Este año, el Foro Social Mundial se descentraliza por completo. Con el objeto de trasladar a lo local su espíritu transformador, millares de actos se organizarán del 21 al 27 de enero en países de todo el mundo. La mayor parte de vecinas y vecinos del poblado de la Cañada Real Galiana, situado en la […]
Este año, el Foro Social Mundial se descentraliza por completo. Con el objeto de trasladar a lo local su espíritu transformador, millares de actos se organizarán del 21 al 27 de enero en países de todo el mundo.
La mayor parte de vecinas y vecinos del poblado de la Cañada Real Galiana, situado en la periferia geográfica y económica de Madrid, jamás podrán plantearse viajar a Porto Alegre, Nairobi o Karachi, tres de los lugares que acogieron Foros Sociales Mundiales (FSM) en los años precedentes. Pero sí podrán, al menos este año, compartir su lucha por una vivienda digna con otras luchas y colectivos sociales de Madrid. Tanto en el Centro Social Okupado Patio Maravillas, centro de operaciones del FSM2008 en la ciudad, como en su propio barrio, donde se tiene previsto organizar, el 26 de enero, uno de los 23 talleres que darán vida al encuentro madrileño.
«Ha sido muy emocionante ir a hablar con la gente de la Cañada Real [para preparar el foro] porque es como volver a vivir lo que viví hace 40 años con el Padre Llanos [el ‘cura rojo’ de Vallecas]», afirma a DIAGONAL Manuel Collado, del Instituto Paolo Freire y uno de los portavoces del FSM2008 en Madrid. «Tiene mucho sentido que esta vez el FSM se organice en cada sitio ya que para muchos resulta muy costoso desplazarse a lugares lejanos y es necesario hacer una reflexión en lo local sobre los problemas locales desde una visión global», asegura.
Éstas son algunas de las razones que llevaron a la organización internacional del FSM a descentralizar al máximo la edición de este año que, como siempre, coincide en el tiempo y se dibuja como contrapunto a la reunión de empresarios y jefes de Estado del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza). Otros motivos, tienen que ver con la excesiva presencia de gobiernos, instituciones y grandes ONG en los encuentros (en detrimento de movimientos más locales y de base) o con la asunción poco crítica de las empresas patrocinadoras, como quedó patente en el FSM celebrado el año pasado en Nairobi. En palabras del sociólogo de la Universidad de Filipinas Walden Bello, «el séptimo FSM fue tan decepcionante porque su política se diluyó mucho y la relación de algunos patrocinadores con los intereses del gran capital vinculados a la elite gobernante de Kenia fue descarada». Pero no todos tuvieron una percepción tan negativa.
Además del revulsivo que supuso para los movimientos sociales africanos, el sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein destaca la vigencia de uno de los objetivos fundacionales del FSM, la creación de redes. Gracias a Nairobi, «existe ahora una red de feministas muy efectiva. Por primera vez, se instituyó una red de luchas laborales (que definió el concepto de ‘trabajador’ de manera muy amplia). Ahora existe una red en curso de intelectuales activistas. Se reforzó la red de movimientos rurales/campesinos. Germina también una red de quienes defienden las sexualidades alternativas (…) y redes funcionales en ámbitos específicos de lucha como el derecho al agua, contra el VIH/sida y por los derechos humanos», sostiene Wallerstein.
Para Jesús Lara, portavoz del FSM en Sevilla, «los FSM estaban llegando a un momento de falta de ideas y era necesario dar vida a los foros sociales locales. Lo importante será ahora dar continuidad a éstos y ver si el año que viene pueden asistir u organizar actividades paralelas al que se hará en Belem (Brasil)» otra vez de manera unitaria. De la misma opinión es Nacho Díaz, del comité organizador del FSM en Madrid, para quien «el foro descentralizado puede ser un buen revulsivo para activar los FSM». Lara tiene la esperanza de que, al igual que en Sevilla, en lugares como Cataluña (el Foro Social Catalán trabaja desde el verano y ha preparado para este mes de enero un sinfín de actos); y en otros como el País Valenciano, Baleares, Canarias, Galicia, Granada o Madrid, que en estos días acogen actividades del FSM, se asienten espacios unitarios y plurales.
En Madrid, donde la mayor parte de grupos libertarios ha optado por ausentarse, la organización del FSM2008, que se presenta autogestionaria e independiente de las instituciones, arrancó tímidamente hace sólo un par de meses, pero, según Nacho Díaz, «afortunadamente ahora tenemos miedo de que la gente no quepa en el Patio Maravillas».