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Estados Unidos y su objetivo de enmudecer a Irán

Fuentes: Hispan TV

Estados Unidos, tanto su poder formal como el de las sombras, está empeñado a acallar las voces disidentes a la hegemonía que pretende reinstalar en el mundo, entre ellas la voz e imagen de Hispantv. La cadena televisiva ha sufrido, nuevamente, la restricción de su entrada al buscador de la firma estadounidense Google, por la […]

Estados Unidos, tanto su poder formal como el de las sombras, está empeñado a acallar las voces disidentes a la hegemonía que pretende reinstalar en el mundo, entre ellas la voz e imagen de Hispantv.

La cadena televisiva ha sufrido, nuevamente, la restricción de su entrada al buscador de la firma estadounidense Google, por la cual no puede acceder a sus cuentas de You Tube, como tampoco a la red social Google Plus. La empresa Google, direccionada por las presiones y estrategias de represión, tanto del aparato estatal como de los poderes fácticos estadounidenses, señaló que la restricción ejecutada contra Irán se debía a una supuesta «campaña de desinformación» vinculada a la nación persa, bajo el supuesto objetivo de influir en la marcha política de Estados Unidos.

Una acusación que se mueve por los cauces de la política ficción pero que permite a Washington utilizar a empresas privadas como Google, Facebook, twitter y otras – fuertemente relacionadas con los servicios de inteligencia de Estados Unidos – con la finalidad de silenciar a todo aquel que denuncie, devele y de cuenta de los crímenes que este país y sus aliados cometen en el mundo, utilizando las estrategias que años de violación a las leyes internacionales y los derechos humanos le han enseñado.

El gobierno estadounidense, junto a sus servicios e instituciones de inteligencia, empresas vinculadas al complejo militar – industrial, empresas del mundo de la información y una serie de organismos de investigación en materias de análisis político y seguridad cibernética, desarrolla hoy una fuerte ofensiva contra la República Islámica de Irán. Arremetida que se incluye en las acciones de desestabilización, sanciones económicas, tecnológicas, financieras, bloqueo y acusaciones, que pretenden desviar la responsabilidad del verdadero violador del derecho internacional que es Washington, responsabilizando a Irán de «crear una red de sitios de noticias no auténticos y grupos de cuentas asociadas a través de múltiples plataformas de medios sociales, para promover narrativas políticas en línea con los intereses iraníes»

Ojo de fuego falso y engañoso  

Lo mencionado precedentemente es el eje central de las acusaciones que han impulsado el cierre del acceso a Hispantv a cuentas de You Tube, Google, Facebook, entre otras plataformas y redes sociales. Acusación que tiene su matriz en el informe dado a conocer por empresas de seguridad cibernética vinculadas al lobby sionista, la ultraderecha política estadounidense y a las empresas de ventas de armas. Una de esas empresas es FireEye Inc. que, a partir de su actuación como centro de investigación en áreas vinculadas a la protección en materia de seguridad ciibernética, informó al gobierno estadounidense de la existencia de ciertas sospechas, respecto a que Irán estaría atacando a Estados Unidos a través de amenazas persistentes. Utilizando para ello, por ejemplo, el denominado spear phishing, que es una estafa de correo electrónico o comunicaciones dirigida a personas, organizaciones o empresas específicas, aparentemente proveniente de una fuente confiable, que dirige al destinatario incauto a un sitio web falso con gran cantidad de malware.

FireEye y su trabajo  señalan que están en condiciones de minimizar el riesgo de lo que denominan «costosas brechas de seguridad al detectar con precisión y detener de inmediato ataques avanzados, sean estos individualizados u otros ataques ocultos y evasivos ocultos en el tráfico de Internet». En ese ámbito han sindicado a Irán como posible responsable de estos ataques. Misma acusación que en su momento se dirigió contra Corea del Norte y la Federación Rusa. FireEye, fundada por el paquistaní Ashar Aziz, está vinculada estrechamente a la Central Inteligencia Estadounidense – CIA – a través de Robert Bigman, ex CISO de esta agencia – con quien ha firmado numerosos contratos para investigaciones sobre el uso de malware, exploits de día cero y tácticas APT y su posterior difusión, en el marco de conferencias auspiciadas por entidades del gobierno estadounidense como el Departamento de Estado o el Departamento de Comercio.

Según el documento base de la empresa FireEye Intelligence se identificó, en los últimos meses, una operación de influencia sobre la política estadounidense y su dinámica interna. Aparentemente dirigida desde Irán y otros sitios fuera del territorio iraní pero vinculadas a esa nación a través de prefijos telefónicos. Una operación encauzada a influir sobre eventuales audiencias en los propios Estados Unidos, sus socios europeos e incluso a la entidad sionista y Arabia saudí. Trabajo que aprovecharía una red de sitios no auténticos, creados al efecto y grupos de cuentas asociadas a través de múltiples plataformas de medios sociales, promoviendo narrativas políticas pros iraníes.

Estas narraciones, según detalla el informe de FireEyes Intelligence, incluye relatos, artículos, contenido, ideas y mensajes claramente antisaudi, antisionistas y pro palestinos. Así como el apoyo específico que el pueblo estadounidense debería darle al Plan integral de Acción Conjunta, firmado entre el G5+1 e Irán y que no está siendo cumplido por Washington. Además de resaltar opiniones favorables al papel que cumple la nación persa en Oriente Medio con su apoyo a Siria. Para FireEye «en términos generales, la intención detrás de esta actividades parece ir encaminada a promover los intereses políticos iraníes, incluyendo importantes mensajes antitrump y la alineación de los personajes de las redes sociales con una identidad liberal estadounidenses, como por ejemplo apoyar al senador Bernie Sanders.»

Las acusaciones contra Irán se signan en el campo de conceptos tales como: pareciera, aparentemente, la intención sería, eventuales objetivos…una terminología inconsistente y débil que demuestran las deficiencias de una política empeñada en simplemente atacar y desestabilizar aunque no existan pruebas o lo presentado sea risible. La investigación de FireEye consigna que se promocionan en las redes sociales contenidos consistente con Intereses políticos iraníes. Por ejemplo, correos electrónicos para dos sitios de noticias no auténticos incluidos en esta actividad, «Liberty Front Press» e «Instituto Manquehue». Ambos asociados con anuncios de diseñadores de sitios web en Teherán y con el sitio gahvare.com basado también en Irán.

Igualmente se señala que se identificaron múltiples cuentas de Twitter afiliadas directamente con los sitios, así como otras cuentas de Twitter asociadas y que están vinculados a números telefónicos con el prefijo +98 que es el código de la nación persa. Observando además, que personas no auténticas utilizaban las redes sociales, haciéndose pasar por liberales estadounidenses que apoyan al senador de los Estados Unidos Bernie Sanders, promocionando fuertemente el Día de Al Quds, establecida por Irán el año 1979 para expresar el apoyo al pueblo palestino y criticar a Israel. ¿Esas son las pruebas? ¿para ello se pagan decenas de millones de dólares a empresas como FireEyes? La sociedad estadounidense debería solicitar una auditoria profunda a este gasto inútil.

Sin embargo, consigna la misma investigación, la actividad denunciada no parece haber ido diseñada para influenciar las elecciones de mitad de mandato del año 2018 en Estados Unidos, sobre todo porque se extiende a audiencias más allá de ese país. Como conclusión FireEye afirma que «La actividad que hemos descubierto resalta que múltiples actores participan y experimentan en línea, en redes sociales, mediante operaciones de influencia impulsada por el objetivo de dar forma políticaa un discurso, a una narrativa favorable a Irán. Operaciones que van mucho más allá de las realizadas por Rusia, que a menudo ha sido el foco de la investigación en operaciones de información en los últimos años».

Mostrar al mundo una realidad no manipulada

Hoy, la acusación estadounidense – y parte de su plan antiiraní – no es sólo que la nación persa incumple los puntos acordados en el Plan Integral de Acción Conjunta – JCPOA por sus siglas en inglés – firmado en julio del año 2015 junto al G5+1, sino que la falsedad de las acusaciones pretende influir sobre la participación de Irán en la defensa de la sociedad siria contra las agresiones terroristas y el papel crucial que la República Islámica de Irán desarrolla en el concierto de la nueva correlación de fuerzas en Oriente Medio a través de la acción del Eje de la Resistencia.

Adicionemos la crítica respecto a que el programa de misiles defensivos iraní representa una amenaza. Ello, en una clara muestra que detrás de las críticas a Irán está la defensa que el imperialismo estadounidense realiza de sus socios principales en la región: la entidad sionista y el régimen monárquico saudí, quienes influyen sobre el gobierno estadounidense y los medios de información para presentar una realidad desvirtuada, falsa y coherente con el discurso de esta triada conformada por Washington-Tel Aviv y Riad. Es en ese marco que la política ficción de Washington pretende responsabilizar a Irán de los problemas internos de la política estadounidense, como si ese «influir en la narrativa política» pudiese tener algún efecto concreto en un país dominado por las grandes corporaciones y en su política exterior por el lobby sionista, embarcado en una pugna sórdida contra todo aquel que pretende hacerle frente.

La lucha, ha quedado demostrado, no sólo se da en el campo de batalla, en los salones diplomáticos, en el seno de las Naciones Unidas, sino también en el campo mediático y tecnológico a través de las redes sociales. Utilizadas ampliamente por Washington para generar una matriz de opinión favorable a sus política injerencista y cuando se le enfrenta influir, para que esas mismas redes saquen de circulación a quienes denuncian sus políticas y tienen una voz disonante, que no es parte de aquellos incondicionales que suelen llevarle el paso a la política de Washington.

En este plano Hispantv ha desarrollado una labor encomiable, corajuda, valiosa, de fuerte oposición a las líneas informativas unilaterales, tergiversadoras y cómplices de políticas de agresión contra los pueblos. Es por eso que las empresas como Google, Twitter, YouTube, presionadas por Washington y el lobby sionista que maneja gran parte de los mass media occidentales desean enmudecer a organizaciones como Hispantv, Al Alam, Telesur e incluso Rusia Today pues de esa forma el pensamiento único pretende enraizarse. Pero, la soberanía y la dignidad son conceptos que tienen su práctica día a día en los medios de comunicación como Hispantv y todo aquel que se oponga a la corriente principal. Eso, los soberbios, altaneros y creyentes en la política de dominio no lo tienen en su acervo cultural, soberanía y dignidad son conceptos carentes de significado para el imperialismo, el sionismo y el wahabismo.

Para el Director de la cadena televisiva Hispantv, Dr. Ali Ejarehdar, «el bloqueo contra Hispantv es una evidencia de las políticas occidentales por callar la voz de la verdad, para censurar a los medios que luchan por mostrar al mundo una realidad no manipulada». Las palabras de Ejarehdar consignan, igualmente, que los actos de Google y otras empresas, que impulsan medidas restrictivas contra el canal son sólo un pretexto. Muestran el doble juego realizado por las grandes redes sociales que tienen una conducta permisiva respecto a las actividades de los grupos terroristas apoyados por las potencias occidentales y sus socios en Oriente Medio «mientras bloquean cuentas de canales virales como Hispantv con más de medio millón de seguidores».

Con el atropello a Hispantv, Ali Ejaredhar confirma lo que la opinión pública sabe, «que las redes sociales son una herramienta para realizar los objetivos de las grandes potencias y desafortunadamente, para luchar contra los medios que se oponen a ellos», advirtiendo que se trata de políticas hostiles que han fallado y que siguen socavando una reputación ya dañada, ya socavada por este tipo de acciones, que perjudican día a día su credibilidad.

Resulta evidente que, desde el momento mismo del triunfo de la revolución iraní, Estados unidos, junto a sus socios europeos, la entidad sionista y la monarquía saudí se han empeñado en desestabilizar a la nación persa, utilizando para ello todo tipo de acciones, ideas, estrategias: una guerra provocada, el derribo de un avión de pasajeros, creación y apoyo a grupos terroristas, financiamiento de operaciones terroristas en suelo iraní, maniobras contra el programa nuclear iraní, el asesinato de científicos persas. Sanciones, bloqueos, amenazas y ahora la restricción al acceso a redes sociales. Todo sirve para Washington y sus incondicionales. Sin embargo, la nación persa no sólo resiste, sino que avanza en su desarrollo científico-técnico, en sumar más y más prestigio y capacidad de liderazgo en una zona ya perdida para la hegemonía occidental.

La arrogancia del imperialismo y sus socios sionistas y wahabitas los ciega. Les impide aceptar que no podrán acallar a medios independientes, a medios como Hispantv dotados de voz propia, capaces de nada en un mar de mudos. Medios que dejan claro la falsedad y la hipocresía de lemas y máximas respecto a la libertad de expresión, democracia, derechos humanos, derecho a la información, que para sociedades como la estadounidense son conceptos carentes de significado, frases huecas a la hora de ponerlos en práctica. Un mensaje distinto, alternativo, más completo recorre el mundo y eso aterra a quienes se han beneficiado, por décadas del manejo informativo unilateral. Ya no hay manera de enmudecer a quienes han alzado la voz, a quienes muestran sus imágenes, a quienes entregan al mundo una mirada distinta.

 

Fuente original: https://www.hispantv.com/noticias/opinion/386690/bloqueo-medios-iran-google-youtube

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.