La autora sostiene en este artículo que la operación Brasil Verde es un fraude, como demuestra que los incendios se mantienen en la Amazonia, cada vez más militarizada.
La autora sostiene en este artículo que la operación Brasil Verde es un fraude, como demuestra que los incendios se mantienen en la Amazonia, cada vez más militarizada.
Jair Bolsonaro, el aprendiz de genocida que destroza Brasil, se ríe todo el tiempo. Es una risa nerviosa, tensa, falsa, grosera, como él.
Las acciones y declaraciones de Bolsonaro reflejan un desprecio por la vida inaudito. ¿Por qué no existe una reacción a la altura de tal desprecio? Porque los modos en que Bolsonaro construye su poder empalman con rasgos identitarios profundos de la sociedad brasileña.
Brasil y su gobierno se distraen con las elecciones municipales del 15 de noviembre y las peleas sobre la vacuna anticovid-19, sin prepararse para la tempestad social contenida en los dilemas económicos del país.
El caso brasileño nos invita a pensar en un amplio campo de debates en torno a los modelos de desarrollo, el rol del Estado y el capital privado.
No hay registro, al menos en la historia reciente, de un mandatario brasileño deslumbrado por un ocupante de la Casa Blanca al punto de ponerse él y su familia al servicio de la campaña electoral.
Todo o casi todo en Brasil parece exagerado. El país tiene la mayor extensión territorial de América Latina, la mayor población, la economía más fuerte. Ningún otro en el continente es habitado por descendientes de tantos orígenes, o sea, de semejante amplitud, y como si todo eso fuera poco, todos sabemos que el Papa es argentino, pero que Dios es brasileño.
¿Fueron los años 2010 una década perdida en Brasil? Los autores analizan la evolución económica del país durante ese período para intentar ofrecer una respuesta.
No hubo en Brasilia, al menos en un primer momento, ninguna reacción oficial a la victoria, bajo todas las apariencias, ineludible, del candidato del MAS en Bolivia. Es muy probable que se espere el resultado oficial para que aparezca alguna manifestación formal, que difícilmente será calurosa.