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A India no le asusta Fukushima

Fuentes: IPS

La tragedia de Fukushima, en Japón, no disuadió a India de construir el mayor complejo nuclear del mundo en Jaitapur, en su costa occidental, aunque el gobierno anunció que impondría un estricto régimen de seguridad. «El proyecto de Jaitapur se implementará en etapas y la primera incluirá dos reactores de 1.650 megavatios», reza una declaración […]

La tragedia de Fukushima, en Japón, no disuadió a India de construir el mayor complejo nuclear del mundo en Jaitapur, en su costa occidental, aunque el gobierno anunció que impondría un estricto régimen de seguridad. «El proyecto de Jaitapur se implementará en etapas y la primera incluirá dos reactores de 1.650 megavatios», reza una declaración oficial divulgada tras una reunión de alto nivel realizada esta semana con la participación del primer ministro Manmohan Singh.

Se realizará una evaluación de impacto ambiental de los reactores, que se importarán de Francia, antes de que comiencen a operar en 2019, añade el comunicado.

En un principio se previó que el proyecto del occidental estado de Maharashtra contaría para 2018 con seis reactores de 1.650 megavatios, suministrados por la empresa francesa Areva. La iniciativa no saldría menos de 12.000 millones de dólares. La misma compañía también suministrará el uranio para hacerlos funcionar.

Cada reactor tendrá su propio sistema de seguridad independiente y serán operados y mantenidos por separado, informó el ministro de Ambiente Jairam Ramesh, tras la reunión del martes. «En Fukushima hubo un fallo en cadena de los reactores y eso es lo que preocupa a la gente respecto de Jaitapur», indicó Ramesh.

El gobierno también anunció que aprobará una ley para crear una Autoridad Reguladora Nuclear autónoma que reemplazará a la Junta Reguladora de Energía Atómica, muy criticada por su falta de independencia respecto del poderoso y hermético Departamento de Energía Atómica. «Es muy bueno», señaló A. Gopalakrishnan, científico y ex presidente de la Junta Reguladora, quien desde hace años lleva adelante una cruzada contra el funcionamiento secreto de la institución nuclear del país.

Gopalakrishnan dijo a IPS que espera que la norma «dé la suficiente transparencia y responsabilidad pues es la mejor manera de prevenir algo como lo que sucedió en Fukushima».

Varios «incidentes» en India se taparon sólo porque el sector nuclear civil entra dentro de la Ley de Secretos Oficiales, que se remonta a la época colonial, explicó. «India debería adaptar el nuevo órgano regulador a la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa», indicó Gopalakrishnan.

El comunicado oficial también señala que se buscará la asistencia del Equipo de Revisión de Seguridad Operativa de la Asociación Internacional de Energía Atómica y que «se utilizará la mejor pericia disponible para garantizar los más altos niveles de seguridad».

El gobierno informó que en breve anunciará nuevos paquetes para compensar a las personas desplazadas por la expropiación de tierras para el parque nuclear, en respuesta a las protestas en la zona de Jaitapur, lanzada por organizaciones defensoras de agricultores y pescadores. «El gobierno de Maharashtra y la Corporación de Energía Nuclear de India Limitada negocian un generoso paquete de compensación que pronto se dará a conocer», reza la declaración oficial.

Los enfrentamientos entre manifestantes y policías de la semana pasada dejaron una persona muerta y 20 heridas. El derechista partido regional Shiv Sena también declaró que no dejará que ningún parque nuclear se instale en Maharashtra.

Ciudadanos ilustres enviaron el mes pasado una petición al primer ministro reclamándole una revisión independiente de la seguridad de las instalaciones nucleares de India y una moratoria sobre futuras actividades atómicas.

Entre las figuras que firmaron se encuentra el ex jefe de la Marina de India, Lakshminarayan Ramdas, el ex vicerrector de la Universidad de Delhi, Deepak Nayyar, los historiadores Mushirul Hasan, Romila Thapar y Ramachandra Guha, los economistas Amit Bhaduri y Jean Dreze así como los escritores Arundhati Roy y Nayantara Sehgal.

La generación centralizada de energía nuclear fomentó el hermetismo y llevó al surgimiento de una «elite de tecnócratas irresponsables, no democráticos y con intereses creados», señaló Ramdas.

El gobierno reiteró su plan de cuadruplicar la producción de energía nuclear, de los actuales 4.650 a 20.000 megavatios para 2020, arguyendo que el país tiene una enorme necesidad y que es una importante fuente alternativa limpia.

Los 20 reactores nucleares existentes son pequeños, de construcción local y de baja producción, y representan menos de tres por ciento de la matriz energética. La situación se atribuye al embargo de materiales y de tecnología sobre India por explotar de forma clandestina un dispositivo nuclear en 1974.

Pero todo cambió después de que las naciones del Grupo de Suministradores Nucleares (GSN) ofreciera una exención especial y específica para este país, no signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear, para reanudar el comercio internacional de material nuclear.

La decisión siguió al histórico Acuerdo de Cooperación Nuclear Civil India-Estados Unidos, de 2008.

Gopalakrishnan está a favor del «avance necesario» para expandir la energía nuclear, pero está contra el proyecto de Jaitapur porque está basado sobre consideraciones políticas que pasan por alto cuestiones de seguridad respecto de los Reactores Presurizados Evolutivo (RPE) de Areva, no puestos a prueba.

El primer reactor RPE, en construcción en Oliluoto, Finlandia, está envuelto en un litigio por cuestiones de seguridad. Algo similar ocurre con el segundo, fabricado en Flamanville, en la región francesa de Normandía, que llegó a poner en riesgo el futuro de Areva. «El acuerdo con Areva fue un canje por el apoyo de Francia a la exención especial que el GSN le dio a India», indicó Gopalakrishnan.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=98081