El sistema de auto-programación del FSM se conocerá en febrero
Aunque el horizonte parece lejano, los organizadores no quieren jugar contra el tiempo. A más de nueve meses del 9 de agosto del 2016, decenas de organizaciones de la sociedad civil canadiense anticipan los principales desafíos de la próxima edición del Foro Social Mundial (FSM).
Bajo la consigna «Otro mundo es necesario, juntos se hace posible», el primer FSM que se realizará en un país del norte «enriquecido» toma forma, presenta rostros, anticipa cifras y afina detalles.
Los promotores calculan que entre 50 mil y 80 mil participantes de 120 países, provenientes de unas 5000 organizaciones – de la sociedad civil local y global- llegarán a Montreal entre el 9 y el 14 de agosto del 2016, para participar en algunas de las 1.500 actividades que prevén organizar. Todo «para continuar la construcción de un mundo durable y solidario, donde cada persona y cada pueblo tenga un lugar y pueda hacer escuchar su voz en la búsqueda de las soluciones concretas», afirman los promotores.
Para asegurar esa participación, el FSM 2016 se estructurará sobre un «sistema de auto-programación» que será lanzado internacionalmente en febrero del 2016, señalan los promotores.
Los doce grandes ejes temáticos, sin embargo, ya han sido propuestos en los primeros días de octubre pasado en talleres promovidos por el Colectivo FSM 2016, en el que participan unas 150 organizaciones de la sociedad civil de Quebec y mundial. Trabajo digno y economía justa; Géneros, diversidad sexual e identidad; Solidaridad Internacional a favor de otro desarrollo; Derechos humanos y autodeterminación de los pueblos; Economía social y solidaria; Cultura de la paz y prevención de conflictos; Democratización y gobernabilidad de la humanidad; Migración y ciudadanía sin fronteras; Justicia social, defensa de los servicios públicos y lucha para eliminar la pobreza; Sociedad civil, convergencia de movimientos y participación ciudadana; Justicia ambiental, defensa de la Madre Tierra y descolonización; Comunicación, ciencia, tecnología y compartir los conocimientos.
Chico Whitaker, miembro del Consejo Internacional del FSM – la instancia facilitadora de este espacio- quien participó con los organizadores canadienses en el encuentro preparatorio de inicios de octubre en Montreal, se muestra «impresionado y entusiasta» por el trabajo en marcha y por el «proceso de participación que se ha lanzado».
Y reconoce los desafíos esenciales, políticos-organizativos, que están sobre la mesa de debate-acción promovida por el Colectivo FSM 2016. Uno de ellos, el de la entrada de los participantes a un país muy cerrado en su política migratoria. Los organizadores se han comprometido en intensificar las gestiones y presiones «para facilitar las visas como se logró, gracias a instrucciones especiales a todas las embajadas y consulados, para los Juegos Panamericanos que se realizaron en julio pasado en Canadá».
Cada FSM ha vivido sus propias innovaciones, recuerda Chico Whitaker. En el caso de los organizadores canadienses, dos se apuntan como las principales: cómo estimular a las organizaciones para una participación aún más activa y «la creación de un Fondo de Solidaridad que haga posible la participación de miembros de organizaciones con recursos limitados».
La ruta está despejada hacia Montreal 2016. Hasta entonces, para reforzar esta marcha acelerada, las próximas movilizaciones ciudadanas de París en diciembre -en el marco de la Cumbre Climática Mundial- y el Foro Social Temático de fines de enero en Porto Alegre, que evaluará los 15 años de existencia del Foro Social Mundial.
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