Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
En memoria y compasión por los 127-147 (en los primeros momentos) civiles asesinados y por los innumerables heridos causados entre las 17,00 y las 19,00 horas del 5 de mayo de 2009 en los pueblos de Granai (Gerani) y Gangabad (Ganj Abad) en el distrito de Bala Baluk, provincia de Farah, cuando los aviones de combate estadounidenses convocados por las Fuerzas de Operaciones Especiales de los Marines de Estados Unidos (Compañía India, Segundo Batallón de Operaciones Especiales de los Marines de EEUU) empotradas con tropas afganas, arrasaron setenta hogares. Como predije, el «incremento» de Obama ha provocado un aumento veloz de las víctimas civiles afganas (quienes cuentan ahora, sin embargo, con el «profundo, profundo pesar» ofrecido por Hillary y Barack). Matar civiles es un crimen de guerra, con pésame o sin él.
Niño afgano quemado y lacerado por el fuego aéreo estadounidense(Photo Agence France Press)
Una mujer herida proveniente de Bala Baluk en el hospital provincial de Farah.Fuente: AP, foto de Abdul Malek
Otras víctimas de la masacre estadounidense en el distrito de Bala Baluk (la segunda foto fue tomada por Abdul Malek, AP)
Cuando las fuerzas terrestres afganas llegaron al lugar donde se habían reunido algunos combatientes talibanes, se desencadenó una batalla. Los aldeanos de Ghabad escaparon hacia lo que pensaban era la seguridad de sus hogares en el pueblo de Gerani, a unos cinco kilómetros hacia el este. Las fuerzas afganas con sus mentores de los marines de EEUU reclamaron apoyo aéreo directo. Inmediatamente después, la fuerza aérea estadounidense procedió a bombardear los pueblos de la zona. Los resultados eran predecibles.
Un anciano del pueblo de Gangabad, Haji Issa Khan, que utilizó su tractor para llevar a los muertos hasta una zona central donde pudieran reunirse los familiares para llorar a sus deudos, dijo: «En esta operación ha habido 127 muertos. Puedo decírselo con toda exactitud porque mi conductor estuvo transportando a todas esas… personas hasta el centro de la ciudad y volvió y me dijo que había trasladado a 127 personas» (citado en The Guardian el 6 de mayo de 2009). La Cruz Roja Internacional envió un equipo a investigar. Ese equipo informó que el martes por la tarde había visto docenas de tumbas de cadáveres mientras los aldeanos seguían cavando entre los escombros para rescatar los restos que quienes pudieran permanecer aún allí. Jessica Barry manifestó: «Cuando llegamos allí, nos encontramos con cadáveres, con tumbas y con gente enterrándoles». Barry dijo que entre los asesinados había un voluntario de la ayuda de emergencia del Creciente Rojo Afgano que había muerto junto con trece miembros de su familia (incluidos cinco hijas y cinco hijos). Subrayó que murieron cuando se refugiaban en su hogar.
Aldeanos afganos marcan un nuevo enterramiento de las víctimas de los ataques de la coalición en Bala Baluk, distrito de la provincia de Farah (Foto AP).
Un antiguo funcionario del gobierno, Mohammad Qadderdan, declaró que el ataque había matado entre 100 y 120 personas. Dijo: «Había casas llenas de niños, mujeres y ancianos que fueron bombardeadas por los aviones. Es muy difícil decir cuántos han muerto…». Añadió que este ataque estadounidense fue peor que el de Azizabad, en referencia al ataque estadounidense de agosto de 2008 que asesinó a otros noventa civiles inocentes. De las víctimas trasladadas al hospital Farah se refería:
Un oficial en el oeste de Afganistán comenta que recopiló los nombres de 147 personas cuyos vecinos aseguraban que habían muerto en un incidente en el que se vieron implicados combatientes talibanes y fuerzas estadounidenses. Un miembro del consejo provincial de Farah ayudó a investigar dos lugares donde tuvieron lugar los combates esta semana. Abdul Basir Khan dice que en un lugar murieron 55 personas y en otro 92. Informa que muchos de los muertos fueron enterrados en fosas comunes. Khan dijo el miércoles que había conseguido las cifras en entrevistas a familiares y en visitas a los lugares de los enterramientos y que se las había entregado a una delegación de investigadores que llegó de Kabul.
Mujer herida tras su traslado al el hospital de Farah
Abdul Basir Khan, miembro del consejo provincial de Farah, dijo que un grupo de indignados aldeanos habían trasladado unos 30 cuerpos en camiones desde el lugar de los hechos a la capital de la provincia, Farah, para mostrarle la carnicería al gobernador. Khan añadió: «Era difícil contarles porque estaban en muy mal estado. Algunos no tenían piernas». Un escandalizado miembro del Parlamento de la provincia de Farah, Rohul Amin, dijo que habían perecido 130 civiles. Otro diputado, Mohammad Naim Farahi, afirmó: «El gobernador informó que los aldeanos habían llevado dos trailer de tractor llenos de trozos de cuerpos humanos hasta su oficina para demostrar lo ocurrido… en la oficina del gobernador todo el mundo se puso a llorar al observar la atroz escena». Farahi dijo que habló con alguien que sabía personalmente que se habían contado y enterrado 113 cuerpos.
Una niña, de nombre Shafiqa, que estaba siendo tratada de las heridas en el rostro y de los dos dedos gordos del pie que había perdido, dijo: «Estábamos en mi casa cuando empezó el bombardeo. Han muerto siete miembros de mi familia». Otros resultaron heridos y están siendo tratados en el hospital de Farah:
El independiente Pajhwok Afghan News informó que el pueblo de Gerani había quedado destruido por el ataque aéreo estadounidense. Un vecino dijo que se habían recuperado 123 cadáveres el martes por la noche. Una familia perdió a 23 de sus miembros. Un anciano líder tribal, Abdul Manaan, dijo a Pajhwok que habían matado a 52 personas en una zona de la región y 65 en otra.
Haji Mohammad Shah, un aldeano de Farah que perdió a 9 componentes de su familia, incluida su mujer, su hija y su nieta en el ataque, no encuentra consuelo alguno en la manifestación de condolencias: «No queremos nada del gobierno del gobierno ni de quienes les mataron. Nada puede sustituir a mi familia», añadió llorando.
Los bombardeos, que duraron alrededor una hora, mataron a 50 miembros de una amplia familia vecina, dijo Azam a Reuters.
Un muchacho afgano amontona la tierra sobre las tumbas de sus familiares después de los ataques aéreos en Ganj Abad, en el distrito de Bala Buluk, en la provincia de Farah(Foto Reuters)
El periodista de Reuter, Sharafuddin Sharafyar, tituló así un informe: «Camiones de civiles muertos tras la batalla afgana» (5 de mayo de 2009, 18:37 h. GMT). Los vecinos le dijeron que el ataque aéreo había destruido 17 hogares llenos de gente que habían huido del lugar de los combates. En el siguiente enlace puede verse un vídeo de los camiones con los cuerpos: http://www.rawa.org/temp/
Associated Press informó obedientemente de que el ejército estadounidense estaba «investigando las afirmaciones» de muertes de civiles, sin mencionar, de nuevo una vez más, que se trata de un caso en el que el autor criminal se investiga a sí mismo. El miércoles, un desesperado ejército estadounidense lanzó una campaña de desinformación asegurando que los talibanes habían arreado a los civiles como ganado hacia las casas y después habían lanzado granadas dentro, la fábula fue recogida por los colegas de Laura King de Los Angeles Times:
(http://www.latimes.com/news/
El miércoles, enfurecidos manifestantes se reunieron ante la principal mezquita de Farah cantando «Muerte a EEUU» «Muerte a los Invasores» y «Muerte al Gobierno»: (http://www.independent.co.uk/
Fuente de la foto: http://www.nytimes.com/2009/
Asesinados en un ataque aéreo estadounidense a requerimiento de las Fuerzas de Operaciones Especiales del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos (MSOC-I, por sus siglas en inglés) empotrados con fuerzas afganas.