En su libro ¨El origen de las especies o la preservación de las razas preferidas en la lucha por la vida¨, Charles Darwin postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común a través de un proceso denominado por él ¨selección natural¨. Darwin (1871) sostuvo que el hombre tendría con más probabilidad sus ancestros tempranos en África, dada la presencia allí de simios antropomorfos como el gorila y el chimpancé.
Los antecesores animales inmediatos del género humano pasaron por un prolongado periodo de crecimiento restringido, como lo demuestra su pequeño cerebro comparado a otros. El género humano arribo a su fase de «expansión explosiva» solo en el último millón de años aproximadamente, después de que el primate de que descendemos adquirió los necesarios poderes sociales.
En su artículo titulado ¨El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre¨, Federico Engels explicó cómo, a partir de la adopción por el mono de la posición erguida para andar, la liberación de la mano le permitió fabricar instrumentos con ramas y piedras que le facilitaron la caza y la pesca y adicionalmente, el uso del fuego le facilitó ingerir carnes cocidas que contribuyeron al desarrollo del cerebro y el resto del cuerpo. Gracias al trabajo en grupos y el empleo del lenguaje, en un período de millones de años, surgieron diferentes especies de homínidos, que fueron desapareciendo sucesivamente de la Tierra hasta el surgimiento del Homo Sapiens en el África oriental hace unos 200,000 años , única especie humana que perdura hasta nuestros días.
Para que un grupo de humanos primitivos radicados en un territorio pudieran sobrevivir y su población crecer, el clima y las condiciones naturales debian permitirles su alimentación y asegurar su reproducción. Con el desarrollo de la ganadería y posteriormente de la agricultura, el hombre rudimentario, durante un proceso que transcurrió durante varios miles de años pasó del salvajismo a la barbarie y muchos miles de años después a la civilización.
En los primeros estadios de la existencia humana las diferencias en las condiciones naturales y los bruscos cambios climáticos incidieron decisivamente en que se produjera un desarrollo desigual de las diferentes regiones y poblaciones. En esa etapa el avance de la agricultura y la ganadería dependían casi exclusivamente de las bondades del clima, la fertilidad de los suelos, la presencia en la región de especies de vegetales, animales y de agua. La producción de herramientas y otros medios de producción elaborados de metal era factible solo donde existían minerales como el cobre, el estaño o el hierro.
Mediante los descubrimientos arqueológicos, paleontológicos y últimamente estudios basados en el ADN mitocondrial, la ciencia ha podido formular la tesis sobre el surgimiento del Homo Sapiens en África oriental y su migración posterior hace 100,000 años al Levante y posteriormente a Eurasia.
El último período glacial que culminó hace 12,000 años cubría de hielo los Alpes, los países escandinavos, el norte de Rusia, el noroeste de América del Norte, la zona de los Grandes Lagos y el Este de Canadá, Groenlandia, Islandia y las islas británicas, probablemente por esa razón los humanos tardaron más años en llegar y asentarse en esas regiones. Posteriormente, desde los mares del sudeste asiático se extendieron a Oceanía y por el nordeste de Asia hasta América.
La civilización tiene apenas 6,000 años de vida. E1 desarrollo de la organización social y de las fuerzas productivas exhibe grandes desigualdades entre los diversos grupos humanos. Diversos elementos de la existencia social han aparecido en tiempos disparejos, evolucionado en proporciones enormemente distintas y se han desarrollado en grados diferentes bajo distintas condiciones en diversas partes del mundo. La edad de Piedra finalizó 3.500 años a. C. en la Mesopotamia, alrededor de 1.600 años a. C., en Dinamarca, se confirmó su existencia en América a partir de 1492 d. C. y no había terminado todavía en 1.800 d. C. en Nueva Zelandia. Lo mismo que sucede con algunos animales que han cambiado poco durante millones de años mientras otros evolucionaron más rápidamente; entre los colectivos humanos sucede lo mismo, tomemos por ejemplo los pueblos originarios que rodeados de civilización aún habitan las selvas y bosques de América en condiciones extremadamente primitivas.
La apropiación de las ventajas y diferencias naturales iniciales deja de ser accidental y depende posteriormente, en primer lugar, del nivel de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas en cada sitio y, en segundo lugar, de la capacidad de los colectivos humanos de mantener la soberanía sobre sus territorios y los recursos a su disposición ante los intentos de otras tribus, pueblos y países para apoderarse de ellos. La historia de la humanidad refleja los principales hitos que se fueron alcanzando sucesivamente en el desarrollo tecnológico, científico y económico y las guerras e invasiones realizadas por pobladores de unas regiones sobre otros en búsqueda de mejores condiciones de vida, las que cambiaban constantemente el mapa político del planeta.
La primera civilización que surgió, la sumeria de Mesopotamia (actual territorio de Irak), poseía una organización jerárquica estratificada, en la cúspide estaba el rey, le seguían los sacerdotes, jefes militares y funcionarios de alto nivel. A continuación se ubican los comerciantes, funcionarios menores, artesanos especializados, los campesinos y artesanos. El nivel más bajo eran los esclavos, sometidos mediante las guerras de conquista, deudas y el abandono de niños por sus padres. La historia antigua hace una descripción detallada de la colonización de otros territorios y la creación de imperios por los sumerios, babilonios, egipcios, fenicios, cartagineses, griegos, romanos, germanos, turcos, árabes, mayas, incas, aztecas, japoneses, rusos, chinos, mongoles, hindúes, ghaneses y malienses.
En el siglo XV, la expansión europea dio lugar a la creación de grandes imperios coloniales de España, Portugal, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Holanda en América, Asia, África y Oceanía. La esclavitud, que había virtualmente terminado como modo de producción en los países de Europa fue introducida en América en virtud de las necesidades de los mismos europeos y se prolongó por varios siglos hasta que las guerras de liberación nacional y el debilitamiento de algunas metrópolis durante la II Guerra Mundial permitieron la independencia política de la mayoría de las colonias.
El descubrimiento de América constituyó un choque de civilizaciones que andaban por diferentes estadios de desarrollo, cuya resultante fue la imposición de modos de producción y culturas superiores sobre otras menos desarrolladas y la asimilación por las metrópolis de determinados elementos desconocidos por ellos como el tabaco y la papa. El buque, el mosquete, el cañón y el caballo se impusieron sobre el arco y la flecha y la canoa. El colectivismo tribal sucumbió ante instituciones y costumbres feudales y burguesas; la producción para el consumo inmediato de la comunidad fue sustituida por una economía monetaria y el comercio internacional.
La Primera Revolución Industrial fue un proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino Unido, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y Norteamérica hasta mediados del siglo XIX. Durante este periodo ocurrió el paso de una economía rural feudal basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía capitalista de carácter urbano, industrializada y mecanizada.
La concentración de la producción en empresas de gran tamaño en los países más desarrollados, la formación de los monopolios, la aparición del capital financiero y la exportación de capitales llevaron desde fines del siglo XIX a la neocolonización de las antiguas colonias y al crecimiento de la desigualdad entre países desarrollados y subdesarrollados.
Con posterioridad a la desaparición del campo socialista europeo, a fines del siglo XX se inicia la globalización neoliberal, cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y la libre circulación de capitales con el fin de generalizar la sociedad de consumo a escala mundial. Las corporaciones internacionales obtienen ganancias fabulosas explotando los recursos naturales de los países menos desarrollados y los gobiernos de las metrópolis garantizan ese ¨status quo¨ mediante intervenciones militares, maniobras y presiones diplomáticas y el soborno para mantener en el poder a políticos dóciles y serviles y a través de medios masivos de comunicación influyen ideológicamente sobre los pueblos sometidos y exportan hábitos de consumo y de vida incompatibles con los limitados recursos de que dispone la mayoría de sus pobladores.
La ONU publica anualmente el índice de desarrollo humano de los países, indicador que incluye datos sobre el producto interno bruto percápita y sobre el acceso de la población a la educación y la salud. Alcanzan un índice muy alto 58 países, Alto 52, Medio 42 y Bajo 37 países, entre estos últimos 32 naciones del continente africano, 2 de Oceanía, 2 de Asia y 1 en América (Haití).
A pesar de los altruistas propósitos y los programas de trabajo elaborados por la ONU para impulsar el desarrollo económico-social de los países más atrasados, se avanza muy lentamente en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible aprobados por su Asamblea General, entre los que se destacan:
- Poner fin a la pobreza en todas partes. Aún en 2015 había 736 millones de personas que vivían en extrema pobreza, de ellos 413 millones vivían en el África subsahariana.
- Poner fin al hambre. En 2017 había 821 millones de personas padeciendo desnutrición, dos tercios viven en al África Subsahariana y en el Asia Meridional.
- Garantizar una vida sana y bienestar para todos. En 2017 murieron 5,4 millones de niños menores de 5 años y apenas se redujeron los enfermos de paludismo, tuberculosis y SIDA.
- Garantizar una enseñanza inclusiva y equitativa. En 2017 había 750 millones de adultos analfabetos y 617 millones de niños y adolescentes no alcanzaron el nivel mínimo de competencia en lectura y matemáticas.
El intento de los sucesivos gobiernos de países imperialistas para retrotraer los avances de aquellas naciones que bajo las banderas del socialismo se escapan de su dominio y avanzan o intentan continuar su desarrollo económico y social como China, Viet Nam, Corea Democrática, Venezuela o Cuba y de algunos de sus contendientes en la arena internacional como Rusia choca con la firmeza de sus gobiernos y pueblos, que se esfuerzan por alcanzar o mantener elevados índices de desarrollo.
La pandemia de Covid-19 ha reducido sensiblemente durante el año 2020 y los primeros meses del 2021 la producción, el turismo, el consumo y las exportaciones en la mayoría de los países y acentuado la brecha económica entre más desarrollados y los subdesarrollados.
El acaparamiento de vacunas contra la COVID-19 por parte de Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea es una prueba palpable del egoísmo y la falta de solidaridad de los gobiernos y las transnacionales productoras de medicamentos de los países más desarrollados para con los más empobrecidos, que tardarán varios años en vacunar a todos sus habitantes. Por el contrario, a pesar del recrudecimiento del bloqueo económico por parte del gobierno de los Estados Unidos y de las severas limitaciones económicas derivadas de la pandemia, el desarrollo por científicos cubanos de cinco candidatos vacunales y la producción prevista en 2021 de unos cien millones de vacunas permitirá no solo inmunizar a toda la población cubana sino a la de muchos países caribeños.
Bibliografía consultada
- Engels Federico. Dialéctica de la naturaleza. Biblioteca Virtual. UJCE. España. El Papel del trabajo en la transformación del mono en hombre. http:// archivo.juventudes.org.
- Lenin, Vladimir Ilich. El imperialismo, fase superior del capitalismo. http://fundacionfedericoengels.org.
- Naciones Unidas. Informe de los objetivos de desarrollo sostenible. 2019
- Novak George. La Ley del desarrollo desigual y combinado (1957) http://marxists.org
- PNUD. Informe de desarrollo humano del 2018.
- Smith Neil. Desarrollo desigual- naturaleza, capital y la producción del espacio. Traficantes de Sueños. Madrid, España. 2020