
El inicio de las campañas electorales, con su profusión de propaganda en todas las formas posibles –visuales, auditivas, mediáticas y subliminales–, remite al análisis de la crisis de la democracia tutelada que impone el capitalismo neoliberal, y al papel de la izquierda institucionalizada en la reproducción sistémica de esta versión del ejercicio democrático.