«La diversidad de la sociedad civil planetaria no puede reducirse a un solo programa» «La humanidad está en una enorme búsqueda de horizontes» Cuando en la tercera semana de enero -del 20 al 25- el Foro Social Mundial (FSM) abra su séptima edición en Nairobi, Kenya, estará recién cumpliendo sus primeros seis años de vida. […]
«La diversidad de la sociedad civil planetaria no puede reducirse a un solo programa»
«La humanidad está en una enorme búsqueda de horizontes»
Cuando en la tercera semana de enero -del 20 al 25- el Foro Social Mundial (FSM) abra su séptima edición en Nairobi, Kenya, estará recién cumpliendo sus primeros seis años de vida. Período en el que se ha ido convirtiendo en el principal espacio altermundialista a nivel planetario. Entrevista con Francisco «Chico» Whitaker, militante social brasilero, uno de los ocho co-fundadores del FSM y recientemente galardonado con el Premio Nobel alternativo 2006, al que considera «como una distinción para todo el movimiento altermundialista y para el FSM».
RADIOGRAFIA DEL FSM
El Foro social mundial no es ni un movimiento ni una macro-organización, sino un espacio planetario. De intercambio y de aprendizaje, de búsqueda de alternativas y de agendas comunes de los movimientos sociales y organizaciones.
De lo simple a lo complejo, Chico Whitaker recurre a la más esencial pedagogía política para recordar el ABC de esta «construcción que tiene mucho de laboratorio, de experiencia en marcha», según su propio razonamiento.
Como palanca movilizadora, en tanto común denominador de ese espacio: el combate contra el «neoliberalismo y el capitalismo autoritario que están llevando al planeta y al ser humano a la ruina».
Y si se habla de la lógica interna del FSM, «la horizontalidad es lo que predomina. Todos iguales, sin coordinadores, ni representantes, ni portavoces. El espacio no tiene voz», sentencia Whitaker. Quien da un paso más adelante y subraya la importancia del «cambio desde la construcción colectiva».
«Desde abajo…, la gente debe comprometerse con nuevas perspectivas, que van a pasar por diferentes y múltiples acciones». Es la sociedad civil en tanto que actor político a parte entera. Trabajando por el cambio, reconociendo a los otros, descubriendo y reforzando convergencias, insiste.
¿Idealismo, utopías al por mayor? «Sobre todo el impulso de una nueva cultura política en construcción» que se refleja en los puntos esenciales de la Carta de Principios del FSM, vigente desde 2001 y que ha sido «la llave fundamental», el marco consensual, para asegurar la continuidad de esta particular dinámica innovadora.
EL FSM EN DEBATE
A escasos seis años de existencia el FSM vive no sólo una intensa dinámica propia sino también un debate interno saludable. Que toca la táctica y la estrategia; la necesidad o no de un programa del FSM; los tiempos políticos y el estado de los movimientos sociales mundiales.
No faltan voces que aseguran que el FSM padece de una pérdida de poder de convocatoria y es víctima de una velocidad de crucero decreciente.
Dicho enunciado lo provoca y la reacción de Whitaker es tajante. «El FSM es un espacio donde la gente, la sociedad civil de todo el mundo se puede encontrar, puede intercambiar, buscar soluciones conjuntas. Y ese espacio no está en reflujo. Estaría en baja si nadie quisiera seguir organizándose y encontrándose. Pero no es el caso y los preparativos para Nairobi lo están demostrando. La expectativa de cara al próximo evento en Africa es enorme».
Whitaker toma su distancia y reconoce matices conceptuales. «Si algunos afirman que el altermundialismo está en reflujo, están haciendo referencia al estado de los movimientos sociales que defienden esa visión». En ese sentido, acepta Whitaker, «dichos movimientos no han encontrado todavía respuestas integrales a un modelo neoliberal, con su componente militar, que sigue siendo muy fuerte».
Pero no le asusta la fuerza del enemigo. «La humanidad está en búsqueda. Es una tarea amplia y ardua». Y en su reflexión el tiempo político juega un rol importante. «Es el tiempo largo. Estamos dando una extensa vuelta por encima de un siglo de intentos. El problema es que muchas veces tenemos miedo de morir sin ver lo nuevo. Pero los pasos se darán en un caminar colectivo, sin apuros, en convergencia…»
Y del estado del Foro a las diferentes sensibilidades en torno a la necesidad o no de dotarlo de un programa político mínimo, hay sólo una pequeña distancia en el debate conceptual.
«No debemos imponer un programa político al FSM. Son los movimientos sociales los que tienen que tener su programa. Pero ninguno de esos movimientos puede pretender ser el único ni el mejor. La enorme diversidad que reina en el FSM no cabe en un solo proyecto predefinido intelectualmente».
Cada día aparecen nuevos actores y protagonistas. La temática ecológica, por ejemplo, ha ido creciendo en estos últimos años de forma increíble. Incluso el concepto de la responsabilidad social de muchas empresas que empiezan a cuestionar el concepto mismo del lucro. «Y por eso no podemos reducir el FSM a un modelo completo y acabado. No se puede volver atrás con recetas como en el pasado. Eso no quiere decir que tal vez, en un momento determinado, la humanidad pueda llegar a definir la sociedad nueva que todos queremos. Pero será en un proceso largo y paciente», enfatiza Chico Whitaker.
LO NOVEDOSO ESTA EN LA CONVERGENCIA
Si para el Premio Nobel alternativo 2006 los tiempos son largos, los resultados de esa marcha no son siempre cuantificables. ¿Qué aporta en concreto el Foro Social a los diferentes movimientos sociales, a los sindicatos, a las ONG etc.? , preguntamos.
«La oportunidad que ofrece el FSM a todos y cada uno es el de reconocerse mutuamente en sus diferencias. Para dichos actores es un plus estar en un espacio donde hay diferentes organizaciones y movimientos que comparten grandes objetivos comunes pero que no se conocen bien entre ellos.
Y de ahí la importancia que las organizaciones sociales se reconozcan y sean reconocidas en el Foro. «Y en torno a esas nuevas convergencias puedan organizar, a su vez, luchas y campañas que hasta ahora no se les pasaban ni siquiera por la cabeza».
Lo novedoso, enfatiza Whitaker, «es saltar barreras, lo que implica a veces superar ideas preconcebidas. Y con toda certeza, si cada actor llega con los ojos y el corazón abierto – como ya sucedió en varios foros anteriores – se dará cuenta que las nuevas alianzas son esenciales y que está naciendo una nueva forma de comprender la participación ciudadana, de hacer la política y de impulsar las cuestiones reivindicativas.
La reflexión final no se demora: «el foro va a aportar a cada actor en tanto éste se integre y se apropie del foro». Recordando de inmediato que el FSM es un espacio en construcción. Que no hay recetas ni soluciones mágicas. Y que buscar una alternativa al sistema es responsabilidad de todos.
* Colaboración E-CHANGER. ONG suiza de cooperación solidaria
________________________________________________________
De Porto Alegre a Nairobi
EL FSM tiene una corta vida de seis años. Nació en enero del 2001 en Porto Alegre, Brasil, cuando la sociedad civil planetaria se auto convocó por primera vez en tanto el «anti-Davos del Sur» con la consigna de «otro mundo es posible».
Desde entonces hasta el presente, el FSM logró un desarrollo casi explosivo. Pasó de 20 mil participantes en su primera edición a más de 150 mil en su quinta convocatoria en el 2005. Se expandió en decenas de cónclaves continentales, en centenas de foros nacionales, regionales o temáticos, convirtiéndose en el más novedoso e importante espacio altermundialista. Luego de una pausa a nivel mundial en el 2006 – cuando se realizaron tres eventos descentralizados en Caracas, Bamako y Karachi-, el FSM volverá a encontrarse, nuevamente centralizado, en una convocatoria única. Será entre el 20 y el 25 de enero del 2007, por primera vez en África. «El FSM en Nairobi será portador de varias innovaciones importantes», señala Chico Whitaker. A nivel metodológico, explica Whitaker, los tres primeros días se realizarán actividades autogestionadas agrupadas no más por temas teóricos sino por objetivos comunes de lucha. Y la cuarta jornada – la del 24 de enero- será dedicada «a planear y hacer más visible la agenda del para identificar nuevas convergencias, proponer nuevas luchas y campañas. Esto significará un salto cualitativo, concreto».
Por otra parte, «las actividades e iniciativas africanas tendrán un lugar primordial en el programa. Africa, cuña de la humanidad, se convertirá en Nairobi en el centro del mundo», sentencia. «Y todo indica que la cita kenyana será trascendente. Participarán varias decenas de miles de personas, muchas de las cuales llegarán de todo el continente. Las señales confirman que el FSM 2007 será uno de los mejores, un «verdadero encuentro de los pueblos y naciones africanas con todo el mundo y un reencuentro del mundo con Africa».