Europa-América Latina: enlazar nuevas alternativas transatlánticas

«Europa tiene una deuda histórica con América Latina y el Caribe, poco más de tres siglos de explotación colonial, significaron no sólo el genocidio de vastos pueblos indígenas, sino el despojo de las riquezas del subcontinente. Pese a las innumerables luchas y movimientos de resistencia que han marcado la historia de ALC, la soberanía de los pueblos y los Estados nacionales se encuentra más debilitada que nunca. Peor aún, los procesos de democratización relativa a los que asistimos en el «Nuevo Continente», son en extremo frágiles y claramente insuficientes. En ALC, las mayorías siguen sumidas en la pobreza, y sus pueblos continúan siendo víctimas de marginalización, despojo y represión. Mientras la «justicia» ignora los crímenes de los poderosos, la movilización y la protesta social se criminalizan. Esta realidad está estrechamente imbricada a una historia dominada por el Norte, en la que los gobiernos europeos -y el de Estados Unidos- tienen una enorme responsabilidad por las relaciones de dependencia que han promovido, muchas veces en complicidad con los gobiernos locales. Hoy, la relación de dependencia continúa bajo las formas de relaciones bi-regionales o bilaterales, que garantizan la libertad de inversión, comercio y flujos financieros, mientras los derechos humanos y los valores democráticos, plasmados en las declaraciones oficiales, son meros discursos de buenas intenciones» (Extracto de la convocatoria de la contracumbre de Viena 2006).

Del 10 al 13 de mayo de 2006 se celebrará en Viena por cuarta vez la cumbre de jefes de estado y de gobierno de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (UE). En paralelo con la reunión oficial, movimientos sociales y organizaciones no gubernamentales de Europa, América Latina y el Caribe están organizando una contracumbre para plantear alternativas a un orden neoliberal impulsado tanto por Europa como por la mayoría de los gobiernos latinoamericanos. Con el nombre de «Enlazando alternativas 2», esta movilización es una más de las resistencias que surgen por doquier en ambos continentes. En concreto, esta alternativa es una continuación directa de los primeros encuentros sociales «Enlazando alternativas» que se celebraron en Guadalajara (México) en mayo de 2004. Frente a la proliferación de tratados de libre comercio entre la UE y América Latina (AL) [i] , el objetivo es unir los movimientos sociales con una coordinación internacional que favorezca el acercamiento de los pueblos de las dos regiones. Esta iniciativa se suma al resto de las movilizaciones altermundistas, cuyas últimas expresiones fueron la Cumbre de los Pueblos de Mar del Plata (Argentina), en noviembre de 2005, y el Foro Social de Caracas en enero de 2006; cuando próximamente, en abril de 2006, se celebrará el Foro Social Europeo en Atenas.

Hoy por hoy esta red «Enlazando alternativas» está coordinada en Europa por el Transnational Institute [ii] , un centro de investigación holandés que elabora un «programa global de justicia económica» y hace una crítica a las instituciones financieras internacionales, y en el lado latinoamericano por la Alianza Social Continental [iii] , un foro de organizaciones sociales progresistas americanas creado en 1999, en Costa Rica, que pretende ser un espacio abierto para «promover la justicia social y otras formas de integración económica». El movimiento consta de decenas de organizaciones -con horizontes muy diversos-, como los ATTAC de varios países, ONG de comercio justo, feministas y ecologistas, la red europea Transform! [iv] , la asociación France Amérique Latine [v] , varios partidos políticos de la Izquierda Unida Europea, organizaciones bolivarianas (Venezuela), etc. Más allá de las prácticas militantes heterogéneas y de muchas diferencias políticas que habrá que abordar tarde o temprano, el objetivo común es «participar de forma activa y solidaria en las discusiones sobre una nueva alianza transatlántica basada en la paz, la democracia participativa, la justicia social, los derechos humanos y el derecho a la autodeterminación de los pueblos», para construir un espacio político y de movilización birregional. Este colectivo intenta oponerse con más eficacia, globalizando las resistencias, a las políticas neoliberales aplicadas en ambos continentes y en especial «a las políticas de las transnacionales y los gobiernos europeos que afectan a América Latina y el Caribe», así como «a la ofensiva que preparan los gobiernos de la UE para suprimir las principales conquistas sociales en el viejo continente».

Se espera que durante cuatro días acudan miles de personas de Europa y América Latina. Cada cual podrá participar en las mesas de discusión, cuyo programa gira en torno a cinco temas: orden neoliberal y consecuencias de la globalización; cooperación entre los pueblos de Europa y América Latina; militarismo y derechos humanos; diálogo político entre UE y AL; e integración regional y estrategias políticas para el desarrollo regional. Además, este encuentro será la ocasión para asistir a una sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos, que juzgará «el funcionamiento del sistema de poder de las transnacionales europeas tanto en América Latina como en la propia Europa». Basado en la experiencia del Tribunal Bertrand Russell sobre los crímenes de guerra perpetrados en Vietnam (1967), se presentarán varios casos ejemplares ante un jurado formado por intelectuales, juristas, sindicalistas y militantes. El propósito es describir con precisión el funcionamiento de las multinacionales europeas, como por ejemplo las prácticas depredadoras de Suez para el control del agua. Como lo recuerda la convocatoria al Tribunal: » Las corporaciones transnacionales ejercen un poder enorme en el mundo- un poder que afecta la vida de todos. Las transnacionales van por el mundo enfrentando unos contra otros a trabajadores, comunidades, incluso regiones o países enteros, y generando una competencia despiadada donde los derechos humanos terminan viéndose socavados en todas partes. Las transnacionales son actores indiscutidos en la promoción de la ideología neoliberal, compañera de ruta de ‘esta globalización’. América Latina y el Caribe son dos de las regiones del mundo que más han sufrido sus consecuencias devastadoras: desempleo y precarización laboral, crecimiento de la pobreza y la marginalidad, destrucción de los sistemas agrícolas en pos del monopolio del agronegocio, violación de los derechos de las poblaciones originarias y campesinas, expoliación de los recursos naturales, privatización de servicios públicos, desindustrialización, achicamiento del espacio de estados y gobiernos para regular sus economías. La lista es larga y desafía a cualquier democracia que se precie de ‘real’, extendiéndose en forma creciente en el seno del ‘mundo desarrollado, uno de cuyos indicadores más claro es la creciente brecha entre los más ricos y los pobres «.

Como cierre del evento, el 13 de mayo habrá una gran manifestación festiva que mostrará la unidad en la diversidad de las luchas sociales y  políticas que se libran en América Latina y la vieja Europa. Como telón de fondo se hará una denuncia alta y clara de la retórica embustera que pretende presentar a la Unión Europea como encarnación de un capitalismo «de rostro humano».

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Para obtener más información sobre esta contracumbre de Viena véase www.alternativas.at