El 7 de mayo comenzó en Atenas, Grecia, el juicio contra siete de los detenidos durante las movilizaciones contra la cumbre de ministros de la UE de Salónica, en junio de 2003. A lo largo de aquellas protestas fueron detenidas 130 personas, la mayoría de las cuales, tras ser identificadas y en muchos casos intimidadas […]
El 7 de mayo comenzó en Atenas, Grecia, el juicio contra siete de los detenidos durante las movilizaciones contra la cumbre de ministros de la UE de Salónica, en junio de 2003. A lo largo de aquellas protestas fueron detenidas 130 personas, la mayoría de las cuales, tras ser identificadas y en muchos casos intimidadas y maltratadas, quedaron en libertad sin cargos. 29 detenidos fueron liberados con acusaciones de diversa gravedad, pero siete personas fueron encarceladas. Los ‘siete de Salónica’ permanecieron en una prisión griega a la espera de juicio cinco meses hasta que, tras una dura huelga de hambre de 53 días forzaron su libertad.
Desde entonces los procesos judiciales se han ido sucediendo. Simón Chapman, activista de origen inglés que se encontraba entre los siete encarcelados fue absuelto al demostrase -fue grabado por una cámara de vídeo y difundido incluso en los telediarios- que la policía había cambiado su mochila por otra con cócteles molotov para incriminarle. Asimismo, a dos menores de edad -en el momento de su detención- les levantaron los cargos. También les fueron retiradas las acusaciones a dos activistas internacionales arrestados en una concentración de apoyo a detenidos frente a los juzgados. En octubre de 2005 fueron juzgados otros nueve detenidos, entre los que se encontraba Carlos, vecino de Aranjuez (Madrid) y uno de los ‘siete de Salónica’. Tras dicho juicio uno de los acusados fue absuelto y el resto condenado a 15 meses de prisión, condenas que no implicaban su ingreso en prisión. Ahora y durante dos semanas está previsto que se desarrolle el último juicio : el de los detenidos que se enfrentan a las acusaciones mas graves. Entre ellos está el joven burgalés Fernando y el resto de los huelguistas de hambre. De las acusaciones, destaca la de posesión y uso de sustancias explosivas, que puede acarrearles condenas de entre 10 y 20 años de cárcel. Siguen los juicios de Génova Por otro lado, las movilizaciones en solidaridad con los encausados por las protestas de la contracumbre del G-8 de Génova en 2001 parecen estar haciendo mella en la justicia italiana.
Recordemos que el juicio a finales del año pasado contra 25 manifestantes desató numerosas muestras de apoyo, incluso una manifestación de 100.000 personas en la propia ciudad de Génova el 17 de noviembre. Pocos meses después la petición fiscal de décadas de cárcel contra 13 activistas acusados de asociación subversiva provocó una nueva protesta masiva en Cosenza. El 24 de abril, finalmente, se hacía pública la sentencia que absolvía a estos activistas. Por su parte, en los dos últimos meses han sido imputados policías y mandos policiales por dos de los episodios represivos más brutales de Génova : el asalto a la Escuela Díaz y las torturas en el centro de detención de Bolzaneto. Sin embargo, abogados cercanos a los manifestantes se han mostrado escépticos, ya que de seguir ambos procesos su ritmo ‘normal’ los delitos prescribirán antes de que culminen.