En la asamblea campesina participaron los diferentes grupos vinculados al conflicto por la sustentación de propiedad de las tierras comuneras del Estado, ubicadas en las lomas de la Sierra, Cordillera Central de la República Dominicana. Las familias campesinas residentes en el Dajao, están enfrentados por la titulación de las tierras que fueran usufructuadas por los […]
En la asamblea campesina participaron los diferentes grupos vinculados al conflicto por la sustentación de propiedad de las tierras comuneras del Estado, ubicadas en las lomas de la Sierra, Cordillera Central de la República Dominicana.
Las familias campesinas residentes en el Dajao, están enfrentados por la titulación de las tierras que fueran usufructuadas por los Meras, en la era de Trujillo (años 30`s, 40`s y 50`s), y que hoy poseen miles de pinos, por lo que ha despertado el apetito económico de personas ajenas al lugar.
La Policía Nacional ya reprimió a las organizaciones cuando en febrero de este año, intentaron organizarse para defenderse de los posibles desalojos.
Regino Martínez, sacerdote y director de Solidaridad Fronteriza, explicó a cientos de campesinos y campesinas los orígenes de la crisis de la tierra comunera del lugar y las alternativas que les brinda la ley y la justicia para solucionar el conflicto.
«El éxito de los reclamos está en la fortaleza de contar con una organización y dirigencia que sea capaz de transmitir y defender las necesidades y derechos de la comunidad ante aquellas personas y sectores que quieren negarles la tierra y disfrutar de sus frutos», estableció.
Para el director de Solidaridad Fronteriza, los campesinos deben acudir con sus reclamos a las autoridades del Instituto Agrario Dominicano, la Secretaria de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales y al Tribunal de Tierras.
El sacerdote jesuita leyó un documento del tribunal de tierras de Santiago Rodríguez, en donde declara como comuneras las tierras del Dajao y aconsejan que sean los organismos especializados del gobierno los que envíen agrimensores para que hagan las mesuras y delimitación de los terrenos y su posterior distribución a las familias que actualmente las ocupan, en la Sierra de la Cordillera Central.