Aram Aharonian | 

Lo importante, más allá de los contundentes resultados, es que en los once meses que duró el gobierno de facto de Jeanine Áñez, el Movimiento al Socialismo (MAS) logró entender la nueva etapa, revisar sus propios errores y generar nuevos apoyos y alianzas y nuevos liderazgos. Ni siquiera unida la derecha hubiera logrado imponerse en Bolivia, pero quizá hubiera logrado acercarse a una segunda ronda.

El Tribunal Supremo Electoral (TES) ofrece los datos definitivos

El Tribunal Supremo Electoral (TES) de Bolivia anunció hoy que había escrutado el cien por cien de los votos emitidos en las elecciones del pasado domingo y que otorgan una abrumadora victoria al Movimiento Al Socialismo (MAS).

Nueva etapa del MAS

El triunfo de Luis Arce en primera vuelta sorprendió incluso dentro de las filas del MAS y confirmó el fracaso del “voto útil” en su contra. Ni siquiera unida la oposición hubiera logrado imponerse. Durante casi el año que duró el gobierno de Áñez, el MAS logró entender la nueva etapa, revisar sus propios errores y hasta generar nuevos liderazgos. Sin embargo, su gobierno no será nada fácil en un escenario regional posprogresista y una economía muy complicada.

Un año después del golpe de Estado blando del fascismo mainstream

Carles Senso | 

El MAS de Evo Morales (todavía en el exilio) ha ganado las elecciones de Bolivia con una amplia mayoría absoluta. Un año después de un golpe de Estado blando de los que se artimañan desde el exterior y con la complicidad de los medios de comunicación.

La victoria electoral del MAS, el pasado 18 de octubre, es mucho más significativa y trascendental de lo que a primera vista puede parecer. No «sólo» se trata de la victoria sobre un golpe de Estado, que pretendió alterar el curso del desarrollo que había elegido el pueblo boliviano durante tres elecciones consecutivas. También es la victoria sobre una estrategia de adoctrinamiento en masa que han desarrollado los sectores más conservadores y fascistas de las sociedades tecnologizadas de nuestros días. Se trata de la posverdad.

¿Qué impacto tiene la encíclica “Hermanos Todos” y la diplomacia de Papa Francisco en Bolivia?

Hay expectativas por la intervención de Carmen Almendras, vicecanciller de Bolivia entre 2017 y 2019, que participará el próximo sábado en el encuentro en el Vaticano entre movimientos populares (Juan Grabois, Pedro Stedile de los sin tierra MST de Brasil, entre todos) y los Cardinales Czerny y Turkson, sobre tierra, techo, trabajo y la encíclica Fratelli tutti.

CELAG pide la destitución de Almagro ante los datos que evidencian la ilegitimidad de su informe

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Luis Arce igualó e incluso mejoró los resultados obtenidos por Evo Morales en los 86 recintos electorales en los que la Organización de los Estados Americanos (OEA) señaló irregularidades el pasado año, en un informe que sirvió de base para la anulación de aquellos comicios y que finalmente dio paso a una crisis política que se saldó con el derrocamiento del entonces presidente.

Entre 2006 y 2019, Bolivia tuvo un crecimiento constante, de un promedio de 4,9% que se tradujo en una reducción de la pobreza de 42% y de la indigencia de 60, de la mano del ministro de Economía Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), elegido por el pueblo para ser el próximo presidente de la nación mediterránea y altiplánica.

Es indudable que la técnica ocupa un lugar cada vez más importante en la política, y muy específicamente en el campo electoral. Todas estas valiosas herramientas, algunas más antiguas, como las encuestas y todo lo que tiene que ver con el marketing, y otras más recientes como las redes sociales o el Big Data, han cobrado gran protagonismo en los últimos tiempos. Sin embargo, todo este instrumental no puede sustituir de ninguna manera a la dimensión constitutiva de la política, esto es, el universo de las ideas, las propuestas.

La rotunda victoria electoral de Luis Arce, candidato presidencial del Movimiento al Socialismo(MAS) confirma el apoyo del pueblo boliviano a la Revolución Democrática y Cultural y sus conquistas de 14 años. Con el 87% de los votos computados y una participación del 88 por ciento, el MAS se impone con más del 54% (7% más que en 2019, igual número que en la elección de 2005 cuando inició su gobierno de 14 años).