La situación del subregistro a nivel mundial es muy preocupante. Entre los nacidos en 2006, 48 millones de niños y niñas no fueron inscritos y el 55 por ciento con una edad entre 0 y 5 años no fueron registrados al nacer (Informe UNICEF: Estado mundial de la infancia 2006). La organización Plan Internacional organizó […]
La situación del subregistro a nivel mundial es muy preocupante. Entre los nacidos en 2006, 48 millones de niños y niñas no fueron inscritos y el 55 por ciento con una edad entre 0 y 5 años no fueron registrados al nacer (Informe UNICEF: Estado mundial de la infancia 2006).
La organización Plan Internacional organizó una actividad pública para presentar el libro «¡Hazme visible! Diagnostico sobre el Registro de niños y niñas en América Latina», un estudio comparativo hecho por la Oficina Regional del Plan (ROA) en nueve países de la región, incluyendo Nicaragua.
según Mariella Greco, representante de Plan Internacional en Nicaragua, «para nosotros el Registro de las personas es un tema prioritario. Nacer, vivir y morir sin ser reconocido por parte del Estado es no poder gozar de los derechos universales. El derecho a un nombre, a una nacionalidad, a una identidad legal es lo que garantiza a los niños el ejercicio de la totalidad de los derechos y una ciudadanía plena. Es la llave de acceso a toda una gama de derechos civiles, políticos, sociales y humanos. Nuestra partida de nacimiento es lo que nos hace existir, que nos hace real y contribuye al desarrollo social y a la democracia», aseveró Greco.
Los datos del subregistro a nivel mundial son muy alarmantes, alcanzando el 70% en Asia del Sur, el 62% en África Subsahariana, el 35% en Asia del Este/Pacífico y el 18 por ciento en América Latina y Caribe. Haciendo una comparación entre los índices de subregistro en diferentes países, miramos como en los países desarrollados el porcentaje de inscripción en el Registro llega al 98%, para después derrumbarse al 45% en los países en desarrollo y al 32% en los países menos desarrollados. En el mundo se calcula que cada semana, aproximadamente un millón de niños no son inscritos en el registro y la zona más afectada por este fenómeno resulta ser la zona rural.
En Nicaragua la situación es aún más alarmante, ya que el nivel de subregistro alcanza el 35%. De acuerdo a las declaraciones de Alfredo Missair, representante de Naciones Unidas en Nicaragua, «el estar registrado es importante no solamente para obtener los papeles que identifican que una persona existe, sino porque a través de ellos se pone en marcha todo un mecanismo para que una persona pueda desarrollarse, educarse, crecer en plenitud. Normalmente, para los políticos es importante el Registro cuando hay que votar y como los niños no votan, no resultan ser importantes y quedan invisibles. Sabemos -agregó Missair- que es un asunto de voluntad política y que se puede revertir esta tendencia. Para lograrlo hay también que garantizar una verdadera gratuidad del servicio, porque de otra manera esta resulta ser una gran limitante para las familias».
En el marco de la actividad se anunció un Convenio entre Plan Internacional y la Universidad Centroamericana (UCA). En este convenio se complementará la colaboración recíproca en asesoría y asistencia técnica en áreas de interés común, así como la realización de investigaciones, cursos de capacitación, conferencias y otras actividades. Se motivarà a estudiantes de la UCA para que puedan realizar sus estudios de fines cursos sobre la protección, promoción y defensa de los derechos de la niñez. Se preve también la posibilidad de desarrollar sus prácticas en proyectos de Plan Internacional.
Según Manuel Aráuz, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UCA, «es importante que las instituciones aporten para disminuir el subregistro que existe en Nicaragua y hay que lanzar una verdadera cruzada nacional para lograr este objetivo. Registrarse, más allá de la existencia real, significa existir en el ámbito jurídico y ser persona teniendo derechos. La situación en Nicaragua -continuó Aráuz- es muy preocupante, con un 35% de subregistro. La inmensa mayoría de las personas que no están inscrita se concentran en la zona rural, en los barrios marginales de las ciudades y entre los niños y niñas trabajadoras».
Para el decano de la UCA, con el modelo existente la gente siente que el registro no es importante y no es un derecho que le pertenece y a esto contribuye la escasa atención que se le da al tema a nivel mundial. Otro problema en Nicaragua tiene que ver con la ley que regula la materia. Esta ley remonta a principio del siglo pasado y resulta ser obsoleta y se necesita de una reforma sustancial para adecuarla a la realidad actual.
Reforzando esta posición, Mariella Greco agregó que «la problemática va mucho más allá de las cifras y se necesita de una mobilización masiva para que la gente inscriba a sus niños y niñas y para que se reforme la ley. ¿Cómo podemos esperar que la gente que vive en la montaña, donde no hay medios de transporte, caminen por dos o tres días para registrar a un niño o niña que acaba de nacer? Aquí nos enfrentamos a un problema cultural, pero también a un modelo que vuelve muy difícil y engorroso el registrarse. A esto hay que agregar los costos que, por la situación de extrema pobreza en que vive la población, resultan ser una limitante más al cambio de actitud. Hay que buscar la manera para facilitar el registro, subsanar el subregistro y resolver el problema de raíz, reformando la ley y sus procedimientos. Además -concluyó la representante de Plan Internacional- este proceso debe favorecer una respuesta sostenible que garantice que el fenómeno no se repita en el futuro».
© (Texto y Fotos Giorgio Trucchi – Lista Informativa «Nicaragua y más» – Asociación Italia-Nicaragua)