La historia es clara, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica es genocida, son un imperio en activo cuya política imperialista a generado innumerables crímenes de lesa humanidad que deben ser castigados, deben ser reconocidos, divulgados y estudiados para que nunca más sean repetidos. Los hechos son innegables aunque siempre existan quienes por interés […]
La historia es clara, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica es genocida, son un imperio en activo cuya política imperialista a generado innumerables crímenes de lesa humanidad que deben ser castigados, deben ser reconocidos, divulgados y estudiados para que nunca más sean repetidos. Los hechos son innegables aunque siempre existan quienes por interés deseen tergiversar la realidad, a pesar de los falsos dilemas relativistas que buscan quitar lo concreto de los sucesos para envolverlos en el humo de la especulación permanente, la historia es clara y precisa, basta una rápida mirada para comprender lo dicho, el imperialismo estadounidense es el más grande genocida de la historia humana.
Los Estados Unidos han intervenido por lo menos en 64 ocasiones en América Latina, 36 de esas veces con acciones abiertamente militares, desde 1945 han efectuado 35 o más intervenciones militares directas en diversas partes del mundo y, en incontables ocasiones, lo hace de forma encubierta mediante gobiernos aliados o grupos ultraconservadores internos en los países que buscan el interés particular por encima de las necesidades de los pueblos. El imperialismo estadounidense está más vivo que nunca, la muestra está a luz y vista de todo el mundo; las guerras en medio oriente continuadas, renovadas y extendidas; el intervencionismo en Latinoamericana mediante golpes de Estado, instalación de gobierno lacayos, la manipulación mediática para distorsionar la realidad e infundir miedo y desinformación, bloqueos económicos como los aplicados sobre Cuba y Venezuela, financiamiento de grupos paramilitares, desestabilización de gobiernos progresistas mediante estrategias de guerra y subversión, muchas otras; las guerras comerciales con otras potencias como China y Rusia para controlar mercados, mercancías y fuerza de trabajo; la difusión de ideas como el racismo, la xenofobia, la propagación de campañas de odio sobre los inmigrantes; el militarismo estadounidense sigue siendo su principal industria, la guerra es su principal negocio y por ello la vida humana peligra mientras existan estas y muchas otras acciones en contra de la humanidad.
En respuesta a esta larga y oscura historia, los pueblos del mundo han clamado desde tiempo atrás por la paz y la concordia, en el 2018 el presidente boliviano Evo Morales, anunció una Campaña surgida de los planteamientos de un grupo de intelectuales latinoamericanos que busca declarar el 9 de agosto como el Día Internacional de los Crímenes Estadounidenses Contra la Humanidad, fecha elegida por ser justamente, el 9 de agosto de 1945, cuando los Estados Unidos lanzaron la segunda bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Nagasaki, un acto irracional y genocida, cuyos efectos aún se perciben.
La iniciativa es impulsada por el Frente Antiimperialista Internacionalista (FAI), fundado en el 2 de diciembre de 2017 y conformado por el Foro Contra la Guerra Imperialista y la OTAN, junto con otras organizaciones y personas implicadas en la solidaridad internacionalista. El Frente Antiimperialista Internacionalista sostiene que «la guerra imperialista abarca todo tipo de intervenciones sobre quienes dificultan impiden o se resisten a la dominación de los EEUU y sus aliados: guerra económica, guerra mediática, acoso político y judicial, ejércitos mercenarios, grupos terroristas y todo tipo de criminalización de sus víctimas». La Campaña puede ser apoyada de manera individual o colectiva, firmando la adhesión en el formulario que se ofrece en el sitio web del FAI: https://frenteantiimperialista.org. En el mismo sitio puede leerse la Declaración Mundial Contra los Crímenes Estadounidenses a la Humanidad, redactada el 17 de julio de 2017, por Atilio A. Boron, Alejo A. Brignole, Telma Luzzani y Stella Calloni, texto que en esencia parte de los postulados de la Campaña Día Internacional de los Crímenes Estadounidenses Contra la Humanidad.
La importancia de apoyar y divulgar esta Campaña es clara, los pueblos del mundo tenemos que conformar un bloque opositor con la fuerza moral y política suficiente para coadyuvar a un cambio en el orden mundial, en lógica imperante de guerra, para establecer la armonía y la concordia entre los pueblos y naciones, con el fin de poner un alto total al imperialismo estadounidense y de cualquiera otra nación. El porvenir de la humanidad está en nuestras manos, con acciones concretas y comunes iremos restituyendo la justicia global tan lacerada y podremos hablar de otro mundo posible, uno basado en el respeto entre naciones, pueblos y culturas o como dijera el prócer cubano José Martí: «Con todos y para el bien de todos».
Cristóbal León Campos es integrante del Colectivo Disyuntivas
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