Las recesiones causan estragos y los daños suelen ser duraderos. Las empresas cierran, el gasto de inversión se reduce y la gente sin trabajo puede perder sus aptitudes y la motivación a medida que los meses se alargan.
Las recesiones causan estragos y los daños suelen ser duraderos. Las empresas cierran, el gasto de inversión se reduce y la gente sin trabajo puede perder sus aptitudes y la motivación a medida que los meses se alargan.
La historia no se repite, pero rima (Mark Twain)
IPS [Foto: El Banco Mundial, una organización que tiene como objetivo acabar con la pobreza, alberga el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), donde las empresas están demandando a Argentina y Bolivia por las pensiones.
La pandemia está dibujando un nuevo escenario de auge del poder corporativo, pero también de las resistencias que se tejen para blindarlo. La crisis aumentada por la COVID-19 ha puesto en evidencia que es más necesario que nunca construir nuevas realidades sociales y económicas desde lo local y, para ello, la defensa de la soberanía alimentaria se torna imprescindible.
La reunión de primavera (del norte) del FMI y el Banco Mundial aportó nuevas proyecciones sobre la evolución de la economía mundial. Dice el organismo que el rebote será mayor al previsto hasta hace muy poco, pero con tendencia a reducir el ritmo de recuperación para el próximo año. Dice el informe de la reunión de los organismos:
Un par de discursos de la Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Yanet Yellen, han bastado para tirar por la borda las proclamas anarcoliberales de los últimos cuarenta años.