Desde el año 2001 se celebra, en paralelo con el Foro Económico Mundial de la localidad suiza de Davos, el Foro Social Mundial, que este año se efectuó en su sede de original de la ciudad brasileña de Porto Alegre. Siempre en enero, en Davos se reúnen alrededor de 2000 representantes de bancos, empresas y […]
Desde el año 2001 se celebra, en paralelo con el Foro Económico Mundial de la localidad suiza de Davos, el Foro Social Mundial, que este año se efectuó en su sede de original de la ciudad brasileña de Porto Alegre.
Siempre en enero, en Davos se reúnen alrededor de 2000 representantes de bancos, empresas y organismos financieros internacionales que necesitan de la policía y fuertes medidas de seguridad -a pesar de su aislamiento geográfico y caro entorno- para hablar de libre mercado y democracia liberal, mientras que en Porto Alegre decenas de miles de representantes de Movimientos sociales autogestionan espacios participativos en nombre de las grandes mayorías que creen en su lema de que «Un mundo mejor es posible».
Este año en Davos hablaron de la crisis económica que estremece al mundo industrializado y que ha sacado la calle las mayores protestas en muchos años. Los reunidos en Porto Alegre declararon que «no hay salida dentro del sistema capitalista» y convocaron a una protesta mundial contra el capitalismo el próximo 5 de junio. No hay que saber mucha estadística para percatarse de que en Porto Alegre están representadas las mayorías de este mundo y en Davos los victimarios de su exclusión y que el 5 de junio las calles de muchas ciudades del mundo verán enfrentarse a manifestantes y policías explicando en la práctica cuán democrático es el capitalismo.
Algunos grandes medios de comunicación se han referido a la reunión de Porto Alegre. Aunque sabemos que sus simpatías están con Davos, no pueden ignorar un evento que desde el 2001 se ha colocado en el centro del acontecer internacional. Pero hay cosas que esos medios no pueden decir, como lo recogido en este párrafo de la Declaración de la Asamblea de los movimientos sociales:
«Las potencias imperialistas utilizan bases militares extranjeras para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos naturales y promover dictaduras en varios países. Denunciamos el falso discurso en defensa de los derechos humanos, que muchas veces justifica las ocupaciones militares. Nos manifestamos contra la permanente violación de los derechos humanos y democráticos en Honduras, especialmente en el Bajo Aguán, el asesinato de sindicalistas y luchadores sociales en Colombia y el criminal bloqueo a Cuba que completa 50 años. Luchamos por la liberación de los 5 cubanos presos ilegalmente en los Estados Unidos, la ocupación ilegal de las Islas Malvinas por Inglaterra, las torturas y las ocupaciones militares promovidas por los Estados Unidos y la OTAN en Libia y Afganistán. Denunciamos el proceso de neo-colonización y militarización que vive el continente africano y la presencia de la Africom. Nuestra lucha es también por la eliminación de todas las armas nucleares y contra la OTAN.»
En un acto de síntesis magistral, los reunidos en el Foro Social Mundial han logrado reunir, sino todos, sí una gran parte de los temas censurados por los grandes medios de comunicación. Para los cubanos ver entre ellos nuestras dos causas más silenciadas – el bloqueo y la libertad de Los Cinco– es una confirmación de que, a pesar de las mentiras y campañas mediáticas, las mayorías de este mundo nos acompañan.
La presidenta de Brasil acaba arribar a Cuba poco después de intervenir ante los reunidos en Porto Alegre y es una mujer con un pasado de luchadora social que ha llegado al poder como parte del cambio de época que vive América Latina. Que la prensa defensora del capitalismo, del «falso discurso de los derechos humanos» y enemiga de Cuba y Brasil se haga ilusiones con que su presencia en la Isla no traiga otra cosa que beneficios para ambos países, quizás sea la confirmación de que los grandes medios han terminado creyéndose sus propias mentiras.
(Publicado en CubAhora)
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