El 6 de junio se cumplió el 60º aniversario del desembarco en Normandía, el día «D», o sea la apertura del Segundo Frente, muy tardía por cierto, en la guerra contra el nazismo cuyo peso fundamental recayó sobre la Unión Soviética y el Ejército Rojo. Al respecto se está montando una descomunal falsificación histórica con […]
El 6 de junio se cumplió el 60º aniversario del desembarco en Normandía, el día «D», o sea la apertura del Segundo Frente, muy tardía por cierto, en la guerra contra el nazismo cuyo peso fundamental recayó sobre la Unión Soviética y el Ejército Rojo. Al respecto se está montando una descomunal falsificación histórica con Bush como vedette, tendiente a hacer creer que allí se decidió el curso de la guerra, cuando en realidad el giro fundamental se dio el año anterior con la contraofensiva soviética a partir de la batalla de Stalingrado, habiendo desempeñado la URSS el papel fundamental en la contienda.
Desembarco en Normandía
Los ejércitos nazis ocuparon gran parte de Europa y el 22 de junio de 1941 invadieron la URSS con 6,2 millones de hombres y 227 divisiones, poniendo en marcha el Plan Barbarroja cuyo objetivo era, según Hitler, «borrar este país de la faz de la Tierra». En pocos meses se adueñaron de regiones occidentales de la URSS, lanzaron la ofensiva sobre Moscú, que llegó a estar a la vista de sus tropas, cercaron Leningrado que resistió durante 900 días. En agosto de 1942 se entabló la decisiva batalla de Stalingrado, sobre el Volga, se combatió casa por casa, el heroísmo de los defensores conmovió al mundo, en noviembre fueron cercadasa las fuerzas del mariscal von Paulus en un gigantesco bolsón.
Roosevelt se dirigió a los combatientes de Stalingrado con estas palabras: «Su gloriosa victoria retuvo la ola invasora y dio un giro a la guerra de las naciones aliadas contra las fuerzas de la agresión». De enero a marzo 1943 se despliega el avance del ejército soviético de Leningrado al Cáucaso y triunfa en la batalla del arco de Kursk. Churchill felicita a Stalin y señala que «las derrotas del ejército alemán en este frente son hitos en en el camino hacia nuestra victoria definitiva» y Roosevelt declara que «la Unión Soviética puede con razón estar orgullosa de sus magníficas victorias».
El publicista inglés Alexander Werth dijo que «la URSS, al ganar la batalla de Kursk, había ganado de hecho la guerra» y un historiador hacía notar que «a pesar de que no se había abierto el segundo frente en Europa, la Alemania fascista fue puesta al borde de la catástrofe por las armas soviéticas».
Esto ocurría en agosto de 1943. Por esas fechas se desplegaba la campaña de las tropas anglo-norteamericanas en Sicilia y el sur de Italia; y antes, en el frente africano, la ofensiva británica en El Alamein.
Después, en 1944, se va limpiando de enemigos el territorio de la URSS. La liberación de las repúblicas bálticas sitúa a las tropas soviéticas en las fronteras de la Prusia oriental. La guerra se traslada al territorio enemigo. El desembarco en Normandía se produjo el 6 de junio de 1944.
Papel decisivo de la URSS
Pero en esa fecha y posteriormente más de las tres cuartas partes de las fuerzas nazis seguían concentradas en el este. En ese frente el ejército nazi sufrió el 80% de sus pérdidas en hombres y material bélico. Y continuó siendo el teatro de operaciones fundamental aún después de la apertura del segundo frente. El 27 de setiembre de 1944 Churchill le expresaba al gobierno soviético que «precisamente el Ejército ruso destripó a la máquina de guerra alemana y en la actualidad contiene en su frente a la mayor parte de las fuerzas del enemigo».
No sólo esto, sino que varios historiadores destacan que las fuerzas desembarcadas el día «D» corrieron serio riesgo de ser arrojadas al mar, y se vieron favorecidas por una fuerte ofensiva soviética que obligó a derivar más tropas nazis al frente oriental. Roosevelt fue aun más categórico: «Me es difícil eludir un hecho tan sencillo como es que los rusos matan más soldados enemigos y destruyen más armamento que los 25 estados de las Naciones Unidas tomados en su conjunto».
De Gaulle dijo en diciembre de 1944 en Moscú: «Los franceses saben que, precisamente, la Rusia soviética jugó el papel principal en su liberación» (conjugado con la actuación del maquis y la resistencia). Jawaharlal Nehru, en su libro «Descubrimiento de la India», destaca el papel determinante de la URSS en la guerra.
La victoria ignorada
Más adelante se despliega la ofensiva general, los países europeos sojuzgados se liberan por la acción conjunta del ejército soviético y la lucha interior, se produce el encuentro en el Elba entre el 5º ejército soviético y el 1er. ejército norteamericano, Berlín cae en manos de las tropas soviéticas el 2 de mayo de 1945, se planta la bandera roja en el Reichstag, el mundo celebra la victoria antinazi, el 8 de mayo se firma en el suburbio berlinés de Karlshorst la rendición incondicional del alto mando alemán ante el mariscal Zhúkov.
Todo esto es deliberadamente pasado al olvido en las celebraciones de hoy.