse en el poder real del banco central y del conjunto de los circuitos financieros anglosajones. Pero la fiesta apenas comenzaba.

Desde que consumó su independencia, Estados Unidos se transformó en una potencia económica emergente y en un territorio estratégico a ser conquistado por el capital financiero, europeo y nativo. Durante 150 años, una de las más enconadas disputas entre los patriotas fundadores3 de la Unión y los banqueros y sus personeros, fue el establecimiento de un banco central privado que tuviese el monopolio para la emisión de dinero. Desde Benjamín Franklin y Andrew Jackson hasta Abraham Lincoln y más allá, la lucha ha sido feroz.

Asociados con los más importantes exponentes del hegemón financiero de Europa, los verdaderos triunfadores de la guerra de secesión de la década de 1860 fueron aquellos que se aprovecharon del conflicto para apropiarse de los activos fundamentales de la nación estadounidense. El grupo de Rockefeller, Vanderbilt, JP Morgan, Stanford, de la mano de Kuhn y Loeb, Frank Vanderlip, Charles Norton y algunos más, constituyó la base para el nacimiento el Banco de la Reserva Federal, impuesto fraudulentamente al pueblo estadounidense y al gobierno del presidente Woodrow Wilson en diciembre de 1913.4

A partir de entonces, la expansión mundial del imperio estadounidense —comandado por este grupo— fue imparable; sin embargo, la lucha interna por el control de la emisión de dinero no ha cesado un solo día. Tal vez el momento más álgido de este enfrentamiento tuvo lugar en el año 1963, cuando el presidente John F. Kennedy publicó la Orden Ejecutiva 11110, que devolvía al gobierno la facultad de emitir moneda. Pero eso no fue todo. Una semana después, Kennedy dio un discurso en la American University de Washington en el que anunció una reunión con el líder soviético, Nikita Kruschev, para negociar el fin de la escalada armamentista. El intento por terminar, al mismo tiempo, con el monopolio de la Reserva Federal para emitir dólares y con el privilegio de la plutocracia político-financiera para iniciar guerras —en un país que desde su fundación sólo ha estado en paz durante 17 años— le costó muy caro al presidente y a su hermano Robert.

El ascenso del orden multipolar y la “trampa de Tucídides”

Frente al implacable ascenso del poder chino durante los últimos cuarenta años, el hegemón se siente amenazado como nunca en su historia. La ventaja de China es clara en los campos económico, tecnológico, financiero, comercial, de inversiones, demográfico e infraestructural, entre otros. Sumado a eso, su alianza geoestratégica con el poderío militar y político de Rusia durante los últimos diez años la ha transformado en un formidable oponente para Occidente.

Para los globalistas y los autollamados “patriotas”, que se disputan el control de la política en Washington, el enemigo a vencer es China. Solo parecen diferenciarse en la forma en que intentan enfrentar la amenaza que esa poderosa nación representa para la continuidad de su poder hegemónico en el mundo. Entre los demócratas se observa la existencia de un consenso sobre la necesidad de que Estados Unidos derrote primero a Rusia y luego a China5; por su parte, entre los republicanos trumpistas domina la idea de que Estados Unidos requiere hacer las paces con Rusia cuanto antes para poder derrotar a China6. En cualquier caso, sin embargo, el imperio del hegemón político-financiero ha caído en la llamada trampa de Tucídides: “fue el ascenso de Atenas y el temor que esto infundió en Esparta lo que hizo inevitable la guerra”. Como ha sucedido a lo largo de la historia, los imperios que dominan se resisten a perder su hegemonía, y prefieren enfrentar de manera violenta a los poderes y países emergentes antes que entregar el control de las posiciones y de los recursos vitales.

Durante la presidencia de Joseph Biden ha predominado la obsesiva carrera del poder oligárquico y político-militar estadounidense por alcanzar la destrucción de la nación rusa mediante una guerra híbrida7. Para los globalistas que están detrás de Biden, la arrasadora victoria de Donald Trump el 5 de noviembre pasado los colocó inevitablemente en una carrera contra el tiempo. Intentaron detenerlo de todas las formas posibles —incluso a balazos—, pero no lo consiguieron; por lo que, en este interregno desde el día de las elecciones hasta la toma de posesión el 20 de enero de 2025, están minando el terreno hasta donde les es posible para que el nuevo presidente no esté en condiciones de modificar sustancialmente la ruta de enfrentamiento de Estados Unidos contra Rusia.

Han tensado hasta límites insospechados los frágiles hilos que mantienen al mundo al margen de una conflagración mundial, de una forma aún más peligrosa que la vivida durante la llamada “crisis de los misiles” de octubre de 1962 cuando Estados Unidos detectó la presencia de misiles soviéticos en Cuba. La OTAN invadió Rusia (región de Kursk) mediante un operativo carente de propósito militar claro, que le ha representado a la fecha casi cuarenta y un mil bajas de sus mejores tropas y la pérdida de equipo y municiones que fueron distraídos del frente principal de guerra dentro de Ucrania en un momento crítico del conflicto. Pocos días después de la derrota del 5 de noviembre, el gobierno de Biden autorizó el uso de misiles ATACMS para atacar el interior de Rusia, y algo semejante hicieron el primer ministro británico, Keir Starmer, con sus misiles Storm Shadow, y el presidente Emmanuel Macron de Francia con sus misiles SCALP.

Ante la amenaza existencial en contra de la nación rusa la respuesta de Vladimir Putin no se hizo esperar y el 21 de noviembre anunció que Rusia había lanzado el nuevo misil hipersónico —Oreshnik— sobre Ucrania, mismo que, por sus características técnicas8 vino a cambiar con un solo impacto las reglas del juego bélico entre Rusia y Estados Unidos9. Unos cuantos días después tuvo lugar un sorprendente movimiento militar de Estados Unidos y sus aliados de Turquía e Israel, que precipitó la caída del régimen de Bashar al-Ásad en Siria, de una manera que cambió en pocos días la correlación de fuerzas en el Oriente Medio a favor del hegemón de Occidente y en contra de Irán, Hezbolla y Rusia10.

Por sí solos, estos dos acontecimientos, que suceden en un período de tiempo muy corto, dejan ver con claridad que el tránsito del orden unipolar al multipolar es un proceso extremadamente complejo, no lineal, que mantendrá al mundo en un vaivén de incertidumbre y cuya posible duración es imposible anticipar. Sin embargo, dada la superioridad multidimensional del China y la ventaja bélica de Rusia frente a sus adversarios, la situación no parece ser demasiado favorable para Estados Unidos y sus aliados.

¿En qué punto se encuentra el conflicto?

En cuanto al primer pilar de su poder —la guerra— el hegemón no se encuentra en la mejor posición. Su desventaja en guerra convencional y nuclear frente a Rusia se ha agudizado con la demostración del misil Oreshnik, ya que, según el presidente Putin, una cantidad suficiente de estos misiles convierte en innecesario el uso de armas nucleares. A su vez, el presidente electo, Donald Trump, declaró el 25 de noviembre: “Me opongo firmemente al envío de misiles a cientos de kilómetros dentro de Rusia. ¿Por qué estamos haciendo esto? (…) Sólo estamos escalando esta guerra y empeorándola”11. Sin duda, la posición debilitada del hegemón en el terreno geoestratégico incrementa el peligro de la utilización de armas nucleares como última instancia.

Por lo que respecta al dólar, entendido como el segundo de los pilares de la superioridad de la élite financiera globalista, la situación no es mucho mejor. Esto es así, porque a partir de la cumbre de los BRICS realizada en Kazán en octubre pasado, se han acelerado y multiplicado los intercambios comerciales en monedas nacionales de los socios, al margen del dólar. Cada vez son más países los que se suman a este tipo de intercambio en virtud de que su desconfianza hacia la divisa estadounidense se ha exacerbado en la medida que Washington la utiliza como arma contra aquellas naciones que no se someten a su voluntad. Con el cambio de la situación en Oriente Medio a su favor, el hegemón tendrá un margen de maniobra acrecentado para controlar estratégicamente el principal recurso energético, abundante en la zona; así, por ejemplo, al despejar el terreno en Siria, podrá continuar con su plan de construir un gasoducto desde Qatar hasta Europa cruzando por ese país y por Turquía. Si bien el desarrollo de una moneda de los BRICS es un proyecto aún en estado de gestación que puede tardar años, el gobierno de Xi Jinping está probando una estrategia financiera con mucho potencial para restarle fuerza al dólar: China emitió dos mil millones de dólares en bonos soberanos denominados en dólares en Arabia Saudita, lo que implica que los inversores prestaron dólares al gobierno chino y se comprometieron a devolverlos. Hasta aquí, nada especial. Lo llamativo es que esa emisión se hizo a una tasa de interés similar a la utilizada por el Tesoro de Estados Unidos y superó en veinte veces la oferta inicial, cuando lo habitual es que sea superada dos o tres veces. Pero, además, “la elección de Arabia Saudita y el hecho de que los saudíes hayan aceptado esto es particularmente significativo dado su papel histórico en el sistema global del dólar, el llamado sistema del ‘petrodólar’ (…) Al emitir bonos en dólares en Arabia Saudita, que compiten directamente con los bonos del Tesoro de Estados Unidos, y obtener esencialmente el mismo tipo de interés, China está demostrando que puede operar como un administrador alternativo de la liquidez en dólares, justo en el corazón del sistema del petrodólar”.12 De generalizarse este mecanismo, la presión sobre el hegemón crecería exponencialmente. A todo esto, hay que agregar el inmanejable tamaño de la deuda de Estados Unidos, que a su vez presiona hacia la expansión del enfrentamiento bélico como un último recurso para el no pago de la misma.

Conclusión

El riesgo de un escalamiento incontrolado del conflicto es extremadamente alto, de ahí que resulte de primordial importancia la emergencia de un movimiento mundial por la cooperación, la paz y el desarme. Como nunca, se requiere de la iniciativa de personajes con la estatura de Alfonso García Robles y Carl Sagan para encabezar este reto de dimensiones extraordinarias.

Notas:

1 Ver las declaraciones del excomandante de la OTAN, Wesley Clark, sobre el Plan de Estados Unidos para invadir 7 países en 5 años, https://youtu.be/2VkwiY2nuUE?si=MEItMY7pz2niw2h_

2 Ver Alberto Carral, México y los vórtices de la inestabilidad mundial, 2 de abril de 2016, publicado por Rebelión.

3 Los patriotas veían con mucha desconfianza la creación de un banco central privada, dada la experiencia del elevado endeudamiento del gobierno británico.

4 Ver Robert J. Burrowes, Análisis histórico de la élite global: saqueando la economía mundial hasta que “no seas dueño de nada”, en Global Research, 17 de agosto de 2024. En su escrito Burrowes define la élite global como: “…aquellas familias que habían adquirido una enorme riqueza y establecido firmemente su poder político y económico preeminente en la sociedad global hacia fines del siglo XIX. Estas familias han desempeñado un papel central en la configuración de instituciones y eventos antes y después de esa época, proporcionando así el marco en el que han surgido otras personas ricas desde entonces…Para desempeñar su papel fundamental en la configuración del mundo moderno para que sirva a sus propósitos, esta Élite ha facilitado la creación de una vasta red de agentes –corporaciones, instituciones, otras familias e individuos– que son propiedad de esta Élite y/o están controlados por ella y actúan como “frentes” para promover los intereses de la Élite.

5 Son convencidos de la teoría de Mackinder: «Quien gobierne en Europa del Este dominará el Heartland; quien gobierne el Heartland dominará la Isla-Mundial; quien gobierne la Isla-Mundial controlará el mundo.» Cualquier poder que controlase la Isla-Mundial controlaría más del 50 % de los recursos del mundo. Según esta teoría, el tamaño del Heartland y su posición central lo convierten en la clave para controlar la Isla-Mundial.

6 Arnaud Bertrand (@RnaudBertrand) en la red social X, https://x.com/RnaudBertrand/status/1797797857485009130

7 Ver Alberto Carral, Estados Unidos arrastra al mundo hacia la tercera guerra mundial, 3 de julio de 2024, publicado por Rebelión.

8 Impacta a diez veces la velocidad del sonido (3 kilómetros por segundo), carga seis cabezas que pueden ser dirigidas a diferentes objetivos y cada una de ellas lleva a su vez seis submuniciones , puede cargar cabezas convencionales o nucleares, su precisión es sobresaliente, no existe a la fecha forma de detenerlo (ningún país de la OTAN puede hacerlo), la energía cinética que genera el impacto es comparable a la de un arma nuclear pero sin causar daño periférico ni contaminación radioactiva, es capaz de alcanzar cualquier tipo de instalación subterránea y convertirla en polvo debido a los cuatro mil grados centígrados que genera al momento del impacto, entre otras ventajas técnicas.

9 Negocios TV, Putin advierte: Un ataque con misiles Oreshnik puede equivaler a un ataque nuclear, en la red YouTube, https://youtu.be/xi5TKdZiqDc?si=2BU3l-th0im3DkJ_

10 Ver el análisis realizado por @PartisanGirl de lo que ha pasado en Siria después de la ofensiva de Occidente, publicado por la red X, https://x.com/Partisangirl/status/1865305305737007418

11 Trump se opone “firmemente” al uso de misiles de EEUU para atacar Rusia, según una entrevista, publicado por SWI swissinfo.ch el 13 de diciembre de 2024, https://www.swissinfo.ch/spa/trump-se-opone-%22firmemente%22-al-uso-de-misiles-de-eeuu-para-atacar-rusia%2c-seg%c3%ban-una-entrevista/88584072

12 Ver el análisis sobre la emisión de bonos soberanos denominados en dólares estadounidenses por parte de China en Arabia Saudita, realizado por Arnaud Bertrand @RnaudBertrand en la red X, https://x.com/RnaudBertrand/status/1859446480198828360?t=qWiRZJlpEAvdE4OvmmWO_g&s=03

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