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«Avaricia», libro polémico llega a Latinoamérica

Fuentes: Agencias

El periodista italiano Emiliano Fittipaldi, autor de «Avaricia», el libro que destapa supuestos escándalos financieros del Vaticano y que ahora llega a América Latina, dijo a ANSA que espera que le sirva al Papa Francisco para «hacer limpieza con hechos y no solo con palabras». Fittipaldi (Nápoles, 1974) se siente «defraudado» del pontífice pues tras […]

El periodista italiano Emiliano Fittipaldi, autor de «Avaricia», el libro que destapa supuestos escándalos financieros del Vaticano y que ahora llega a América Latina, dijo a ANSA que espera que le sirva al Papa Francisco para «hacer limpieza con hechos y no solo con palabras».

Fittipaldi (Nápoles, 1974) se siente «defraudado» del pontífice pues tras la publicación del libro, basado en documentos del propio Vaticano, «he sido yo y no los cardenales el que está siendo sometido a un proceso judicial. Es algo kafkiano».

Es la primera vez que un periodista, que actualmente trabaja para la revista L’Espresso, se somete a un juicio en Vaticano, en este caso por un delito de robo y filtración de documentos reservados por el que puede ser condenado hasta ocho años de cárcel.

«Esperaba que contando episodios de corrupción, el derroche de dinero que el propio Papa ha denunciado y que ha dicho que quiere una Iglesia pobre para los pobres, (Jorge Mario) Bergoglio hiciese limpieza. Espero ahora que el Papa haga limpieza con los hechos y no solo con palabras», dice Fittipaldi.

El periodista, que se defiende diciendo que «yo solo he hecho periodismo» y que «ni una línea ha sido desmentida», cree que «el Papa está siendo mal aconsejado».

En «Avaricia» (publicado por Foca ediciones, del grupo Akal), que acaba de ser publicado en español para España y América Latina tras su publicación en Italia, Fittipaldi escribe sobre tramas del IOR (conocido como el «Banco» Vaticano), lujos que se conceden los cardenales y fraudes millonarios, como «el negocio de las beatificaciones». «Congregaciones latinoamericanas, como de Colombia y de Brasil, tienen cuentas corrientes abiertas en el IOR para beatificar a sus santos. Hacer un santo cuesta entre 200.000 y 500.000 euros, no 20.000 euros como dice el Vaticano», sostiene.

«Quien tiene más dinero tiene más posibilidades de santificar a los suyos», subraya.

El dinero, añade, «procede además de las donaciones de fieles. Y lo que he descubierto es que utilizan este dinero para hacer inversiones financieras».

Otra de las revelaciones del libro es la relacionada con el Óbolo de San Pedro, la ayuda económica que los católicos ofrecen al Papa para los pobres, dinero que ha llegado a ascender a 400 millones de euros y que eran utilizados para beneficio de algunos cardenales.

También denuncia que fondos del hospital de Roma Bambino Gesú fueron empleados para comprar acciones de multinacionales como la petrolera Exxon y la química Dow Chemical, así como para realizar reformas en la casa del ex secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone.

«Creo que algunas cosas el Papa las sabía y otras no. Por ejemplo esto de Bertone no lo sabía», dice Fittipaldi, que estuvo más de un año recopilando información para el libro.