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Los países árabes carecen de una "revolución" de la enseñanza

El paro en Oriente Medio y en África es el más alto en el mundo

Fuentes: Al Hayat

Uno de los estudios que se debaten hoy en Alejandría en el marco del III Congreso para la Reforma Árabe, bajo el lema «Los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones de la sociedad civil», es el titulado «La ocupación de la juventud árabe», realizado por el Club de Investigaciones Económicas. En dicho estudio, […]

Uno de los estudios que se debaten hoy en Alejandría en el marco del III Congreso para la Reforma Árabe, bajo el lema «Los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones de la sociedad civil», es el titulado «La ocupación de la juventud árabe», realizado por el Club de Investigaciones Económicas. En dicho estudio, que trata sobre el problema del desempleo y su reflejo en las economías árabes, se exponen unas recomendaciones que se considera podrían reducir el problema del desempleo a medio y largo plazo. Según el estudio, la tasa de desempleo en Oriente Medio y el norte de África, tanto en lo que se refiere al desempleo juvenil como al total, es la más alta del mundo. Los autores del estudio consideran que la reducción de la tasa de desempleo juvenil a la mitad se reflejaría en un incremento del producto interior bruto, cuya previsión de crecimiento más baja lo sitúa en 138 mil millones de dólares, en tanto la más alta lo evalúa en 221 mil millones, es decir, una tasa de crecimiento del 1,7 y 4,11 respectivamente. El producto interior bruto de la región alcanzó en 2003 la cifra de 1,939 billones de dólares.

El estudio enumera varios tipos de desempleo: el «estructural», resultado de cambios producidos en la economía nacional que conllevan la inadaptación de la formación profesional de los desempleados a las ofertas de trabajo; el «estacional», específico del sector agrícola, y el friccional, que implica un tiempo de espera forzoso entre un empleo y otro. También encontramos el desempleo cíclico, producido por la falta de competitividad de la economía y la disminución de la demanda, lo que se traduce en la reducción de la demanda de mano de obra. El estudio habla también del desempleo camuflado y afirma que el sector público en los países árabes se caracteriza por la propagación de este tipo de desempleo, ya que un número creciente de licenciados ocupa funciones que no se corresponden con su especialidad. Por último señala el desempleo «parcial», es decir, el caso de aquellos trabajadores, especialmente en las zonas rurales, que, a pesar de su búsqueda de trabajo a jornada completa, trabajan en empleos a jornada parcial. El estudio opina que el mal comportamiento del mercado laboral es una consecuencia de la poca demanda proveniente del sector público y la ralentización del sector privado y que el desempleo juvenil se concentra en el grupo de los que buscan su primer empleo. En algunos países árabes aumenta también entre los graduados en educación secundaria y superior, un grupo que tenía acceso al empleo público cuando este estaba garantizado. Sin embargo, disminuye en la mayoría de los países árabes la tasa de desempleo de los que no han tenido acceso a la educación.

Otros estudios justifican el aumento del empleo femenino en sus salarios más bajos, así como en el cambio de la visión que se ha producido en la sociedad sobre el trabajo femenino. La tasa de empleo total ha aumentado en el periodo 1990-2000 del 54,6% al 57%, y ello a pesar de la disminución del empleo masculino, que ha bajado del 81,3% al 80,7%, ya que el empleo femenino ha pasado del 26% a significar el 32% de todos los trabajadores.

LA EMIGRACIÓN: UN FACTOR QUE INFLUYE EN EL DESEMPLEO JUVENIL

El estudio toma también en consideración el tema de la emigración: la emigración temporal de personas de todos los niveles educativos hacia los países del Golfo, y la emigración de personas más cualificadas hacia Occidente, donde aumenta la emigración de jóvenes árabes que huyen del desempleo y otros problemas, como los bajos salarios, el verse obligados a aceptar trabajos que no se corresponden con su especialidad, la ausencia de un entorno científico y tecnológico adecuado, la inestabilidad política y social, la burocracia y los obstáculos institucionales. Un informe de la Liga Árabe destaca que en 2001 había en Europa y Estados Unidos más de 450.000 licenciados de universidades árabes, unos licenciados cuya preparación han costeado los países árabes, y cuyo potencial de desarrollo en sus países de procedencia se está perdiendo.

Por otro lado, la caída de los precios del petróleo, junto con el aumento de los nacionales de los países productores que ingresan en el mercado laboral, son factores que contribuyen al incremento del desempleo entre los trabajadores inmigrantes, ya que está aumentando la tasa de empleo de los trabajadores nacionales. Al tiempo que el número de estos trabajadores ha aumentado, en el periodo 1995-2002, de 9,5 millones a 11 millones, el porcentaje de los inmigrantes sobre el empleo total se ha mantenido en el 74%, pero en Arabia Saudí ha bajado del 63% al 50% y hay que tener en cuenta que solo este país representa el 55% del empleo total en los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), en los que el productor interior bruto se redujo en 2001 en un 3% respecto al año anterior. El descenso en el sector de la extracción fue del 11%. En el periodo 2001-2004 el desempleo en el CCG ha subido como consecuencia de la reducción del papel del Estado como empleador y la progresiva incidencia en este sentido del sector productivo y de servicios, así como la ausencia de una política de formación que se adecue a las demandas cambiantes del mercado. Los investigadores prevén que las políticas que siguen estos países, entre ellas la presión a la que someten al sector privado para que emplee a trabajadores nacionales, repercutirán en un descenso importante de los trabajadores extranjeros, lo que implicará la reducción de los ingresos de los países árabes no productores y el aumento de los costes laborales de los países productores, aun en la hipótesis de que ello no incida negativamente en la productividad.

Se cree que los trabajadores árabes se verán más afectados por estas medidas que los asiáticos, ya que las cifras indican que el volumen de la mano de obra árabe en el Golfo se ha reducido en un tercio en la década de los noventa, al tiempo que ha aumentado la mano de obra asiática en cerca del 50%. Los empresarios prefieren a los asiáticos por varias razones: su disponibilidad a aceptar salarios inferiores y a trabajar más horas, la falta de expectativas de promoción, sus mayores capacitaciones técnicas y el hecho de no venir acompañados de la familia.

RECOMENDACIONES

El estudio considera que las políticas activas están teniendo una incidencia limitada, mientras que una política de expansión económica tendría un efecto positivo en el empleo. El desempleo juvenil es el síntoma de una pobre actuación económica. El estudio subraya la importancia de estimular la inversión privada y la apertura al comercio internacional mediante la mejora de la competitividad. Sin embargo, hasta en tanto no se den estas circunstancias, el estudio aconseja que se acometan una serie de medidas que estimularían el mercado laboral, como programas de formación de la juventud, y una política de formación y ayudas al autoempleo y las pequeñas empresas. El estudio destaca de modo especial la importancia de la educación, ya que uno de los problemas fundamentales a los que se enfrenta el mundo árabe, especialmente en las economías marginales, es la reducción del presupuesto asignado a la educación, y aporta informes árabes e internacionales, según los cuales la experiencia asiática debe su éxito a una inversión constante en el capital humano como fundamento del desarrollo económico.

INSTRUMENTOS DE EJECUCIÓN

De lo que antecede el estudio deduce que existen muchas experiencias de las que se pueden sacar provecho para abordar el problema del empleo juvenil, algunas de ellas en el propio mundo árabe, y que los demás países pueden adaptar a sus circunstancias. Es más, dentro de un mismo país unos sectores pueden sacar provecho de las experiencias positivas que hayan tenido lugar en otros sectores. Por otra parte, se han presentado estudios que evalúan las políticas positivas para el mercado laboral y que pueden contribuir a definir los criterios de reforma y la elección de la política más adecuada.

Texto publicado en el periódico Al Hayat , 01-03-2006, traducido en Boletín de Prensa Árabe, www.boletin.org.