
«A más extractivismo, menos democracia», resume el sentir de territorios sacudidos por el modelo minero, petrolero, forestal y del agronegocio. Así como Jujuy estalló con movilizaciones y represión, otros pueblos son violentados cotidianamente y el progresismo —y sectores de DDHH— miran para otro lado. No hay grieta para el extractivismo y se impone con violencia.