Sin lograr ser escuchados, el pueblo originario de Canadá se vio obligado a negociar con representantes e instituciones; ahora, como estrategia, surge por detrás del Tribunal Internacional para Crímenes de Iglesia y Estado, y están a punto de ajusticiar al Primer Ministro de Canadá y hasta al Papa. DESENLACE DE LOS HECHOS El genocidio del […]
Sin lograr ser escuchados, el pueblo originario de Canadá se vio obligado a negociar con representantes e instituciones; ahora, como estrategia, surge por detrás del Tribunal Internacional para Crímenes de Iglesia y Estado, y están a punto de ajusticiar al Primer Ministro de Canadá y hasta al Papa.
DESENLACE DE LOS HECHOS
El genocidio del pueblo originario de Canadá fue atroz, pero lo remarcable es que aun continúa. Por ejemplo las cárceles cuentan con un 54% de población aborigen, que comparado con el porcentaje de población blanca, significa que más del 90% de la población aborigen está privada de libertad. Actualmente, es prácticamente criminal ser de la nación originaria – La Primera Nación, como se autodenominan. Y a pesar que han sido humillados, demonizados, tienen clara su identidad y fuerza, pero sus reclamos y demandas han caído como las voces de los oprimidos. El Reverendo Kevin Annett al inicio de su carrera como sacerdote llegó a trabajar en una de las escuelas residenciales (segregadas) para la población indígena. Notó ciertas irregularidades y luego en conversaciones con líderes indígenas se enteró del reclamo que venían haciendo sobre las silenciosas muertes de niños en estos colegios. Al cabo de unos año Kevin Annett compiló todos los datos y pruebas de estos crímenes y los publicó. A pesar de los reclamos, que por años venía haciendo el pueblo de La Primera Nación, fue solo con la publicación del Reverendo que los ciudadanos canadienses se enteraron de estas atrocidades. El éxito en dar a conocer estos hechos, ciertamente, se debe a que el Reverendo, era una figura representativa -sacerdote, blanco, anglosajón- tenia voz. Al cabo de más de dos años, a pesar de que todos estos crímenes (que se remontan hasta el siglo XIX) salieron a luz, nada sucedió. El Primer Ministro Harper en 2008 simplemente se disculpó y exoneró a todos los responsables. A todo esto, el Reverendo Kevin Annett fue expulsado de su congregación, demonizado y amenazado (y se quedó sin voz). El aparato para silenciar estos crímenes es poderoso, en octubre del 2010 se reportó que libros sobre los abusos de este genocidio están misteriosamente desapareciendo de las bibliotecas canadienses. – En este enlace donde habla el Reverendo Kevin Annett (video) explica los abusos y matanzas de niños en las escuelas públicas: http://www.corneta.org/no_123/canada_genocidio_aborigen_continua.html
ACTUALMENTE
Ahora, no solo se ve al Reverendo Kevin Annett, hay muchos ciudadanos solidarizados en los reclamos de La Primera Nación, y la última estrategia a la que recurrieron para ser oídos en sus reclamos, fue ir más arriba que la propia institución (colonial) del gobierno canadiense: a Inglaterra. Decidieron institucionalizar estos reclamos creando un Tribunal Internacional para juzgar los abusos de las Iglesias y los Estados. Para ello se estructuraron de manera colectiva con otros organismos en reclamos similares, tales como: Templemore Forgotten Victims Group (Antrim, Irlanda) Akha Heritage Foundation (Tailandia) Survivors of Clergy Abuse (Australia) SAPED (Canada) Republican Party of Kanata Against Church Terror (ACT) – (Estados Unidos) Friends and Relatives of the Disappeared (Canada) Hay muchos organismos de otros países que están en el proceso de adhesión, y dado que estos abusos (del clero y del estado) son recurrentes en diferentes partes del mundo, la problemática de este caso tiene jurisdicción internacional. A nivel jurídico se presenta como un caso de «class action suit» -una demanda en forma colectiva, y que fue una de las bases para constituir este Tribunal Internacional. La constitución del Tribunal fue elaborada con juristas internacionales, respondiendo a los estatutos legales de la carta de Inglaterra, y a las cláusulas de jurisdicción Internacional establecidas en las Naciones Unidas. Oficialmente el Tribunal Internacional para Crímenes de Iglesia y Estado – «Tribunal into Crimes of Church and State (ITCCS)» quedó establecido con su base en Londres el 15 de junio 2010. Sin embargo la primera sesión se llevará a cabo el 12 de septiembre 2011. El mandato de esta institución es de llevar a juicio a aquellas personas e instituciones responsables de la explotación, tortura y asesinato de individuos (niños en particular). Actúa como Secretario General: Kevin D. Annett, M.A., M.Div. (Canadá), Fiscal General: Henry Bear, LL.B (Nación Maliseet) y sus asistentes legales son Ken Bear Chief (Estado Unidos), Andrew Patterson (Canadá). Un panel de jurados compuesto por jueces de Inglaterra, Canadá, Irlanda y Estados Unidos dictaminarán decisiones y veredictos, con atribuciones para ser aplicadas por oficiales de policía en casos de arrestos criminales.
PRIMERA ACCIÓN
El pasado 17 de enero, el panel Ejecutivo del Tribunal Internacional para Crímenes de Iglesia y Estado (ITCCS de sus siglas en inglés) envió una carta a Stephen Harper acusando a su Gobierno de subvertir la justicia y de exonerar a las iglesias responsables de la muerte de miles de niños en las escuelas residenciales indígenas. El primer ministro Harper será citado a presentarse ante el Tribunal Internacional (ITCCS) para que responda a los cargos de complicidad en genocidio.
La carta declara que si para el 1 de marzo de 2011, el gobierno de Harper no ha iniciado cargos criminales en contra de las iglesias Católica, Anglicana y la Unida (United Church) y si no ha comenzado a repatriar los restos de los niños muertos, el Tribunal Internacional (ITCCS) enviará a su propio personal de investigadores a Canadá. El personal llevará a cabo investigaciones forénsicas en las supuestas fosas comunes de las antiguas escuelas residenciales «en conjunto con líderes indígenas y familias de las víctimas», y se reunirán las evidencias para ajusticiar a Canadá por los crímenes de genocidio. La carta del Tribunal (ITCCS) concluye informando al Primer Ministro Harper que se le emitirá una convocatoria pública para que comparezca ante el Tribunal antes de su sesión de apertura en Londres, Inglaterra, el 12 de septiembre de 2011.
En otra nota, el Tribunal está trabajando en la demanda ejecutiva para poner cargos criminales en contra de todas las iglesias implicadas. Sobre el caso, el Tribunal ya ha emitido una orden con cargos para el Papa Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, para que comparezca ante el Tribunal en septiembre.
Copia de la carta al Primer Ministro Harper emitida por el Tribunal Internacional (ITCCS) se puede obtener en este enlace: http://www.hiddenfromhistory.org/RecentUpdatesampArticles/Jan172011HarpertobeSummonedtoTribunal/tabid/146/Default.aspx Para obtener más información, comunicarse con el Tribunal ITCCS a esta dirección: [email protected] – o con Rev. Kevin Annett en Canadá 250-753-3345.
Fuente: http://www.corneta.org/no_134/genocidio_primer_ministro_de_canada_y_papa_acusados.html