La profundización de la crisis económica argentina -al momento de escribir esta nota llevamos más de un mes de corrida cambiaria, y suba desatada de los precios- ha dado pie a una cantidad de explicaciones, salidas del campo «nacional y popular», de tipo voluntarista y/o conspirativa. Casi invariablemente, sus dirigentes y voceros culpan por la crisis a los «formadores de precios»; a los «especuladores»; a los «golpistas dirigidos por la embajada de EEUU»; e incluso «a la traición» del ex ministro Guzmán. Este discurso prevalece en la izquierda nacional, en los espacios de raíz estalinista (PC y militancia ex PC; PCR; castristas y afines) y hasta permea diagnósticos y políticas de partidos que se reclaman del trotskismo.