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Condenan a siete años de cárcel a dos periodistas de Reuters en Birmania

Fuentes: Agencias

La justicia birmana condenó este lunes a siete años de cárcel a dos periodistas de la agencia Reuters acusados de «vulnerar el secreto de Estado» tras haber investigado sobre una masacre de los rohinyás perpetrada por el ejército de Birmania. «Como ambos vulneraron el secreto de Estado, se les condena a siete años de cárcel […]

La justicia birmana condenó este lunes a siete años de cárcel a dos periodistas de la agencia Reuters acusados de «vulnerar el secreto de Estado» tras haber investigado sobre una masacre de los rohinyás perpetrada por el ejército de Birmania.

«Como ambos vulneraron el secreto de Estado, se les condena a siete años de cárcel cada uno», declaró el juez Ye Lwin, ante una sala de audiencia abarrotada de periodistas y diplomáticos, reseñó AFP.
 
Wa Lone, de 32 años y oriundo de Mandalay, empezó a trabajar para Reuters en 2016, mientras que Kyaw Soe Oo, de 28 y natural de Rakáin, fue contratado en septiembre del año 2017.
 
«El gobierno puede encarcelarnos, pero no tapar los ojos y los oídos del pueblo», gritó Kyaw Soe Oo dirigiéndose a los periodistas presentes en el tribunal antes de ser subido a un furgón policial, para ser trasladado a la cárcel.
Las autoridades acusaban a los dos reporteros birmanos de haber conseguido documentos relacionados con las operaciones de las fuerzas de seguridad en el estado de Rakáin, la región en el noroeste de Birmania en la que se produjo la persecución de los rohinyás.

Los reporteros investigaban el asesinato de una decena de rohinyás de la minoría musulmana descubiertos en una fosa común en la aldea Inn Din en el estado Rakáin, masacre por la que siete soldados birmanos fueron más tarde condenados a diez años de prisión.

Rechazo Internacional    
Diplomáticos y grupos de defensa de los derechos humanos mostraron su rechazo a la condena impuesta. Esto representa un duro golpe para la libertad de prensa, maltratada en Birmania a pesar de la esperanza sucitada por la llegada al poder de Aung San Suu Kyi en 2016.

El embajador británico en Birmania (Myanmar), Dan Chugg, se mostró «extremadamente decepcionado» con el veredicto. «La libertad de expresión y el estado de derecho son fundamentales en una democracia y este caso ha dejado hoy una larga sombra en ambos», dijo Chuug a la prensa.

El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, también dejó constancia de su rechazo a la resolución judicial a través de su perfil oficial en la red social Twitter. «Encarcelar a periodistas que escriben sobre verdades inconvenientes es un golpe desmedido a la libertad de prensa y, de hecho, a la libertad de todos», precisó.

El gobierno de Estados Unidos expresó «la condena de Wa Lone y Kyaw Soe Oo (…) es profundamente inquietante para todos los que defienden la libertad de prensa», escribió en su página web la embajada estadounidense en Birmania. Y exhortó «al gobierno de Birmania a liberar inmediatamente (a los dos periodistas) y a poner fin a las persecuciones arbitrarias de los periodistas que hacen su trabajo».

Asimismo Francia «lamentó» la condena de los dos reporteros, calificándola de «serio atentado a la libertad de prensa y al Estado de derecho». Canadá criticó que el veredicto de la corte birmana «mina los esfuerzos» del pueblo birmano para lograr la democracia. «Canadá está profundamente decepcionado por la decisión del tribunal birmano», declaró la ministra de Exteriores, Chrystia Freeland, en un comunicado», en el que también calificó de «duro golpe al Estado de derecho» el veredicto de la corte.    
La jefa de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió también la libertad «inmediata». «Creo que todo (…) el proceso fue una parodia de justicia. Por lo tanto, exhorto al gobierno de Birmania a liberarlos lo antes posible».    
Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) y la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH) se unieron a las muestras de rechazo del fallo y pidieron tanto la retirada de los cargos como la liberación inmediata de los periodistas.

La organización Reporteros Sin Fronteras exhortó a Suu Kyi a liberar a los dos periodistas «cuyo único crimen es haber cumplido con su trabajo». La agencia de prensa internacional Reuteurs denunció la condena y reiteró su solidaridad con los periodistas. «Esos dos admirables periodistas ya han pasado casi nueve meses en la cárcel por acusaciones falsas destinadas a silenciarlos y a intimidar a la prensa», declararon en un comunicado. Contexto de gran tensión    
La sentencia llega en un momento de gran tensión entre Birmania y la comunidad internacional.

El lunes 27 de agosto, investigadores de la ONU publicaron un informe en el que califican de «genocidio» la persecución contra los rohinyás, acusan directamente al ejército y critican el silencio de la dirigente birmana Aung San Suu Kyi, que recibió el Premio Nobel de la Paz.

El martes 28 de agosto, el Consejo de Seguridad de la ONU debatió la posibilidad de denunciar al ejército birmano ante la justicia internacional. El sábado pasado, una centena de manifestantes exigió la liberación de los dos periodistas en nombre de la libertad de prensa.

Más de 700.000 rohinyás tuvieron que huir de Birmania entre agosto y diciembre de 2017, tras una ofensiva del ejército birmano iniciada en represalia a los ataques de rebeldes rohinyás contra puestos fronterizos, una persecución que la ONU calificó, primero, como «limpieza étnica» y ahora como «genocidio».