Horas cruciales a mi entender están transcurriendo en estos días en el mundo, lo viejo que no termina de morir y lo nuevo que no nació. O sea el Nuevo Orden Mundial (NOM). Por ello mi reflexión esta direccionada a dar un poco de luz de entendimiento ante tanto discurso oscurantista que por su modelo […]
Horas cruciales a mi entender están transcurriendo en estos días en el mundo, lo viejo que no termina de morir y lo nuevo que no nació. O sea el Nuevo Orden Mundial (NOM). Por ello mi reflexión esta direccionada a dar un poco de luz de entendimiento ante tanto discurso oscurantista que por su modelo confusionista trata de sostener «verdades» falsas. Y que como analista de geopolítica desde una visión suramericana hacia el mundo en crisis actual, debe llevarnos a extraer conclusiones para nuestra región. Como afirmara Vicens Vives la Geopolítica: «es siempre vida, movimiento, cambio y transformación; la actualidad geopolítica solo interesa en función de las fuerzas que actuaron ayer o como plataforma de los acontecimientos que acontecerán mañana.»
Y, ese mañana, es la preocupación, que me lleva a analizar, el ayer y el mañana con relación al desmadre Sirio, que fuera fogoneado desde el exterior de esa nación árabe, desde que se inicio la llamada primavera árabe, herramienta que en principio le sirvió a los poderes internacionales establecidos en los últimos 500 años para tratar de revertir su declinación- me estoy refiriendo al denominado mundo «occidental» que antes de la desaparición de la URSS se autodefinía como «occidental y cristiano».
La prensa monopólica y ligada a los intereses occidentales en América y en Argentina en particular transmite un discurso monocorde, en forma de casete que repite hasta el cansancio, una serie de «afirmaciones» como si fueran actos de fe religiosa (las cuales no se pueden discutir ni cuestionar), y con ese discurso se trata de instalar la idea: Primero: de que el régimen de Assad es de una maldad y crueldad sin límites (que lo llevo a masacrar a su propia sociedad mediante ataques con gases venenosos), Segundo: que gracias a la primavera árabe se destapo la realidad siria y que el pueblo de ese país masivamente se volcó a las calles y a la lucha para derrocar el régimen, como ya había ocurrido con Gadafi en Libia. La rebelión «popular primaveral» en Siria lleva más de dos años (y más de 100000 muertos y 2 millones de desplazados).
Pero lo que la prensa «occidental» oculta, es que el país ha sido agredido desde el exterior y que: Siria que cuenta con 18.000.000 de habitantes, donde viven alrededor de «6.000.000 de cristianos católicos» que pertenecen a las diferentes Iglesias Católicas Orientales como la Iglesia Ortodoxa Griega de Antioquia, la Iglesia Ortodoxa Siriana, la Iglesia Católica de Siria, la Iglesia Melquita Católica de Siria, la Iglesia Católica Maronita, que han vivido en armonía entre sí y con el Islam Tradicional hasta la «guerra impuesta» en Siria, fue invadida por sectas islamista wahabistas, salafistas prohijadas y financiadas por el reino de Arabia Saudita y Qatar. Este islamismo extremo ha tomado como blanco a los cristianos en Siria, persiguiéndolos, expulsándolos de sus hogares y asesinándolos. Por ejemplo. Y nada se comento tampoco de opiniones de periodistas independientes que estuvieron en la zona, «Me impresionó ver una bandera de Al Qaeda en la base militar de los rebeldes en Siria«, afirmo el periodista colombiano William Parra, que pasó dos meses en el frente de guerra sirio y que pudo personalmente comprobar cómo: «un retén de rebeldes que eran todos libios, como degollaron a varios periodistas sirios«(1). Bien esa es la matriz mediática que sustenta a los intentos intervencionistas «occidentales» con fines «humanitarios».
Pero la pregunta es: ¿Por qué Siria?; y allí debemos buscar una respuesta lógica y clara y la más concreta posible en la que se basa esta intervención estadounidense y no es ajena a ella, el informe preparado por el (CNI) el Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos sobre: Tendencias Globales hacia 2030, señala, mega tendencias, nuevas situaciones y factores geoestratégicos que podrían modificarlas o alterarlas. El CNI es la entidad que tiene la última palabra en temas de Inteligencia de los EE.UU. Y cuenta con 16 organizaciones de Inteligencia y cada una de ellas elabora y publica informes en un campo determinado. Cuáles son las megas tendencias: «la disminución de la pobreza y el aumento de la clase media, la dispersión del poder (no solo entre Estados, sino entre estos y otros actores como las redes sociales), los cambios demográficos y el envejecimiento de la población; y el crecimiento de la demanda mundial para 2030 de alimentos (35%), agua (40%) y energía (50%).»
Pues bien, Siria no es un gran productor de petróleo, pero de gas a futuro SI, pero además, es el único estado de la península arábiga laico, no confesional, como lo son las Monarquías Petroleras de Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Kuwait y Qatar (socios privilegiados de USA, la Unión Europea y Japón), y que temen que la influencia de Irán, que puede trasformase en potencia regional con Siria como aliado, anule sus «privilegios» y entren en crisis sus regímenes políticos cuasi feudales.
Por otra parte, tenemos que para las potencias «occidentales» encabezada por USA, lo que más le interesa instalar hoy en día en el Medio Oriente, es el «modelo»: del Caos Ordenado, mediante el cual todos los países que no le son obedientes a sus mandatos, se les instalan crisis internas que los disuelven como estados y mientras occidente negocia con los distintos factores internos, aun con los enfrentados, que le permitan sacar los recursos energéticos para manipular la demanda mundial que crecerá en un 50% en una década y media (CNI), y además, para impedir que las potencia emergentes puedan obtener esos recursos energéticos de la región; como ocurre actualmente con los negocios petroleros en Irak y Libia (países en guerra civil permanente y con los recursos petroleros y gasíferos en manos de empresas occidentales) (2)
Por ello: son horas cruciales las actuales, ¿Por qué?: Irán, Rusia y China, saben que el cerco se fortalecerá con la caída del régimen sirio y su futuro como potencias emergente se frustrara y por ello han desarrollado varias acciones que intentan aislar a USA de esta maniobra antes mencionada.
Diplomáticamente: EE.UU ha sufrido una fuerte derrota de antemano en la ONU, pues sabe que será vetada su resolución de intervención militar por China y Rusia (caso que no había ocurrido con Libia por ejemplo donde estas potencias se «abstuvieron» y con ello se dio luz verde a la intervención militar)
Políticamente: Obama, sufrió otra derrota cuando su socio permanente en todas las aventuras militares del 90 para aquí -Inglaterra-, su Parlamento le veto al Primer Ministro Cameron su participación en esta aventura, además no logro el respaldo de la OTAN y de la Unión Europea (Alemania, Bélgica, Italia, etc.), tampoco logro que el G20 lo acompañara y a nivel de apoyo popular, su causa es fuertemente rechazada (tanto en Europa como en EE.UU., pues las poblaciones de esos países rechazan la intervención por más del 70% según encuesta serias de opinión pública). Además a nivel global la credibilidad de las «pruebas» que dice tener los Estados Unidos (sobre el uso de gases venenosos por parte del régimen sirio), están en seria dudas, por los antecedentes de las pruebas falsas utilizadas por USA para invadir Irak.
Pero militarmente USA sigue adelante con su movilización, despliegue apoyado únicamente por: Australia, Albania, Canadá, Dinamarca, Francia, Kosovo, Polonia, Rumanía y Turquía; y Financiados por: Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Kuwait. Y ello es lo grave de estas horas ¿Por qué?:
Porque, cualquier analista militar sabe que una vez lanzado este tipo de ataque, se desconoce el desenlace. Se desconocen las consecuencias y las guerras asumen su propia conducta, porque, como señala Freeman: «Lo que subyace tras esta política es la alianza del Gobierno de Obama, igual que bajo George W. Bush, con el príncipe Bandar bin Sultan de Arabia Saudita y el Reino Unido, que buscan derrocar varios gobiernos y desestabilizar países en Oriente Medio», «Quieren hacer lo mismo en Siria, después en el Líbano y otros países».
Y lo más grave es que de realizarse este ataque unilateral sin consentimiento de la ONU hará estallar la frágil estabilidad del medio oriente, involucrando a otras naciones como: el Líbano, Jordania, Irak, Turquía e Israel en una primera etapa, esto, llevaría a una nueva crisis económica disparada por los precios alcistas del petróleo y el gas, desestabilizando definitivamente las economías occidentales que todavía están lejos de recuperarse de la crisis del 2008. Y Por último, si la crisis de Siria se transforma de crisis local a regional, por la dinámica que tienen las guerras, es más que factible que lleguemos al uso de armamento nuclear si se ven amenazadas las potencias emergentes por esta actitud descabellada y sin apoyo, (legal, diplomático y del derecho internacional de gentes) del régimen de Obama y sus socios guerreristas. (3)
América del Caribe y del Sur, debe tomar debida nota de esta forma de instalar conflicto en otras regiones del planeta, ya que cuenta con los tres elementos que el Consejo Nacional de Inteligencia de USA determino como cruciales para el futuro control del sistema mundo: «alimentos (35%), agua (40%) y energía (50%).»
Horas cruciales como no se conocían desde la crisis de los misiles de Cuba vivimos en estos días.
Notas:
Carlos Pereyra Mele. Director de Dossier Geopolítico
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.