
Ha durado ciento treinta días. Pero para muchos en Estados Unidos parece un siglo. Con el fin de eludir las obligaciones de transparencia y responsabilidad previstas por la ley, Elon Musk renunció el miércoles 28 de mayo a seguir al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) para volver a sus negocios. Al marcharse, el multimillonario considera que ha cumplido, al menos en parte, su misión: “En general, creo que hemos sido eficaces. No tanto como me hubiera gustado. Creo que podríamos ser más eficaces. Pero hemos avanzado”.