
Robar un banco es un delito, pero más delito es fundarlo (Bertolt Brecht)
Robar un banco es un delito, pero más delito es fundarlo (Bertolt Brecht)
El viernes 10 de marzo se produjo la quiebra del Silicon Valley Bank. Desató un tembladeral durante todo el fin de semana y una fuerte caída de las cotizaciones de los bancos en las bolsas de todo el mundo. Una nueva señal de un capitalismo imperialista en crisis crónica. Sea cual sea el desenlace de ese episodio, los grandes capitalistas intentarán que sean la clase trabajadora y los pueblos del mundo quienes paguen los platos rotos.
En diciembre de este año se cumplirán 40 años del final del régimen terrorista de Estado y la recuperación del funcionamiento institucional de la República. La dictadura genocida que había ejercido el poder durante casi ocho años lo asaltó con el objetivo de atar al país a condiciones de dependencia económica y desarticular social y políticamente a los proyectos de liberación nacional y justicia social que habían logrado un importante crecimiento en los primeros años de la década del 70.
El viernes pasado se produjo la mayor quiebra bancaria en EE.UU. desde 2008. De inmediato se generó una fuerte incertidumbre sobre el sistema bancario. Intentando contener la crisis, el presidente Joe Biden afirmó que se garantizarán los depósitos existentes. Al mismo tiempo, habló de regulaciones al sector. Nuevamente, como ocurrió tras la crisis de Lehman Brothers, el Estado capitalista parece salir en ayuda del gran capital financiero, salvando sus negocios. Sin embargo, sus palabras no llevaron tranquilidad: este lunes caen las bolsas europeas y sigue el impacto mundial. La economía argentina también sufre los golpes: caen los bonos y las acciones de empresas, al tiempo que vuelve a subir el dólar blue.
La economía es el método. La finalidad es cambiar el corazón y el alma (Margaret Thatcher)
Detrás de la enorme cantidad de dinero que Estados Unidos y la Unión Europea han entregado a Ucrania para tratar de debilitar a Rusia tras la Operación Especial Militar lanzada por Moscú, se hallan las enormes ganancias que reciben las grandes compañías fabricantes de equipos y armamentos.
El mundo ya no es el mismo. Todo es muy diferente a lo que parecía inamovible hace apenas tres años. Los cambios son tan profundos, que muchos de los soportes que proporcionaban seguridad a las personas parecen desmoronarse, y es difícil discernir cuáles podrían ser los fundamentos de una posible nueva era. La crisis actual, con sus múltiples facetas y peligros, es el reflejo de los límites que ponen en entredicho la continuidad de un modo de organización de la producción y la sociedad que ha sido desbordado por la realidad.
La guerra es el negocio de los bárbaros (Napoleón Bonaparte)