Acuciado por la pérdida del favor popular expresada en la derrota en los comicios internos -Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO)-, el gobierno argentino trata de generar confianza en la población de cara a las elecciones legislativas del 11 de noviembre, con una serie de medidas que tratan de alejar el fantasma de la hiperinflación, en un país con un alarmante crecimiento del desempleo, el hambre y la pobreza.