I El dar y recibir es un hecho humano, ofrendar desinteresadamente a quien se aprecia es un reflejo del corazón, pero el dar y recibir es también un slogan del consumo y la deshumanización, reducir el afecto a lo material convierte a la bondad en una simple compra-venta, en estas fechas las vitrinas de los […]
El dar y recibir es un hecho humano, ofrendar desinteresadamente a quien se aprecia es un reflejo del corazón, pero el dar y recibir es también un slogan del consumo y la deshumanización, reducir el afecto a lo material convierte a la bondad en una simple compra-venta, en estas fechas las vitrinas de los comercios ofrecen regalos de todo tipo, se presumen los mejores precios y los más bellos momentos garantizados al poseer alguno de esos objetos que se anuncia, es verdad que a todos nos gusta un gesto, hacerlo como recibirlo, pero ¿quién piensa en los trabajadores que producen las mercancías que consumimos?, ¿en qué condiciones viven y trabajan?, ¿acaso sabemos algo de aquellos que con su esfuerzo generan sonrisas a quien damos una u otra mercancía? Arriba hay quienes persisten en mantener sus bonos con toda impunidad y además lo presumen, pero si un trabajador pide el pago justo de su sueldo y sus prestaciones sociales como el aguinaldo es señalado, es juzgado, lo peor de todo, es que el primer juicio sobre él viene de sus propios compañeros que sí reciben esas prestaciones, ¿por qué unos si y otros no?, dejemos de mirarnos como competencia y miremos como humanos, el dar y recibir es un ejercicio diario, en estas fechas y en todo el año debemos practicar la conciencia para sembrar la esperanza del renacimiento humano.
II
El invierno trae frío y recuerdos, encuentros y reencuentros, brindis y reuniones, entre abrazos se refuerzan los afectos, su signo es para una importante parte del mundo el de la esperanza y el amor, reflexión con perspectiva de futuro, pero ahora, ahora mismo en que estas líneas se escriben y se leen, las bombas caen sobre los niños en gran parte del mundo, las banderas de la «democracia» le dicen a países y culturas como ser y actuar, ¿acaso la democracia dejó de ser la voluntad de los pueblos para convertirse en los mandatos de los tiranos y sus imperios?, tristemente la respuesta conocemos, hablan en nombre de la democracia pero destruyen formas diversas del ser humano, culturas perdidas en nombre de la religión, aquel nacimiento que en símbolo ejemplifica la esperanza, es usado para sembrar el dolor y la muerte, y perdonen los puros que lo diga así, pero basta asomarse a la ventana de la realidad y constatar el triste hecho de falta mucho para hablar del renacimiento y del bienestar humano. Ahora mismo en este inverno que vivimos ¿quién se acuerda de aquellos despojados de sus tierras y exiliados al país de la desgracia?
La esperanza surge por adentro de los seres humanos, es un sentimiento que calcina los deseos, la conciencia se desarrolla del análisis de las circunstancias que los rodea, la unión de la esperanza y la conciencia se manifiesta en los actos diarios, el bien común no es eslogan de campaña, es reflejo de la conciencia esperanzada por el quehacer de los humanos, transformar la realidad amerita el conjunto de las voluntades puestas en acción, si hablamos de esperanza tenemos que hablar de amor, amar a la humanidad es la prueba mayor de nuestra conciencia.
III
El hambre deambula por el mundo, tiene rostro de niño como de adulto, vive entre quiénes muestran mayor dignidad en su existencia, mientras que en los centros de poder del mundo se gastan la riqueza producida por los trabajadores como un acto absoluto de impunidad. La sombra de muerte se viste de hambre en Yemen como en tantos otros sitios del mundo. En México hay millones en pobreza extrema que pasarán estas fechas en la calle con el frío y el hambre como vestimenta, pero arriba, donde habitan muchos de los llamados servidores públicos y de los empresarios burgueses se estrenan ropajes finos que no cubren su avaricia y deshumanidad, al tiempo en que juegan a la caridad y rezan en sus mesas llenas de comida, bebida e impunidad.
Millones de migrantes recorren el mundo, las guerras, la pobreza, la violencia sistémica del capitalismo, la persecución política como la discriminación racial y cultural los arrojan a la suerte del infortunio, las fronteras se cierran, son resguardadas por milicias y la xenofobia, el mundo se divide entre quienes poseen y quienes nada tienen, los migrantes como todos nosotros son simplemente seres humanos, la humanidad tiene hambre de sí misma, erradiquemos el hambre transformando el mundo.
Cristóbal León Campos es integrante del Colectivo Disyuntivas
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