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Entrevista a Mohsén Emadí, poeta y escritor iraní, miembro del movimiento verde

«En Irán las elecciones han sido dirigidas»

Fuentes: Diagonal

Las movilizaciones que denunciaban el fraude electoral en las elecciones de 2009 acapararon las portadas de Occidente. Hablamos con Mohsén Emadí, integrante del Movimiento Verde. DIAGONAL: ¿Cuál es el panorama político en Irán? MOHSÉN EMADÍ: Todo el sistema político está bajo la autoridad de un experto en derecho islámico, el líder supremo, que actualmente es […]

Las movilizaciones que denunciaban el fraude electoral en las elecciones de 2009 acapararon las portadas de Occidente. Hablamos con Mohsén Emadí, integrante del Movimiento Verde.

DIAGONAL: ¿Cuál es el panorama político en Irán?

MOHSÉN EMADÍ: Todo el sistema político está bajo la autoridad de un experto en derecho islámico, el líder supremo, que actualmente es Alí Jameiní. Éste controla el poder judicial, el militar y el Consejo de Guardianes, que tiene que autorizar todas las candidaturas electorales. Las elecciones en Irán siempre han sido dirigidas, sin embargo la población intenta servirse de ellas para lograr un cambio político.

D.: ¿Existe en su país una izquierda organizada?

M.E.: Tras la revolución islámica en 1979, los grupos de izquierda o se disolvieron o fueron reprimidos.Sus líderes fueron detenidos y procesados, ejecutados u obligados al silencio. Lo mismo sucedió con los liberales, por lo que sólo quedó el Partido de la República Islámica de Homeini.

A partir de 1997, bajo el Gobierno reformista de Jatamí, hubo más libertad. Con la llegada de Ahmadineyad al poder la situación empeoró. Ahora, ninguna organización que no dependa, de la Guardia Revolucionaria, grupo creado durante la guerra contra Iraq, no puede desarrollar actividad alguna. La Guardia Revolucionaria, es una de las formaciones sostienen el Gobierno Ahmadineyad, y fue creada para afianzar el poder del clero, que ha logrado influencia sobre todos los sectores de la economía, en la policía, el ejército y además supervisa el programa nuclear. Tiene una estructura militar y un brazo paramilitar, el Basij.

D.: ¿En las últimas elecciones, la oposición no se presentó para ser elegida?

M.E.: Muchos iraníes habían boicoteado las elecciones de 2005 porque las reformas de Jatamí habían avanzado poco. La victoria de Ahmadineyad se debe a esta abstención, a la financiación ilegal de su campaña con recursos públicos, la compra y la falsificación de votos. Fue apoyado, sobre todo, por los sectores más marginales de la población.

D.: ¿Si los pobres apoyaron a Ahmadineyad, el Movimiento Verde fue un movimiento de clase media, tal como se presentó en medios occidentales?

M.E.: Los movimientos de oposición anteriores, como el movimiento estudiantil, el de los profesores o el feminista, contaban sólo con el apoyo de las clases medias. Pero el cinismo con el que Ahmadineyad se presentaba ante las cámaras provocó, que incluso los sectores más marginados, que normalmente no participan en la política, salieron a las calles. Sin embargo, su política económica había dejado de lado a los pobres.

El precio de la vivienda se había multiplicado por tres, subió el precio de la gasolina y el de los alimentos y la tasa de la inflación hasta un 25%. Cuatro años después, todas las clases sociales, se unieron para tratar de quitar a Ahmadineyad del poder.

D.: ¿Quiénes fueron los candidatos de la oposición en las siguientes elecciones, las del 2009, también eran islamistas?

M.E.: La oposición, presentó dos candidatos reformistas: Mehdi Karubi, más radical, y otro moderado, Mir-Hosein Musaví. Ambos no pudieron ser rechazados por el Consejo de Guardianes, que da el visto bueno a los candidatos, ya que Musaví había sido primer ministro y Mehdi Karubí, presidente del Parlamento. Musaví, cuando fue ministro, llevó a cabo una política económica socialista. Tanto él, como su mujer, son artistas, él es arquitecto, ella pintora, que, además, antes de la revolución no llevaba el velo. Los activistas estábamos preocupados porque la política de Musaví, fuese lo suficientemente aperturista en materia de libertades… Pero con el apoyo de la mayor parte de los reformistas y la experiencia que los intelectuales y artistas tenían de él, decidimos unirnos para apoyar su candidatura. Musaví era el que más capacidad de resistencia había mostrado en las últimas décadas.

D.: Según usted, ¿el Movimiento Verde se formó para reivindicar unas elecciones libres y para respaldar la victoria electoral de Musaví?

M.E.: Sí. Siempre ha sido una unión de tendencias políticas muy diversas. Desde grupos marxistas hasta religiosos. Compartimos la aspiración de formar un Gobierno que fomente las libertades y de celebrar unas elecciones libres.

El Movimiento Verde apareció como reacción ante la humillación del evidente fraude electoral que no reconoció la victoria de Musaví en 2009. Entonces, la gente salió a la calle de manera espontánea, los activistas en ningún momento esperábamos que fueran tantísimas personas, hasta tres millones. Había ancianas con sus nietos de la mano, gente de todas las clases sociales, tanto en Teherán como en otras ciudades del país. Pero, a pesar de que las manifestaciones fueron pacíficas, la represión se cebó con la gente que salió a la calle. Por eso, decidimos no solicitar más que la gente saliera a la calle, porque lo único que conseguimos fueron tiros, detenciones y torturas. Nosotros queremos la libertad para vivir, no para morir.

D.: La actitud de Aymadineyad en el programa nuclear iraní y su apoyo a Palestina, ¿funciona esta política para granjearse el apoyo popular?

M.E.: La movilizar a todos los iraníes es imposible. De momento, el régimen no sólo no puede contar con una movilización popular para defender a Palestina o para atacar a Israel, tampoco es seguro, de que en caso de agresión militar a Irán, se produzca una movilización popular como la que hubo en la época de la guerra en la Iraq.

D.: ¿Qué postura tiene el Movimiento Verde sobre estos temas?

M.E.: Está completamente aceptado que Irán pueda disponer de la energía nuclear mientras otros países cuenten con este derecho. Sin embargo, estamos muy preocupados por los intentos de desarrollar armamento nuclear. Eso tendría consecuencias importantes para la población iraní y en toda la región. La Guardia Revolucionaria podría intensificar la represión en el país, además, Irán al convertirse en una potencia nuclear, seguramente, establecerá relaciones comerciales y diplomáticas con EE UU.

En cuanto al conflicto con Israel, la postura del pueblo iraní es común, a favor de Palestina. Tiene raíces históricas, como la lucha armada de grupos marxistas iraníes en Palestina. No obstante, en el Movimiento Verde concluimos que la injerencia en los asuntos de Palestina a través del apoyo a grupos fundamentalistas, no es una postura adecuada. No debemos intervenir de otra forma que no sea mostrando nuestro apoyo de forma verbal.

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