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Foro Social Mundial, la cooperación norte-sur a debate

Frei Betto: «Es esencial evitar toda tendencia colonialista»

Fuentes: Rebelión

«Fortalecer la autoestima de los actores sociales»

Si la cooperación puede ser un medio útil para reforzar a los actores sociales del sur, también puede desviarse y convertirse en un medio de dominación. Disyuntiva esencial planteada por Frei Betto durante un debate de fondo realizado en el Foro Social Mundial de Belém de Pará. Betto, fue uno de los expositores que participaron en el seminario organizado por la ONG suiza E-CHANGER (E-CH). Dicha actividad constituyó el puntapié inicial de la celebración de su 50º aniversario que se prolongará durante todo el 2009 con variadas actividades.

Además del teólogo brasilero de la liberación -uno de los expositores más codiciados en Belém- participaron en el seminario el senador nacional helvético Luc Recordon (Partido Verde/Vaud); Konrad Specker, responsable de la relación con las ONG de la COSUDE (cooperación oficial suiza), y Bernard Fragnière, dirigente del sindicato de Servicios Públicos y presidente de E-CH.

En representación de los movimientos del Sur, estuvieron presentes dirigentes del Movimiento Sin Tierra (MST) y de la Central de Movimientos Popular (CMP), ambas contrapartes del organismo suizo de voluntariado.

PEDAGOGIA DE LA MODESTIA

Para asegurar una cooperación realmente solidaria es esencial «ejercitar la modestia». Las ONG del norte que trabajan en el sur «deben dotarse de los útiles de la pedagogía de la educación de Paulo Freire» enfatizó Frei Betto.

Eso implica «ponerse al servicio del otro sin ninguna arrogancia ni colonialismo, comprendiendo las diferencias, entendiendo que nadie es mejor que el otro sino que cada uno tiene una cultura diferente».

Una regla de fuego de toda cooperación, exige promover la autoestima de los actores sociales del Sur, completó el teólogo. Quien instó a la cooperación internacional a «actuar en el Sur con la idea de reforzar la solidaridad con las luchas de los movimientos sociales. No queremos recibir dinero para aumentar estructuras sino construir conciencias y relaciones igualitarias. No aceptamos asistencialismo, sino acompañamiento en nuestra propuesta de emancipación», subrayó.

LA VISION NORTE

El senador nacional Luc Recordon, quien hace parte del Comité de la ONG E-CHANGER, explicó a su turno las dos modalidades de cooperación helvética: a través de proyectos y por medio del intercambio de personas -antiguamente conocido como envío de voluntarios.

«Esta segunda es un complemento indispensable de la primera», enfatizó, subrayando las cualidades profesionales y las potencialidades de los cooperantes. «Especialmente en tanto multiplicadores de la información del sur y formadores de conciencia en la sociedad civil norte».

El aspecto más importante del voluntariado «es el enriquecimiento ético-social» producto de su práctica en el Sur. «La relación de cooperación debe enriquecer a los dos actores, los del Norte y los del Sur», insistió.

Konrad Specker, responsable para el sector de Relaciones con Contrapartes de COSUDE, quien participa en la delegación suiza que viajó a Belém, relevó cuatro cuestiones esenciales que deben acompañar todo ejercicio de cooperación Norte-Sur, en general y del voluntariado en particular.

Por una parte, preguntarse a quién beneficia dicha cooperación, asegurando que no se reduzca a un simple proyecto personal o aventurista. Por otra parte, es necesario interrogarse ante quién un cooperante debe rendir cuentas de su trabajo. ¿A su contraparte local? ¿A su ONG en Suiza? ¿O a todos los actores de este ejercicio común?, interrogó.

Un tercer aspecto condicionante es que la cooperación no reemplace ni substituya a recursos y fuerzas locales. Por fin, la última condición-pregunta: asegurar una estrecha relación de la cooperación (y los cooperantes) con las instituciones y entidades locales.

LA VISION DEL SUR

«Los voluntarios del Norte deben reforzar a los actores sociales del Sur, sus desafíos, compromisos y estrategias», enfatizó por su parte Gislei Siqueira, miembro de la coordinación nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra (MST), contraparte de E-CH y de varias otras importantes ONG helvéticas.

Subrayando la importancia de desarrollar una confianza de fondo, mutua, entre ONG del norte y los movimientos sociales del Sur, para poder ejercer una relación de contrapartes equilibrada y sólida.

El MST que cumple en 2009 sus 25 años, está presente en 24 Estados de Brasil. Su práctica a favor de la reforma agraria, sus místicas y esfuerzos educativos internos, lo han consolidado como uno de los principales movimientos de todo el continente latinoamericano.

«Con la cooperación solidaria del Norte debemos, juntos, hacer frente a nuestros problemas. Nadie puede venir a sustituirnos sino a reforzarnos. Es esencial que esa presencia sirva para elevar nuestra autoestima. Es esencial profundizar la certeza que nos necesitamos mutuamente para transformar nuestras propias realidades», enfatizó.

Concepto compartido por Maria das Graças Xavier, dirigente nacional de la UNIAO, una de las principales organizaciones miembros de la Central de Movimientos Populares, red popular urbana presente en buena parte de la geografía nacional.

«Necesitamos apoyo técnico y solidaridad. Sostén para que logremos más visibilidad en tanto actores sociales», enfatizó.

Subrayando que la presencia «desde años de cooper-actores helvéticos, quienes vienen para reforzar nuestro trabajo ha significado una significativa plusvalía acumulativa. Los voluntarios se identifican con nuestros propios desafíos. Y llegan con una formación sólida…que potencializa su acción y su integración con los contrapartes locales», concluyó.

Belém, con sus miles de talleres, seminarios y actividades, se convierte en esta última semana de enero en un «espacio privilegiado de reflexión y intercambio. El Foro Social Mundial, comprueba así su innegable utilidad», concluyó Bernard Fragnière, presidente de E-CHANGER, cerrando la presentación introductoria del taller de Belém.

Espacio privilegiado donde casi 150 personas, durante dos horas, debatieron el presente-futuro de la cooperación norte-sur. Y donde se mezclaron, en un ejercicio común de intercambio, delegados europeos y latinoamericanos con indígenas yanomamis amazónicos y actores de ONG y de los más variados movimientos sociales.

Sergio Ferrari. Colaboración de prensa de E-CHANGER