
Las autoridades de Estados Unidos y Europa no paran de repetir en los últimos días que el sistema bancario es sólido y que no hay que preocuparse porque están preparadas para evitar que pueda tener problemas.
Las autoridades de Estados Unidos y Europa no paran de repetir en los últimos días que el sistema bancario es sólido y que no hay que preocuparse porque están preparadas para evitar que pueda tener problemas.
«Un banco representa, de una parte, la centralización del capital-dinero, de los prestamistas y, de otra parte, la centralización de los prestatarios. Su ganancia consiste, en general, en recibir a préstamo a un tipo de interés más bajo del que concede a sus clientes». (Marx, El capital, III, FCE, México, 2000: 383)
Contrario al objetivo que espera Occidente, que es el de destruir la economía rusa y debilitar a su gobierno mediante las cientos de “sanciones” que le ha impuesto, hoy el gigante euroasiático las ha ido esquivando y muestra índices de recuperación.
La creciente dependencia de las grandes consultoras está mermando la capacidad del Estado y socavando la rendición de cuentas democrática.
Al final, la factura la pagan “los de abajo”
Los manifestantes denuncian que el aumento de la jornada pone en peligro su salud y la conciliación familiar y no contribuye a mejorar la baja tasa de natalidad del país
Robar un banco es un delito, pero más delito es fundarlo (Bertolt Brecht)
El viernes 10 de marzo se produjo la quiebra del Silicon Valley Bank. Desató un tembladeral durante todo el fin de semana y una fuerte caída de las cotizaciones de los bancos en las bolsas de todo el mundo. Una nueva señal de un capitalismo imperialista en crisis crónica. Sea cual sea el desenlace de ese episodio, los grandes capitalistas intentarán que sean la clase trabajadora y los pueblos del mundo quienes paguen los platos rotos.
En diciembre de este año se cumplirán 40 años del final del régimen terrorista de Estado y la recuperación del funcionamiento institucional de la República. La dictadura genocida que había ejercido el poder durante casi ocho años lo asaltó con el objetivo de atar al país a condiciones de dependencia económica y desarticular social y políticamente a los proyectos de liberación nacional y justicia social que habían logrado un importante crecimiento en los primeros años de la década del 70.