Sergio Ortiz | 

Arturo Borra | 

“La atrocidad vuelve a ser ruido de fondo”.

The Cradle News | 

Dos expertos del Gobierno israelí señalan que las profundas divisiones en la sociedad israelí traerán el fin del sueño sionista.

José Manuel Rambla | 

De niños, aprendimos a vocalizar correctamente jugando a los trabalenguas. El reto consistía en repetir esas estrambóticas combinaciones de palabras, a un ritmo cada vez más rápido, hasta que la velocidad de nuestra dicción empujaba a nuestras lenguas a un error tan divertido como inevitable. “El cielo está enladrillado. ¿Quién lo desenladrillará? El desenladrillador que lo desenladrille, buen desenladrillador será”.

Cuando en uno de los capítulos de la serie documental de La 2 titulada «En el ojo del huracán», emitida en marzo de 1993, Manuel Pedrero Sánchez, a sus 82 años, pocos días antes de fallecer, y con el Peñón de Gibraltar al fondo, decía casi gritando para que le creyeran: «¡Yo era, de verdad, agente de los ingleses aquí en La Línea…!», muchos pensarían que era una batallita propia de un viejo chiflado, y nadie le hizo caso. Pero ni mucho menos estaba fantaseando.

Dailos González Díaz | 

En el presente artículo, exploraremos cómo se ha producido el tránsito de la modernidad a la colapsalidad. En primer lugar, señalaremos que el advenimiento de la modernidad supone un antes y un después en el devenir histórico del mundo y que la modernidad posee una serie de rasgos distintivos que la distinguen de las sociedades llamadas tradicionales. Uno de esos rasgos es la aparición del capitalismo, que ha sido el principal responsable de la expansión globalizadora de la modernidad y de la progresiva implantación de lo que podríamos denominar como condición global de la humanidad.

El régimen norteamericano se considera el más democrático del mundo. Esto es lo que siempre han dicho a los cuatro vientos los presidentes de Estados Unidos, y lo que su sistema monopolístico de comunicación siempre ha propagado por todo el mundo. Esto ya se ha convertido en sentido común, como lo demuestra una de las máximas nazis más famosas: una mentira repetida mil veces acaba convirtiéndose en verdad (en la conciencia del público en general).

Aunque llevamos años recordando el porqué de esta efeméride, estimamos que no está de más repetirlo una vez más.