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El Laboratorio Global de Manipulación de la Opinión Pública

Fuentes: Rebelión

En la actual coyuntura de gran avance tecnológico, en la cual se nos mantiene inmersos en un mar de cambios en las cada vez más diversas formas de información y comunicación, donde el Internet pasa a ser parte de nuestro quehacer diario, se nos presentan nuevos retos para el análisis marxista. Dado que este inmenso […]

En la actual coyuntura de gran avance tecnológico, en la cual se nos mantiene inmersos en un mar de cambios en las cada vez más diversas formas de información y comunicación, donde el Internet pasa a ser parte de nuestro quehacer diario, se nos presentan nuevos retos para el análisis marxista.

Dado que este inmenso avance tecnológico, ha permitido que el manejo mediático global nos mantenga inmersos en este mar de cambios, en que las cada vez más amplias y diversas formas de información y comunicación (TIC´s) -donde el Internet pasa a ser parte de nuestro quehacer diario-, el aumento del siniestro ejercicio de la manipulación mediática de las conciencias humanas con intenciones de dominación, nos presentan nuevos retos para el análisis de la dialéctica marxista.

Estos grandes avances en la ciencia y la tecnología, surgidos de la necesidad de defensa del imperialismo durante la guerra fría, ante la posibilidad de quedar aisladas las comunicaciones del pentágono en una eventual guerra nuclear, o ante cualquier otro tipo de ataque a los EE. UU. que pudiera cortar varias rutas a la vez de sus redes de comunicación estratégica; dieron como resultado lo que hoy se conoce como Internet, una red de comunicaciones libre, que se interconecta a través de miles de puntos en el mundo como una gran tela de araña, con tantas miles de rutas posibles entre un par de puntos cualquiera, que hace casi imposible que cualquier pareja de puntos pueda quedarse sin comunicación entre sí.

Una vez extendido el Internet por el mundo, el astuto imperio desarrolló sus estrategias de dominación a través de la globalización, el control global de la información y la comunicación, y con ello han avanzado también los laboratorios de manipulación de la opinión pública mundial.

Es así, como meses antes del 11 de septiembre proyectan en la gran pantalla de Hollywood una nueva versión sobre el ataque japonés a Pearl Harbor, preparando a la opinión pública norteamericana e internacional por medio de revivir los sentimientos de terror y angustia que los fuera acondicionando psicológicamente a reaccionar ante un nuevo siniestro, para volver a justificar un ataque genocida como el perpetrado contra Hiroshima y Nagasaki, pero esta vez dirigido contra el medio oriente y con intención de controlar su petróleo.

En estos momentos la estrategia del imperio cambia el objetivo contra Irán, y ante las pretensiones aliadas de retirar las tropas de Irak, no nos debe extrañar que hace pocos años en Europa se viviera una pequeña reacción en cadena surgida de manera casi «espontánea» (o tal vez impulsada por Internet), donde ante el maltrato étnico contra los inmigrantes, estos grupos sociales marginados por años a unas condiciones de vida infrahumanas estallaran en cólera en varios países europeos quemando cientos de vehículos. Primer objetivo logrado en la población europea: el Terror y la Angustia.

Luego fue lanzada una segunda fase, varios medios de Europa publicaron y distribuyeron caricaturas grotescas ridiculizando los símbolos sagrados del sentimiento islámico y musulmán, generando la reacción esperada de protestas por parte de los amplios sectores que profesan estas antiguas creencias contra dichos países.

Logrando cambiar la opinión pública europea, que antes estaba horrorizada por el genocidio norteamericano en Irak, en cambio ahora los pueblos dejan poco a poco de presionar a sus gobiernos para retirar las tropas aliadas de ese país, y varios meses después, en las fases siguientes de la manipulación mediática los llevaría a apoyar un ataque aéreo contra Irán, ya planificado por EE. UU. para ser lanzado a fines del presente año.

Nuevamente, el objetivo es doble, primero la desestabilización de Chávez en Venezuela, repitiendo la estrategia contra la invasión a Irak, donde intentaron primero el golpe de estado y luego el paro petrolero contra Chávez antes del ataque aéreo, de manera de asegurar el suministro petrolero antes de la acción en medio oriente; al no lograrlo tuvieron que aplazar durante varios meses la anunciada invasión a Irak.

Es así como también tenían planificado derrocar a Evo Morales con un golpe militar, al poco tiempo de asumir la presidencia de Bolivia, por ello, al no lograrlo debemos prever una nueva escalada desestabilizadora contra Venezuela que intentará frustrar las elecciones de septiembre como paso previo a un ataque masivo contra Irán. Claro está que estos planes contra Venezuela no resultarán por el irrestricto apoyo que el pueblo mantiene a su líder, siendo muy probable como en el caso de Irak que esto retrase por varios meses el ataque genocida contra Irán, pasándolo para el 2012.

Que se busca en definitiva, ante el ya iniciado proceso de autodestrucción del imperio por las contradicciones propias del capitalismo; los EE. UU. pudieran estar buscando frenar el surgimiento de un nuevo orden internacional multipolar donde perderían el control hegemónico, por tanto sabemos que un ataque masivo contra Irán causaría la subida de los precios del barril de petróleo a más de 200 dólares, colapsando el sistema del mercado bursátil mundial basado actualmente en el oro negro.

Será que el imperio, tiene planificado cambiar una vez más la base de cálculo de los valores monetarios para retornar al viejo sistema de reservas en oro, será por eso que el clan Bush había venido adueñándose de grandes reservas en oro, el cual una vez roto por los propios estadounidenses el patrón oro ha venido bajando su cotización internacional, y fuimos llevados al patrón internacional del dólar y a la libre manipulación bursátil, que pronto fue basada en la manipulación de los precios del petróleo, de la cual perdieron el control al resultar exitosas las gestiones venezolanas dentro de la OPEP para establecer un precio justo para los países productores.

La otra estrategia de dominación del imperialismo, tal vez hoy comienza a verse, con la posición lacaya asumida ya por el gobierno de Inglaterra, la patria madre de toda la comunidad británica (commonwealth) , que al parecer llevaría poco a poco a la propia opinión pública británica a aprobar una Unión Global Anglosajona proyectada para el año 2020, de manera de convertirse en una sola nación que extendería sus fronteras como grandes tenazas alrededor del mundo, ya que la comunidad británica incluye los territorios de 53 países, entre ellos Canadá, todos los países del CARICOM, Australia, Oceanía, Nueva Zelanda, India, Chipre, Pakistán, Malasia, Sudáfrica, Nigeria, Kenia, Tanzania, Zambia, Camerún, y hasta nuestras latinoamericanas Islas Malvinas y Falkland arrancadas al territorio argentino, etc.

En otro orden de ideas, también debemos recordar, que cada vez que surge una crisis global en el capitalismo, afectando los intereses económicos interimperialistas (entre las propias grandes potencias aliadas), la solución siempre ha sido una guerra mundial, en la cual las nuevas potencias vencedoras vuelven a repartirse las zonas geográficas del mundo para su explotación económica exclusiva, generando luego de la gran destrucción un nuevo orden económico internacional a la medida de sus necesidades de subsistencia antinatural.

Es por ello, que para subsistir con la actual espiral inviable de desarrollismo el imperio debe lograr el dominio absoluto del mundo, para así obtener libre acceso y control de todos nuestros recursos energéticos, minerales, forestales, genéticos, e incluso de nuestras fuentes de agua dulce, necesarios para mantener su sistema inhumano y antinatural solo por unas pocas decenas de años más, con la esperanza que en ese corto lapso de tiempo puedan comenzar a establecer pequeñas colonias en otro planeta, y así escapar a la destrucción del planeta Tierra hacia la que nos conducen de manera inevitable.

En vez de aceptar la necesidad vital de cambio a un sistema socialista que nos asegure la subsistencia pacífica en armonía con la naturaleza y con igualdad de condiciones de vida para todos los seres humanos y nuestras generaciones futuras, preservando todas las formas de vida y cuidando racionalmente los recursos del planeta.

Un mudo nuevo es posible ¡Sólo si es socialista!

Fuente: Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.