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Inmigración ¿Realidad, fenómeno o problema?

Fuentes: Rebelión

Más allá de la retórica, o mejor dicho del juego de palabras para definir a la inmigración como tal, todavía persiste en occidente el planteamiento de dar una solución domestica a un hecho -la inmigración- de dimensiones planetarias a golpe de porras y leyes restrictivas para contenerlo. Este planteamiento de corte policial, o es fruto […]

Más allá de la retórica, o mejor dicho del juego de palabras para definir a la inmigración como tal, todavía persiste en occidente el planteamiento de dar una solución domestica a un hecho -la inmigración- de dimensiones planetarias a golpe de porras y leyes restrictivas para contenerlo. Este planteamiento de corte policial, o es fruto de la ignorancia de occidente de la realidad de los países de donde provienen los inmigrantes, o es fruto de unos intereses egoístas e ocultos que no quieren decir su nombre. Personalmente, me decanto por la segunda opción, tomando en cuenta los precedentes históricos de la política de occidente hacia los países del sur. A occidente, le interesa mantener a déspotas y dictadores en los países del tercer mundo para garantizar sus intereses. Y ahora se les recompensa -a los déspotas y dictadores- a golpe de talonarios para que abran centros de concentración en sus respectivos países para controlar e impedir a los indeseables futuros inmigrantes dar el salto a occidente. Claro, los gobernantes de occidente con total hipocresía, llaman a estos talonarios ayuda al desarrollo como si fuera de verdad que este dinero va a parar en las manos de los supuestos futuros candidatos a la inmigración, para que tengan un futuro digno en sus respectivos países. De entrada este dinero del contribuyente va a parar en los bolsillos de estos déspotas, dictadores y sus alegados, por lo cual hay que darlo por perdido porque no dará ningún resultado, como siempre.

Para dar una solución al fenómeno o problema llamado la inmigración, hemos de hacernos las siguientes preguntas en origen: ¿porqué la gente quiere emigrar? Y ¿cuáles son las razones que hacen que esta gente se convierta en potenciales inmigrantes? La respuesta a estas preguntas por una parte es muy importante y por otra parte es sencilla y la podemos resumir en tres palabras: hambre, guerras e injusticia y muchas veces las dos primeras es el resultado de la tercera. Si occidente quiere, -es difícil pero no es imposible- por supuesto con el concurso de todo el mundo, en primer lugar debe cambiar de planteamiento hacia la inmigración, pasando del planteamiento puramente policial a un planteamiento más humano y realista. En segundo lugar, occidente debe ayudar a los pueblos exportadores de inmigración a construir sistemas políticos democráticos mínimamente aceptables y viables en los cuales hay participación ciudadana y respecto a los derechos humanos, y en donde los supuestos candidatos a la inmigración encontraran las condiciones mínimas para poder emanciparse y no arriesgar sus vidas hacia un futuro incierto. Quizás para algunos, todo esto suena a tópico y para los gobernantes occidentales esgrimirán la sacrosanta no ingerencia en los asuntos internos de los estados, por supuesto no por respeto a la legalidad si no por conservar el statu quo que más les beneficia y les interesa ¿a caso el apoyo de occidente, a las fuerzas democráticas de Georgia y Ucrania, para derrocar a sus respectivas dictaduras, no es ingerencia de los asuntos internos de estos países? Por supuesto que lo es y lo es para bien de todos. Occidente debe tomar carta en el asunto, si realmente quiere tener una solución justa y digna para el tema de la inmigración desde la raíz; porque el blindaje de las fronteras es una solución parche que ha demostrado su poca efectividad. Por lo tanto si hoy desde lejos llegan cayucos y barcos repletos de inmigrantes, mañana si se complican las cosas para las mafias del trafico humano, no me extrañaría que dichas mafias se las ingeniaran para buscar otras vías alternativas y no es disparatado que en un futuro no lejano llegaran inmigrantes en submarinos. También queremos recordar a estos supuestos políticos (politicards en francés) que dejen de hacer política barata con el tema de la inmigración, porque la política barata es pan para hoy y hambre para mañana.

* Talbi Mououd: Ex presidente de la asociación de los inmigrantes argelinos en España.