Cuba propuso al Foro de Cooperación de América Latina y Asia del Este (FOCALAE) desarrollar un amplio proceso de cooperación dirigido a contribuir sustancialmente a la erradicación del analfabetismo. La propuesta fue formulada en la noche del martes por el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, en su discurso ante la Tercera Reunión de Ministros de […]
Cuba propuso al Foro de Cooperación de América Latina y Asia del Este (FOCALAE) desarrollar un amplio proceso de cooperación dirigido a contribuir sustancialmente a la erradicación del analfabetismo.
La propuesta fue formulada en la noche del martes por el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, en su discurso ante la Tercera Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del FOCALAE que comenzó este miércoles en esta capital.
Insistió en que ese esfuerzo contra el analfabetismo se corresponde con el reconocimiento hecho en el Plan de Acción de Manila de que «la educación es uno de los mejores instrumentos para potenciar a nuestros pueblos y promover el desarrollo sostenible».
Dijo que como consecuencia de la falta de acceso general a la cultura, la ciencia y la educación, el mundo cuenta hoy con más de 800 millones de adultos analfabetos y más de 80 millones de niños que no asisten a la escuela.
Se trata de un drama imperdonable, pues no puede haber desarrollo sin capital humano y no hay, sin cultura, libertad posible, puntualizó.
Al abogar por la cooperación entre los países miembros de FOCALAE para erradicar el analfabetismo, el ministro cubano destacó la experiencia exitosa y reconocida de la aplicación del método «Yo sí puedo», diseñado por especialistas cubanos y avalado por la UNESCO.
Gracias a ese programa han sido alfabetizadas ya más de dos millones y medio de personas de 18 países de América Latina, el Caribe, Africa y Asia, 15 de los cuales son miembros de FOCALAE, resaltó.
Se trata de un método novedoso y de probada eficacia, con el uso interactivo de medios de comunicación como la televisión y la radio, que permite alfabetizar y conducir al sexto grado a quienes lo necesiten.
Dijo que los objetivos que animan al FOCALAE en el empeño común de fomentar la cooperación y el entendimiento mutuo, enfrentan hoy el inmenso desafío planteado por el orden internacional injusto, desigual e insostenible del que somos víctimas.
Vivimos en un mundo que privilegia a una minoría que no supera el 20 por ciento de la población del planeta e impide el desarrollo y el bienestar del 80 por ciento restante, aseguró, y recordó que la situación es hoy más grave que en la reunión de Manila hace tres años.
Preguntó cómo podrán desarrollarse estos países frente al intercambio desigual, el cierre de los mercados de los países industrializados para sus productos, la inestabilidad y creciente especulación financiera, la deuda externa, las restricciones a la transferencia de tecnología y el abusivo robo de cerebros.
Insistió en que «si no nos unimos y luchamos por una profunda transformación del orden económico y político impuesto al mundo, será imposible -pese a nuestros esfuerzos nacionales- alcanzar el desarrollo y una vida digna y con decoro para nuestros pueblos».
Dijo que la cooperación puede ayudar a paliar los efectos de esta grave situación y aportar alivio y esperanza, y recordó que Cuba, país pequeño, de escasos recursos y ferozmente bloqueado por casi 50 años, ha venido desplegando grandes esfuerzos.
Evocó que casi 22 mil jóvenes de los países que integran FOCALAE estudian becados en las universidades cubanas, de ellos 19 mil la carrera de medicina, y se sumarán a otros 12 mil graduados en Cuba en decenas de especialidades en las últimas cuatro décadas.
Pérez Roque precisó que actualmente trabajan en los países del Foro más de 29 mil médicos, enfermeras y técnicos cubanos y en estos años, personal de salud acudió cada vez que fue necesario a varias naciones de FOCALAE en situaciones de catástrofes o epidemias.
Se refirió también a la crisis energética que se agrava en el mundo por día y a la contradicción insalvable entre la demanda de energía y la capacidad para suministrarla según los patrones de producción y consumo prevalecientes.
Esta crisis, dijo, perpetúa las desigualdades del mundo actual, contribuye a la agresión ecológica del planeta y amenaza la supervivencia de nuestra especie.
Recalcó que esta crisis sólo puede enfrentarse si se reconoce que los actuales patrones de consumo, en particular de los países desarrollados, son insostenibles y si ponemos el ahorro y el uso eficiente de la energía en el centro de nuestros esfuerzos.
«Es el único camino racional y viable. Para este esfuerzo, Cuba pone a disposición de los países de FOCALAE su modesta experiencia en este campo», afirmó el canciller cubano.