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Yemen y Al Qaeda

Crear nuevos héroes

Fuentes: Al Ahram Weekly

Traducción para Rebelión de Loles Oliván

El jueves, en el marco de la Conferencia Internacional de Londres sobre Afganistán, tuvo lugar otro encuentro menor. Se centró en Yemen, un país que en los últimos meses ha emergido casi tan ampliamente como Afganistán en la primera línea de las guerras de EE.UU. contra Al Qaeda o contra aquellos a los que Al Qaeda inspira o da franquicia. El presidente Barack Obama ha admitido a principios de este mes que Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) ha sido un «grave problema» para EE.UU. durante 2009. Pero se ha transformado en un peligro para la seguridad nacional tras el descubrimiento de que Omar Faruk Abdel Muttaleb -el nigeriano que intentó derribar un avión en Detroit el día de Navidad- había sido entrenado y enviado por AQPA desde Yemen. El ataque fue una «venganza» por los últimos ataques de las fuerzas armadas de Yemen ayudadas por EE.UU., expresaba un comunicado de AQPA el 28 de diciembre. Y fue aprobado por Osama Bin Laden en una cinta de audio transmitida en árabe por Al-Jazeera el 24 de enero. Titulado «De Osama a Obama», el líder de Al Qaeda dijo que el ataque del día de Navidad «[llevado a cabo] por el héroe de Nigeria Omar Faruk Abdel Muttaleb» era «una confirmación de nuestro anterior mensaje transmitido por los héroes del 11 de septiembre».

Un año después de que la CIA se pronunciase a cerca de «la cercana derrota estratégica» de Al Qaeda en la zona fronteriza entre Pakistán y Afganistán, Al Qaeda y grupos aliados parecen resurgir no sólo en las zonas fronterizas sino en el norte de África, en Somalia y en Yemen.

El objetivo de la reunión de Londres es evitar que Yemen se convierta en «una incubadora y un refugio seguro para los terroristas», manifestó el primer ministro británico, Gordon Brown. En particular -dicen los diplomáticos- los ministros de Asuntos Exteriores de unos doce países tratarán de acordar una respuesta internacional más coherente a los factores que impulsan el radicalismo en Yemen.

Los analistas regionales saben cuáles son estos factores: un «Estado central incompleto y colapsado», la pobreza, el desempleo, el analfabetismo, el agotamiento crónico de los recursos petrolíferos e hídricos, la corrupción, el mal gobierno y la guerra civil y separatista en el norte y el sur del país.

AQPA ha prosperado en medio de toda esta ruina. Pero no la ha creado. Y su erradicación no la reparará. Eso requeriría la reforma política y la reconciliación a nivel nacional, y ayuda y apoyo a nivel regional, sostienen los analistas. Tampoco parece que sea importante en la agenda de Londres. No será una conferencia de donantes, dicen las fuentes, a pesar de que el gobierno yemení haya reclamado grandes cantidades de dinero. Hasta el momento, el único compromiso financiero ha sido la promesa estadounidense de duplicar la ayuda militar de 70 millones de dólares a 150 millones. (La ayuda no militar de EE.UU. a Yemen en 2009 fue de 40 millones de dólares ó 1.60 por cada yemení). Por el contrario, las potencias occidentales harán desfilar probablemente la misma santa trinidad ensayada y fracasada en Iraq, Afganistán y Pakistán: desarrollo, construcción del Estado (o más precisamente del gobierno) y «contraterrorismo».

 

En la práctica ello significa degradar el desarrollo en favor de un proyecto de construcción de gobierno hipotecado a una estrategia de contraterrorismo diseñada por los estadounidenses. No ha funcionado en el Afganistán. No hay ninguna razón para pensar que les irá mejor en Yemen.

Sin embargo, se está aplicando. Tras la emergencia de las ramas yemeníes y saudíes de Al Qaeda en enero de 2009, agentes de EE.UU. y británicos han sido los tutores de la Agencia Nacional de Seguridad de Yemen (ANSY) para contrarrestar la influencia de su Organización de Seguridad Política, que según EE.UU. y Reino Unido está penetrada por y es cómplice de AQPA.

En una cruel ironía, la ANSY está integrada entre otros por ex oficiales del partido Baath iraquí a los que el gobierno yemení otorgó asilo tras huir de la ocupación estadounidense de 2003. Se dice que la ASNY ha suministrado información para una serie de ataques aéreos sobre las supuestas bases de AQPA en el sur de Yemen en diciembre y enero. No está claro si estos ataques fueron lanzados desde aviones sin piloto de la CIA o por aviones de combate yemeníes guiados con tecnología EE.UU. Está claro que marca una escalada significativa del poder militar estadounidense en Yemen. También hay informes estadounidenses de que las Fuerzas Especiales de EEUU participan en operaciones encubiertas contra AQPA en Yemen y/o contra tribus alineadas con AQPA.

Por el memento no se unirán a estas fuerzas las fuerzas terrestres, según Obama. Más bien la estrategia para el Yemen parece ser una mezcla letal de las tácticas de contrainsurgencia estadounidenses extraídas de los territorios palestinos ocupados y de las zonas fronterizas entre Afganistán y Pakistán: formar una fuerza de seguridad anti-islamista como la de la Autoridad Palestina en Cisjordania y llevar a cabo operaciones encubiertas y ataques contra Al Qaeda y los talibanes en las zonas fronterizas.

En Gaza, ello contribuyó al fermento una guerra civil que dio lugar a la toma de control de Hamas. En la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán, ayudó a convertir a los talibán pakistaníes en una fuerza militar más importante a la vez que dispersó a Al Qaeda desde sus refugios de allí a refugios extranjeros, incluido Yemen.

Ambos resultados se podrían repetir en Yemen. Igualmente, podría ser que se ganaran adeptos para Al Qaeda, dice Abul Elah Hidar Shaea, un yemení con estrechos vínculos con Al Qaeda. «EE.UU. quiere combatir a Al Qaeda aquí. No va a funcionar. Harán de esto el nuevo Waziristán que exportará combatientes a todo el mundo», dijo a la BBC el 5 de enero.

Fuente: http://weekly.ahram.org.eg/2010/983/re5.htm