Lo que da problemas no es lo que sabemos, sino lo que creemos saber con certeza y no es verdad (Mark Twain)
Lo que da problemas no es lo que sabemos, sino lo que creemos saber con certeza y no es verdad (Mark Twain)
Solo 56 millones o el 1% de los 5.300 millones de los adultos en todo el mundo son millonarios en términos de riqueza neta. Y poseen el 45% de toda la riqueza personal global. El otro 99% posee el resto y hay casi 3 mil millones de personas en el mundo que tienen poca o ninguna riqueza (después de deducir las deudas).
En variadas ocasiones escucho decir, o leo, que el “neoliberalismo” ha fracasado, y creo entender lo que se pretende trasmitir, especialmente cuando el que emite la opinión orienta sus conclusiones a la denuncia del impacto socio económico regresivo.
El colapso financiero del 2008 todavía impacta al mundo y muchos lo llaman una Gran Depresión. Rescatar a las grandes corporaciones, en lugar de salvar la economía real, hizo que las estafas y los saqueos parecieran casi aceptables. La concentración del dinero y la política, y el poder genera bien, es un desafío global que impulsa una agenda particular de privatización de los comunes y de hacer dinero con todo: prisioneros, inmigrantes, mujeres, niños, adicciones, abuso sexual y eso sin límites.
La contención salarial aplicada en los países mediterráneos ha contribuido a expandir su saldo comercial, pero tiene un efecto muy débil en la competitividad y las exportaciones
Desde finales de la década de los años 70 (en la Gran Bretaña, con el Gobierno de la señora Thatcher), y principios de la década de los años 80 (en Estados Unidos con el Gobierno del presidente Reagan), se inició lo que algunos autores han definido como La Revolución Neoliberal, pasando a ser el neoliberalismo la ideología dominante del pensamiento económico, que más tarde hizo suya la socialdemocracia (en una versión más moderada) en Europa a través de La Tercera Vía con Tony Blair en la Gran Bretaña, Schröder en Alemania, Hollande en Francia y Zapatero en España, inspirados, estos últimos, por los cambios iniciados en el Partido Demócrata de los Estados Unidos (por el presidente Clinton seguidos más tarde por el presidente Obama).
El territorio a menudo limitado y la distancia con otras naciones y mercados representa una desventaja para los pequeños estados insulares en desarrollo al encarar el reto de recomponer sus economías, afectadas por la pandemia, en particular por el desplome del turismo.