Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
(A punto de partir de Kabul)
La noticia de la muerte del paracaidista italiano en el frente sudoccidental afgano le resultará inesperada sólo a quien no tenga bien claro que los soldados italianos en Afganistán están combatiendo en una guerra. No ya en cuanto «tropas de reserva», como ocurría en los últimos años, sino como fuerzas combatientes equiparables a los estadounidenses, británicos y canadienses. Desde que, al comienzo de la primavera, el gobierno Berlusconi desplegó en Afganistán a los paracaidistas de la brigada «Folgore», eliminando las limitaciones operativas en vigor desde 2001, las tropas italianas penetraron en territorio enemigo lanzando una ofensiva destinada a arrebatar a los talibanes el control de la provincia sudoccidental de Farah con el fin de contener su avanzada hacia el noroeste de Afganistán. Primer objetivo: la reconquista de la carretera 517, la única que comunica la capital provincial, Farah City, con la «Ring Road», la carretera nacional circular que une todas las ciudades del país. El atentado de ayer ocurrió precisamente en la 517. Desde mayo, para «asegurar» esta carretera, las tropas italianas están matando a guerrilleros talibanes y, por lo que parece, también a civiles, como el pasado 13 de mayo, cuando en el pueblo de Pasht-e-Rod, un campesino murió por disparos efectuados desde un medio blindado en el que estaba escrito «Italia», según testimonios de residentes. «Antes la gente de aquí veía con buenos ojos a los soldados italianos porque ayudaban a la población -cuenta a Peace Reporter Bilquees Roshan, consejera provincial de Farah- pero últimamente las cosas han cambiado». Los ataques de la guerrilla talibán contra nuestras tropas han aumentado exponencialmente en los últimos dos meses.
«Es normal», nos explica desde Herat el subteniente Marco Amoriello. «Desde que nuestra actividad aumentó en las zonas más peligrosas, nuestros hombres están más expuestos a ataques». Más aún desde que muchos talibanes, que huyen de la gran ofensiva de EEUU en la provincia de Helmand, lo hicieron hacia la «tranquila» provincia de Farah. El subteniente Amoriello ventila esta relación como «elucubraciones sin sentido», pero hace pocos días el comandante provincial de la policía de Herat, general Esmatulá Alizai, denunció esta realidad diciendo que el mando militar italiano se había quejado por el efecto lamentable de la operación estadounidense en Helmand. Hacía tiempo que nuestros aliados pedían a Italia que «cumpliera con su parte» en la guerra en Afganistán. Y morir forma parte de la guerra.
http://it.peacereporter.net/articolo/16722/Afghanistan%2C+morire+da+alleati