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El duelo coreano de artillería en el Mar Amarillo es menos grave que lo que parece

Fuentes: Ria Novosti vía Argenpress

El pasado 23 de noviembre, en la zona desmilitarizada de Corea (ZDC) ocurrió el mayor incidente armado del último medio siglo.

En el ataque artillero desde Corea del Norte contra la isla surcoreana de Yeonpyeong dos soldados surcoreanos murieron y más de diez, incluidas personas civiles, resultaron heridos. El ataque provocó el incendio de varias decenas de edificios y respuesta militar del Corea del Sur que lanzó ochenta proyectiles de artillería contra Corea del Norte. Pyongyang y Seúl intercambiaron de acusaciones mutuas de perpetrar ataques no provocados.

¿Y qué ocurrió? Al analizar las causas de este incidente, es necesario tener en cuenta una gama de factores que determinan la actual situación en la península de Corea. De jure, las dos Coreas continúan en estado de guerra, ya que todavía no han firmado un tratado de paz tras el conflicto de 1950-1953, sino un convenio de reconciliación. En 1953, Corea del Norte y Corea del Sur acordaron establecer una especial zona desmilitarizada (ZDC). Esta zona, destinada a la contención militar, es de carácter hostil y da pie a varios enfrentamientos armados, en tierra, mar y aire. En pasado marzo, la corbeta surcoreana Cheonan se hundió cerca de esta zona. Aunque se sospecha que el buque fue atacado por un torpedo norcoreano, la verdadera causa del aquel incidente que costó la vida a 46 tripulantes, todavía se desconoce. Los expertos tampoco tienen respuesta precisa sobre las causas del reciente ataque artillero lanzado desde Corea del Norte.

Según las versiones más verosímiles, el ataque artillero norcoreano fue una reacción a las maniobras ejecutadas por la Armada de Corea del Sur en la región próxima a la isla de Yeonpyeong. Es posible que oficiales militares norcoreanos interpretaron esos ejercicios como una ofensiva lanzada por Corea del Sur. «Nuestra Armada realizaba ejercicios marítimos. Corea del Norte envió una carta de protesta sobre las maniobras», declaró un asesor presidencial surcoreano citado por la agencia de información Yonhap. Quizás uno de los comandantes de las tropas norcoreanas actuó precipitadamente, lo que provocó la nueva espiral del conflicto. Pero esta versión parece inverosímil, porque según datos disponibles, Pyongyang disparó unos 200 proyectiles. Es demasiado para un ataque de artillería espontáneo.

Según otra versión posible, el ataque está vinculado con un sutil juego político de la administración norcoreana que hoy por hoy debe consolidar el proceso de sucesión del líder norcoreano, Kim Jong-il, y delinear la estrategia a corto plazo. Corea del Norte desplegó un gran número de sistemas de misiles de largo alcance en las proximidades de la zona desmilitarizada de cara a un hipotético conflicto militar. En el ataque contra la isla surcoreana de Yeonpyeong probablemente fueron empleados los cañones autopropulsados Koksan calibre 170 mm (del modelo 1978 o 1989), con un alcance de 40 a 60 kilómetros. Se trata de modernos sistemas de artillería de largo alcance que están en servicio operacional del Ejército norcoreano y casi todos los cañones de este tipo están emplazados cerca de la ZDC.

A juzgar por todo, Corea del Sur devolvió el fuego empleando cañones autopropulsados ?9 calibre 155 mm con alcance de hasta 55 kilómetros. Estos cañones de largo alcance y tiro rápido capaces de llevar un fuego preciso son un armamento muy eficaz en combates contra sistemas de artillería del enemigo. No hay ninguna información disponible sobre los resultados de la contraofensiva surcoreana y es poco probable que estos datos salgan a la luz pública.

¿Será posible una escalada? Esto depende de muchos factores externos. En primer lugar, de la postura de EEUU, el socio principal de Corea del Sur. Es poco probable que Pyongyang contribuya a la escalada de tensión. Esto puede conllevar a una guerra de envergadura que Corea del Norte seguramente perderá en vista de la superioridad del enemigo y falta de un apoyo externo. Aunque Corea del Norte dispone de un Ejército numeroso y del propio arsenal nuclear, es inferior a sus enemigos que tienen en sus arsenales el armamento y material bélico más moderno. Mientras que en materia de varias categorías de armamento el retraso de Pyongyang es de 1 a 3 generaciones, los sistemas norcoreanos de comunicación, detección, designación de objetivos y navegación nunca podrán alcanza el nivel de los equipos de los norcoreanos. Otros países, ni siquiera China, suministra armas modernas a Corea del Norte.

La industria nacional alcanzó éxitos en la fabricación de misiles balísticos, pero es incapaz de dotar al Ejército norcoreano con la cantidad necesaria de armamento de última generación. La preparación de combate de las Fuerzas Armadas de Corea del Norte también deja mucho que desear. Pyongyang es incapaz de satisfacer las necesidades de su Ejército en combustible. En resultado, el nivel de preparación del efectivo orgánico de las unidades móviles y aéreas es insuficiente, según opinan los expertos.

Seúl tampoco debería permitir la escalada de la tensión. Es posible que, con el apoyo de EEUU, Corea del Sur pueda conseguir la victoria en la guerra con Corea del Norte, pero esto le costará muchos recursos técnicos y humanos. Además, existe un riesgo de que Pyongyang emplee su armamento nuclear. La escalada del conflicto entre las dos Coreas sería muy indeseable para EEUU que en la situación actual no puede emprender una nueva guerra sin posibles ventajas materiales. Además, la actual política exterior de la administración estadounidense no prevé una guerra en Corea del Norte. Así las cosas, si en un futuro próximo no repiten enfrentamientos armados en la península de Corea, el incidente probablemente sólo provocará un aumento de tensión y un duelo de retórica bastante agresiva desde ambos lados.