
¿Desglobalizar con aranceles?: el sueño (imposible) de Trump [El Tábano Economista]
¿Desglobalizar con aranceles?: el sueño (imposible) de Trump [El Tábano Economista]
Como era de esperar, la prensa hegemónica y los medios dominantes de comunicación han ponderado positivamente las agresivas políticas arancelarias del magnate estadounidense que ha venido imponiendo, al margen del Congreso de Estados Unidos y del llamado “orden internacional basado en reglas”, a todos los países que no son de su agrado o que no se alinean a sus intereses hegemónicos.
El asesor económico de Trump ha puesto al descubierto en un discurso revelador la verdadera estrategia de la política arancelaria: obligar a otros países a financiar la hegemonía global de Estados Unidos.
El catedrático de la Hispalense, que vive su último curso como docente antes de su jubilación, repasa en una entrevista ‘de urgencia’ el actual contexto. Advierte que es una estrategia de EEUU que viene desde hace tiempo. Y que puede incluso ser aprovechada por España y Andalucía si Europa «se mira a sí misma»
China es siempre quien primero tropieza con el futuro y descubrió recientemente una nueva especie mineral: cuarzo de alta pureza, informó CCTV News el jueves, diciendo que se espera que este descubrimiento reduzca la fuerte dependencia del país de las importaciones y apoye el desarrollo de alta calidad de industrias emergentes estratégicas relacionadas, como semiconductores y fotovoltaica.
(El ruido mediático y los objetivos reales no tienen que ir necesariamente de la mano (El Tábano Economista)
La protesta, que ya es la más larga de Suecia en 100 años, toma un nuevo cariz con la ofensiva de Trump y Musk para imponer sus condiciones económicas al resto del mundo.
El mundo se ha dividido en dos propuestas de relaciones comerciales e internacionales. El plan Trump es obligar a comprarle petróleo y gas. El plan chino es vender componentes de energías renovables. Como ven, no hay color
Es una reconstitución hegemónica a punta de pistola económica, que puede acabar siéndolo con armas reales, porque en procesos de crisis de hegemonía se da siempre, de forma inevitable, una agudización de las contradicciones entre las potencias.